Capítulo 15.

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Me voy a casa deseando ver a mis hermanos. Hacia varios días que solo pasaba unas  pocas horas con ellos.

Cuando llego a casa todavía no ha llegado mi padre, así que me pongo a jugar un rato con ellos. Por un momento siento felicidad, siento paz. Aunque no puedo evitar pensar en el diamante que he robado. ¿Y si la señora Camiruaga se daba cuenta de que faltaba un diamante? ¿Qué pasaría entonces?

Respiro profundamente y me pongo a hacer la cena intentando sacar el tema de mi cabeza aunque es imposible.

Cuando ya estoy acabando de hacer la cena el portero suena. Me acerco y lo descuelgo pensando que se trata de mi padre que probablemente se haya dejado las llaves en casa.

-¿Sí?

-Hola Annie,- se oye la voz de Noe al otro lado.- soy Noe. ¿Puedo subir?

-Claro.- la respondo pulsando el botón para que se abra la puerta del portal.

Se oyen sus pasos al subir las escaleras y aparece poco después con una expresión demasiado seria para tratarse de Noe.

-Hola.- la saludo intentando sonar alegre.

-Hola.- responde ella pero con un tono de voz apagado.

-¿Estás bien?- la pregunto mientras entra en casa.

-Sí, supongo.

-Pues no lo parece.- contesto sentándome en el sofá.

-Hola pequeños.- dice Noe saludando a mis hermanos fingiendo una sonrisa.- Cada día estáis más altos pronto me alcanzareis.- añade poniendo una expresión de pena que hace reír a mis hermanos.

-Noe.- la llamo para intentar captar su atención. Y lo consigo pues su mirada se posa en mí.- ¿Qué ha pasado?

Noe mira hacia mis hermanos y yo les hago  un gesto para que se vayan a la habitación. Ellos nos dejan solas obedientemente.

-¿Y bien?- preguntó impaciente.

-Es sobre Carla.- dice ella mirando al suelo.

-¿Se va ya a Francia?

-No, todavía no. Pero ayer estuve con ella. Y me confesó que tenía un novio.

-¿Sí? ¡Oh, que bien!- exclamo sorprendida pero alegre aunque Noe no lo parece para nada.

-Lleva con él desde hace cuatro meses y no nos había dicho nada, Annie. A mí no me sentó nada bien.

-Noe, no te enfades con ella. Quizás no vio el momento adecuado para decirnoslo o pensaba que nos sentaría mal. ¿Qué te ha contado de él?

-Poco. No es que quisiera saber mucho la verdad. Dice que tiene un año más que nosotras y que está haciendo el servicio militar. Me dijo que se llama Javier… La verdad es que no entiendo como se ha enamorado de él si se va a ir a Francia dentro de poco.

-Noe,- digo con una leve sonrisa.- tú misma lo dijiste “no puedes elegir de quien te enamoras.”

-Lo sé, pero no es lo mismo que Gavan y tú.

 

Gavan. Dios Noe no saques ese tema.

-Tienes razón, no es lo mismo que Gavan y yo. Lo de Carla es amor.

-Lo vuestro también es amor.- replica Noe.

Suelto una leve carcajada por su comentario.

-¿En serio? ¿Sabes lo que me dijo la última vez que le vi? Que no podía conseguir un médico para ayudar a Alex porque somos el enemigo.

El Soldado Del VientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora