Saga Oscuros - El Lado Oscuro De La Luna

Capitulo 4

Adrianna sonreía alegremente con una copa de champaña en la mano mientras se ponía al día con Stella y Margot sobre todo lo que había sucedido durante su ausencia.

Stella se había hecho cargo de la tienda de flores de sus padres y había aprendido muchísimo sobre los poderes de las plantas. Decía que había raíces capaces de ocultar la energía, debilitarla e incluso potenciarla.

Margot, por el contrario, trabajaba a tiempo parcial en la biblioteca central del pueblo mientras llevaba a cabo una investigación histórica sobre los Oscuros. De cierta forma, era un tema tabú sobre todo para los ancianos del Consejo y estaba repleto de mitos. En palabras de Margot, nadie sabía en realidad qué era cierto y qué no.

–Suena fascinante –comentó Adrianna, después de beber un sorbo de su copa–. ¿Has descubierto algo interesante hasta ahora?

Margot hizo una mueca.

–No mucho. Son como... un enigma. No se sabe mucho sobre ellos con certeza. Hice un par de viajes cortos a otros Clanes durante el año pasado para recopilar más datos.

–¿Has visto alguno? –preguntó Adrianna.

–No. Casi nadie ha conocido alguno. La única persona de Heaven Falls que ha tenido contacto con uno de ellos es un hombre llamado Sergei Malbont –el rostro de Margot se fundió en un gesto de decepción–. Tiene demencia. Está internado en una institución mental desde hace años.

Adrianna abrió los ojos con sorpresa.

–He oído que no son humanos –murmuró Stella.

Margot se encogió de hombros.

–Se dicen muchas cosas con respecto a los Oscuros –explicó–. Que no son humanos, que no tienen alma, que se alimentan de la vitalidad de las personas, que tienen el poder de meterse en tu cabeza... Se cree que se vuelven incluso más fuertes durante la Luna Negra.

Adrianna sintió una mala sensación en el estómago y no supo si se debía a la champaña o a las palabras de Margot. Las personas no hablaban sobre ello porque las asustaba. Y en ese instante, se dió cuenta de que sentía miedo. Más bien, era una extraña sensación que corría por su sangre, como si por algún motivo desconocido estuviera en peligro, lo cual era una locura considerando que estaba rodeada de gente.

–¿Por qué se vuelven más fuertes durante la Luna Negra? –preguntó, intrigada.

–Por su energía oscura. Lo cierto es que en 1666, durante una Luna Negra, un Oscuro se alimentó de la vitalidad de todo un Clan. Cientos de brujas y brujos muertos... Fue una masacre. Tan sólo unos cuantos quedaron con vida. Desde entonces los miembros de los clanes tienen la costumbre de permanecer unidos durante la Luna Negra, aunque nunca ha vuelto a ocurrir.

Los ojos de Margot brillaban mientras contaba todo lo que había averiguado y lo que los ancianos del Concejo callaban, para evitar el pánico entre los más jóvenes, lo que no hacía más que provocar que la incertidumbre y los mitos se expandieran.

–Por dios... –replicó Adrianna–. ¿Quién haría algo así?

–Si la masacre de 1666 realmente ocurrió, sospecho que fue la primera persona en utilizar la oscuridad como fuente de poder, pero hay muchos datos inciertos –repuso Margot–. Por lo que sé hasta ahora, podría haber ocurrido en Europa.