El accidente

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Ibas en el asiento de copiloto, el silencio era incómodo entre tu novio y tú, para romper un poco el tenso ambiente decidiste conectar tu teléfono y poner música en aleatorio, intentaste distraerte pero fue imposible, empezaste a recordar lo sucedido apenas media hora atrás.

Habías sido invitada por tus amigos a una fiesta, todo estaba saliendo bien. Bailabas al ritmo de tu canción favorita mientras todos te aplaudían, estabas siendo la reina de la noche y eso no le gustó a la persona que recién entraba al lugar.

No sabías cómo pero tu novio había descubierto que irías a una fiesta y de alguna manera logró dar con el lugar. Fue sin avisarte y al ver cómo eras feliz bailando, siendo iluminada por las luces de colores lo único que sintió fue furia. Celos.

Los celos habían ido arruinando su relación poco a poco, de la alegre y segura chica que habías sido en el pasado quedaban pocas señales ya que al verlo te quedaste quieta, tus amigos dirían que aterrorizada. Sabías que se venía una pelea, de esas en las que siempre terminabas siendo la culpable de los problemas de inseguridad que él tenía.

Accediste a irte con él, dejando tu felicidad en la fiesta con la esperanza de que tu novio mejorara su humor, pero el camino de regreso estuvo lleno de incomodidad, empezabas a preguntarte quién había cambiado más, ¿había sido él? Pasando de ser el chico romántico a un celoso enfermo.

No, sabías que quien más había cambiado eras tú, de ser la mujer fuerte, segura y divertida que todos querían ahora eras una sombra, alguien aterrada de los celos de su novio, alguien que mendigaba retazos de atención. Te odiabas por eso.

Entonces, una canción te sacó de tus pensamientos

"Sora koboreochita futatsu no hoshi ga..." el opening de tu anime favorito. A tu novio no le gustaba que vieras anime porque "es para gente que no se baña". Mucho menos que fuera de esos musculosos personajes. Así de estúpido era, tenía celos de personajes animados.

Aún así no quitaste la música, la letra y la música te transmitía fuerza y poder, querías sentir la vitalidad que emanaba de la canción, ya que incluso te sabías la letra y su traducción.

"Hokori no michi wo yuku mono ni taiyou no michibiki wo"

"Aquella persona que sigue el camino de la gloria es guiado por el sol" te quedaste pensando que al contrario de esa estrella, tú te habías alejado del sol, te habías alejado de lo que te hacía feliz, de tu esencia.

Sono te kara hanate kodou karada minagiru yuuki de Mayou naki kakugo ni ′Kassai' wo!

Sono chi no sadame Jojo.

"Irradia una gran flama de honradez, el valor que corre por sus venas. Hazlo por tu honor Jojo". No sabías por qué, pero podías sentir como la letra te llenaba de valor, tal como si el hamon corriera por tu cuerpo.

Sentías que ahora o nunca tenías que luchar, defender lo que era tuyo por derecho, la felicidad. No era momento para acobardarse, esa relación de miedo y control debía terminar. Hoy más que nunca querías cambiar de dirección e ir camino hacia el sol, hacía tus ideales, a tu libertad.

-Quiero terminar con esto- fue todo lo que dijiste. Ya no bajabas la mirada, no estabas asustada porque al fin habías tenido el valor para reclamar lo que nunca debió quitarte, tu identidad, tu tranquilidad.

-No. No puedes echar a la borda mi felicidad solo por tu egoísmo- te respondió después de un rato, había tardado tanto en responder que incluso habías pensado que no te había oído. Pero no te extrañó su respuesta, una vez más él era la víctima. Pero no ibas a dejar que se saliera con la suya.

-No me importa ser egoísta, por primera vez en mucho tiempo merezco y deseo ser egoísta- respondiste, no era tiempo de echarte para atrás, tenías que terminar esa relación de una buena vez.

-¿Es por alguien más?, ya decía yo que te habías arreglado para otro, eres una cualquiera- Te respondió ahora con un tono de enojo en su voz. No te espantaste, sabías que su siguiente estrategia sería tacharte de infiel, simplemente te le quedaste mirando, con una ceja levantada en signo de incredulidad, no valía la pena rebajarte a dar explicaciones que de por sí no iba a escuchar.

-Así que no dices nada, eso solo lo confirma. Pues bien, te prefiero muerta antes que de otro- Puso una cara demente y empezó a pisar el acelerador. Ahora sí empezabas a preocuparte. Sabías que estaba mal de la cabeza pero no tanto como para accidentarse a propósito.

Antes de que pudieras tratar de tomar el volante o siquiera empezar a decir algo para calmarlo el carro se iluminó por los faros de otro coche que venía de frente. Sin tiempo para alguna maniobra chocaron, el carro en el que ibas dio varias vueltas sobre sí mismo.

Estabas en una posición incómoda, pero eso no era lo que más te dolía, tampoco las heridas sangrantes de tu cuerpo, en especial esa de la cabeza que seguramente era la más escandalosa. No, lo que más te dolía era que no hubieras tenido el valor para defenderte y luchar por ti antes de que todo se volviera tan horrible, odiabas saber que hasta el último minuto él decidió por ti, ya que estabas segura morirías antes de que alguien fuera a ver el accidente.

Sorprendentemente la música seguía saliendo del estéreo "bueno, al menos me voy oyendo esta hermosa e increíble canción..."

Poco a poco cerrabas tus ojos y el sonido iba disminuyendo.

Kimi to iu mirai ni ′Kouun' wo!

Sono chi no sadame Jojo.

(Jojo! Jojo! Jojo!).

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En medio de una manada de chicas ataviadas con un uniforme escolar lila había un joven que a leguas se podía ver que estaba enojado de recibir tanta atención femenina. Aunque la palabra correcta sería "acoso".

Era increíblemente alto, probablemente más de un metro noventa, portaba el uniforme masculino de color negro pero levemente modificado para su cuerpo, que no solo era alto sino también muy musculoso. Lo más distintivo de su vestimenta era la gorra de visera adornada con unos pines dorados.

El muchacho estaba enojado de que las colegialas no entendieran que quería su espacio. Incluso después de haberles gritado llegando a insultarlas ellas seguían rodeándolo. Después de haber cruzado un paso de cebra una de las jóvenes tuvo la idea de fingir que iba a caer hacia atrás para ser atrapada por el guapo estudiante.

Esté reaccionó rápida e instintivamente, pues al ver a la chica acercándose él dio varios pasos hacia atrás. Sin embargo era tan grande e imponente su presencia que sin querer empujó a alguien detrás de él.

Apenas y pudo voltearse para ver cómo una chica vestida con el mismo uniforme de su escuela tropezaba realmente hacia atrás.

No se hubiera preocupado de no ser porque la chica iba a caer sobre el arroyo vehicular y para mala suerte de ella, un carro venía a toda velocidad. 


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Hola, aquí la responsable de esto. Antes que nada gracias por leer, espero no dar cringe con esta historia. Cualquier duda, queja o sugerencia será bienvenida, 

Sobre el capítulo de ahorita, daré más detalles sobre lo ocurrido en el siguiente. Gracias

Segunda oportunidad, mi estrella guíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora