Dupla galáctica

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Formábamos un buen equipo.

A mi no me importaba que no me quisiera

y él tenía la gran necesidad de que todos lo hicieran.


Deseaba que lo adoraran, que lo mimaran.

Casi me suplicaba que le diera un poco de aquel amor tan mío,

y en silencio me pedía por favor que jamás le exigiera que me lo devolviera.

Yo por lo contrario,

siempre necesité saber que era capaz de querer.


Así que lo hicimos,

o al menos lo intentamos,

él no me puso ni la más mínima dificultad

y a mi me siguió pareciendo lo más difícil del mundo.


Él sabía que era fácil de querer,

y yo empecé a creer que el amor no era tan complicado.

Al final ambos nos equivocamos.

Quererte en el desamorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora