Maria

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No había fiesta sin Maria.

Si ella no cantaba a todo pulmón

no existían canciones.

Nadie las hacía,

para qué,

si ella no las bailaría.


No había poemas sin Maria.

Maria no solo escribía,

era el poema.

Y que problema ese,

musa y poeta

y aún esperan que la describa bien.


No había risa sin Maria.

Maria reía y aquel pueblo sin luz

se iluminaba,

Y aquel corazón tan triste,

de nuevo latía.


No habrá amor sin Maria.

Por mucho que lo intenten,

querer se ha vuelto

un verbo diferente.


No habrá fe sin Maria.

No quiero creer en nada

porque todo se encoge de miedo

cuando les digo que yo creía en ti.


Hay mañana sin Maria.

Y yo no lo quiero.

Que se lo quede cualquier otro

que aún no sepa

que no hay vida sin ti.

Quererte en el desamorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora