Mi querida Mona Lisa

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Mi musa se pasea de la mano de su nueva víctima,

se para y me sonríe.

Es tentador la verdad pensar que esta vez puede ser la definitiva.

Luego se marcha buscando mi mirada

como yo la busqué cuando la eché de menos.

Pero para que ahora aprenda tampoco me encuentra.

En el fondo no sé muy bien quien acaba siendo el muerto.

Pues tienes que estar muy vacío para llenarte el pecho con otros ocupas

teniendo un inquilino dentro.

Quererte en el desamorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora