Malas Decisiones (Sirius Black)

9. Hogsmade

CAPITULO 9

Sadie

Habían pasado semanas desde el incidente en pociones mi dedo había curado bien, estaba caminando por Hogsmade junto a Regulus, íbamos a las tres escobas cuando sentí una mano fría sobre mi hombro, al voltear vi a Bellatrix mirándome con suficiencia.

-¿A dónde vas? ¿Pensabas huir de nosotros?

Vi que detrás de Bella estaban Snape, Crounch y los Carrow, todos mirándome, no había olvidado que había quedado con Bellatrix en la cabaña de su familia para hacer no sé qué cosa, pero dentro de mi esperaba que ella lo hubiera hecho, comencé a excusarme:

-Claro que no, iba a tomar algo antes de...

-No hay tiempo, ven con nosotros- comencé a seguir a la morena y esta se paró de golpe y se dirigió hacía Regulus.- Primo deja a tu novia aún no eres uno de nosotros no puedes venir.

Regulus se sonrojó pero no dijo nada después se acercó a mí y me susurró:

-Nos vemos en las tres escobas cuando salgas.

Yo asentí, seguí a mis compañeros de curso por el pueblo de Hogsmade caminando durante varios minutos hasta llegar a una cabaña elegante que estaba algo apartada del centro, de inmediato me podía dar cuenta que pertenecía a la familia Black por los escudos y la elegancia de la casa.

Cuando entramos a la casa nos encontramos con un mortifago lo reconocí era Avery, pero yo ya no le estaba prestando atención sino que miraba a un par de muggles atados, pase saliva con fuerza tenía una mal presentimiento de esto. Y sin más Avery le lanzó un crucio a uno de ellos este comenzó a retorcerse en el suelo mientras gritaba de dolor y suplicaba para que parara, hasta que paró de golpe, el mortifago volteó a vernos con una sonrisa sádica y no dijo:

-Ahora siguen ustedes.

Y así fue por turnos cada uno de torturando aquella pareja de muggles, lo único que se escuchaba era la carcajadas estridentes de Bellatrix y los gritos de los torturados, yo los miraba sin dejar que en mi rostro reflejara el horror que sentía por dentro, no era la primera vez que veía como torturaban a otra persona, pero que mis compañeros de curso lo hicieran y no parecían tener ningún remordimiento e incluso algunos parecían disfrutrarlo era lo que impactaba más.

-Es tu turno- me ordenó Avery.

-¿Yo?

-Vamos Sadie demuestra que eres una de nosotras.

De nuevo todos me miraban, eso era nuevo para mi estaba acostumbrada a que me ignoraran si me mantenía callada e impasible, levanté mi varita dándome cuenta que mi mano temblaba un poco, no quería torturarlos pero no podía verme débil o peor como una traidora en frente de ellos, así que apuntando a un muggle dije:

-¡Crucio!

Pero no pasó nada, el hombre no gritó, no se retorció en el suelo, su expresión no se desencajo del dolor, nada.

-Yo no entiendo porque...- me interrumpí porque sentí un dolor indescriptible en todo el cuerpo, caí al suelo y solté un grito de dolor, no era una sensación nueva en el verano el mismo Voldemort me había torturado, pero era un dolor atroz del que era imposible acostumbrarte.

-Debes sentirlo de verdad no solo basta con decir el maleficio y ya- murmuró Avery lo suficientemente alto para que se escuchara su voz sobre los gritos- ¿Acaso nunca has torturado a alguien, Blanchard?

Tras preguntar dejó de torturarme para esperar mi respuesta.

-N-no- murmuré el dolor desapareció tan rápido como había llegado me puse de pie y con voz más firme repetí- No, nunca.