31. Ilegal

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CAPITULO 31

La noche siguiente le tocaba hacer guardia, era una de las cosas que más odiaba de ser prefecta, las malditas guardias de noche, cuando ella solo quería dormir toda la noche, esa vez le había tocado con el prefecto de su casa rival, en otras palabras le había tocado hacer guardia con Remus. Al principio fue incómodo porque ahora que sabía que la chica andaba con su amigo no sabía como dirigirse a ella.

-¿Puedes dejar de mirarme? Es incómodo- mencionó unos minutos mientras caminaban por el pasillo.

-No le diré ninguna palabra a nadie.- fue lo primero que se le ocurrió decir.

-Sirius me aseguró que no lo harías, hay que terminar esta ronda muero de cansancio.

No podía juzgar mal a Sadie Blanchard, básicamente la había atacado le había pasado su maldición de por vida y la rubia no lo odiaba, al menos no del todo y eso ya era algo sorprendente más considerando de donde venía y cuál había sido la educación, entonces no podía creer del todo lo que decía James de que era mala e igual a todos los Slytherin sangre pura.

-Pensé que la transformaciones no te afectaban como a mi.

-No, tanto, pero si me notó más cansada, me sorprende que hayas venido hacer guardia, ¿No deberías estar descansado en la enfermería?

-Bueno no me gusta el trato diferente.- respondió este aunque Sadie lo volteó a ver y era evidente que apenas si se podía sostener de pie.- Me gustaría saber ¿porque no te afecta tanto como a mi?

Tampoco Sadie es que se sintiera al cien solo deseaba no encontrarse con ningún alumno porque esa noche los dos seguramente formaban un dúo patético probablemente hasta un alumno se segundo año podría llegar desármalos con bastante facilidad.

-Sinceramente no lo sé, tal vez tenga que ver qué no tengo sangre muggle en mis venas, tu eres mestizo ¿No?

Esa era más razones por las que le sorprendía que Sirius pudiera estar enamorada de ella, todavía tenía ideas muy puristas.

-No creo que sea esa la razón, la sangre no tiene nada que ver.

-Entonces encuentra una explicación mejor que esa.

Quedaron de nuevo en silencio y Sadie aprovechó para mirar al licántropo.

Remus tenía muchas marcas en el rostro algunas cicatrices que empezaba a desaparecer otras que probablemente no llevarían más de unos meses en su piel y unas que se veía permanentes, además de un rasguño reciente que se había hecho durante la última luna llena se preguntaba ¿si su rostro sería así en unos años? ¿Y si a Sirius le seguiría pareciendo atractiva si llegara a tener tantas marcas en el rostro? que sabía que era una tontería porque tenía más cosas por qué preocuparse pero no podía pensar en eso, inconscientemente se llevó una mano al rasguño que se había hecho en el puente de la nariz, el primero que se hizo durante una transformación.

-Sirius es mi amigo.- rompió de nuevo el silencio Lupin.

-¿Ahora vas a decirme cosas obvias?

-No, lo que quiero decir es... no me gustaría que estés jugando con sus sentimientos.

-No lo estoy haciendo Remus, a mi no me conviene en lo absoluto estar con Sirius, no me arriesgaría de esa forma solo por algo de diversión, no me arriesgaría si yo no estuviera... sino... sino... sino quisiera estar con él, tengo mucho más que perder que él.

-¿Cómo que?

Se quedó pensando unos segundos, luego se enojó un poco odiaba la manera en la que la miraba Remus, obviamente la estaba juzgando, probablemente pensando que su amigo estaba cometiendo una estupidez con ella o preguntándose que le había visto.

Malas Decisiones  (Sirius Black) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora