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PASADO
Blaze Ferrio un mini Cole Glacies, cabello negro y ojos azules de 1,90 de estatura unos centímetros menos que mí altura, es el mejor Kriger del Reino de Hielo de esta generación y como no si tío Cole lo acogió bajo su maldita ala.
Skade entrena toda la noche con su padre en la parte trasera de su castillo junto a Alma pero por la tarde Cole se pasa por su ejército para cerciorarse de cómo van progresando sus Krigers porque una cosa es decir que pertenecen al ejército y otra es ser parte de la fortaleza creada por Cole Glacies.
El padre de Skade no se pierde ningún detalle exigiendo cien veces más a Blaze.
El problema de todo esto está en que así como Fayna siente cosas por mí en la que yo digo que es un simple gusto, unas simples ganas de un polvo como me enseño Fulvio. Blaze está rozando la fina línea de pasar de un simple gusto a enamorarse de Skade y lo sé por como la mira todos los días desde la entrada de la sala de entrenamientos que da hacia su balcón cada vez que ella se pone a pintar o leer, lo sé por como pregunta por ella cada que puede a su padre y por sobre todo lo sé por como su asqueroso corazón late con furia cada vez que algo entorno a ella sale a flote
Y no sé qué tanto anhela cuando el mundo entero sabe que toda ella me pertenece.
Jamás tuve un encuentro con él muy de cerca las pocas veces que tuve el desagrado de ver era cuando estaba en la habitación de ella desde ese enorme balcón blanco rodeado de piedras que daba hacia la entrada de ese maldito lugar de entrenamiento. Solo sucedía mientras ella dormía porque de otra forma no me hubiese dado cuenta del idiota, estaba demasiado ocupado volviéndome loco por Skade como para tener en cuenta esas cosas; esto de que las personas la vieran como algo surreal ya era costumbre porque la veían como lo que era una semi Diosa no voy a negar que tuvimos que trabajar mucho en ello porque mi lava interior salía a flote a pesar de que nadie se acercaba a ella.
Estuve demasiado acostumbrado a que solo seamos los dos que todo eso fue un golpe pero aprendí a manejarlo lo mejor que pude con su ayuda.
Pero él, ese imbécil estaba tentando a su destino desafiando algo que nadie más que él tuvo la osadía de demostrar viéndola como lo que es pero con la clara intención de quererla para él. Y eso es lo que me molesta que no le tenga miedo a morir, que no le tenga miedo a su futuro Rey y que se pase por las pelotas lo que ella y yo somos.
La última vez que mis ojos dieron con él le hice sentir algo que sé que jamás va a olvidar.
Cuando alguien del Reino opuesto siente el viento caliente o la brisa helada de uno de sus habitantes es como una advertencia de que esta cerca, es como un anuncio de lo que puede llegar a pasar algunos son más fuertes que otros pero eso solo se da cuando esa persona quiere que lo sientas.
Skade por ejemplo todo su Reino y yo estamos acostumbrados a sentir su viento poderoso y fuerte, dulce y mortal.
Es lo que transmite siempre, una brisa en completa calma, de que todo está bien, de paz y tranquilidad, de protección.
