SKADE.

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PASADO

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PASADO

Otro día en donde el cielo nocturno me envuelve acompañado de las infinitas estrellas. Otro entrenamiento y me di cuenta que cada vez son mucho más intensos al punto de hacerme doler los brazos y los hombros de tanto sostener el arco, literalmente llego al punto exacto en donde mi cabeza no quiere pensar más en estar aquí.

–Veamos qué haces para salir de esta Skade.

No le respondo, tengo los ojos vendados Alma está al otro extremo de mí y para nuestra preciada suerte también tiene los ojos vendados. En momentos como estos es en donde uno se pone a pensar lo que realmente es capaz de hacer para poder sobrevivir, mis manos pican por querer sacarme la venda de los ojos pero sé qué si lo hago mi padre hará de todo esto una situación peor porque es como si se estuviera excusando la falta de Eagan porque el único ser que aguantaba estas cosas sin quejarse era él.

–Alma, escúchame cariño estamos bien ¿vale?...

–Mientras más te tardes haré que Joash haga el sitio más ardiente. Tú decides.

Necesito que mi osa deje esa ansiedad que la rodea y la reprime porque tiene que escucharme para así poder salir de esto juntas. Escucho sus gruñidos desde aquí y me guio con eso levantando el píe para seguir pero una enorme roca me frena deteniendo mi paso y ese no es el problema, el problema es que está ardiendo, mis manos sin poder evitarlo tocan la superficie sacándome un ligero quejido...

–Estoy bien, solo sigue mi voz pequeña– ella se dio cuenta de lo que sucedió alterándola un poco más de lo que ya está y Alma entiende la situación sabe que estamos en un entrenamiento y por eso hace el mejor esfuerzo de encontrarme esquivando los obstáculos que tiene alrededor lo bueno de nuestros animales espirituales es que ellos sienten el calor a kilómetros de distancia y eso significa que por más cosas calientes estén cerca de Alma se dará cuenta al instante esquivándolo sin problemas.

Seres perfectos que literalmente son nuestra alma misma, son nosotros mismos en animales, nos representan en ese mundo natural. El problema radica en que ellos tienen una sola debilidad y somos nosotros: sus compañeros de vida.

Ellos viven y mueren por nosotros y eso es lo que a Alma le molesta porque quiere protegerme, quiere llegar hasta mí lo más rápido que se pueda y por el momento no puede hacerlo irritándola e impacientándola más.

Necesito tocar esa roca que está a unos pasos de mí, el camino es completamente rocoso lleno de piedras que hacen que me desestabilice un poco y eso no es todo ya que al estar sumamente calientes con nieve alrededor de ellas se forma un vapor que te hace respirar con dificultad, sé que está temperatura que emana cada cosa que tengo alrededor no es normal para nadie.

No lo es porque la persona más poderosa del Reino del Fuego es Joash Brann.

Muchos piensan que es Eagan lo cual es cierto pero él no puede hacerme daño aunque quiera.

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