PASADO
Como dije antes que los cuerpos, la anatomía de los habitantes del Reino del Fuego es sumamente diferente al de los habitantes de mi Reino. Nosotros tenemos la capacidad de regular la temperatura a los niveles que quieramos obviamente en las misma líneas de frío en cambio los del Reino del fuego no porque ellos viven en una temperatura alta todo el tiempo es algo que no pueden controlar, su temperatura es aparte de incontrolable y alta es algo constante es decir que su cuerpo los mantiene de esa forma aunque estén dormidos ellos siempre sobrepasan los ochenta grados Celsius, nosotros por ejemplo a la hora de dormir nuestra temperatura desciende por el hecho de que estamos en menos movimiento.
Nuestros hombres tienen la piel gruesa porque indirectamente nacieron con el fin de protección porque son guerreros y luchadores por pura naturaleza es difícil atravesar su piel con algún objeto, la de los hombres fuego es similar pero no tan gruesa porque ellos tienden a sudar sus poros los mantienen húmedos para no sobre exigir su piel ellos aparte tienen la capacidad de ser sumamente tolerantes al sol, no se queman, no les hace daño. Esa es la diferencia en lo que es piel entre nuestros hombres, los habitantes de mí Reino son intolerantes al sol, lo soportan pero no al nivel de los hombres fuego que ellos son inmunes por eso también es que ellos tienen la piel de un tono más bronceado al nuestro que somos exageradamente pálidos pero con la capacidad de sentir un paraíso cuando hace menos de cincuenta grados Celsius.
Ahora paso a contar un poco sobre las mujeres optamos con la misma habilidad en base a temperaturas ya sea de fuego o de mi Reino, la diferencia entre nosotras y ellas es que nuestra piel es más suave ya que nacimos con el don de ser más receptivas al tacto lo cual hace que podamos sentir las emociones de los demás con más intensidad a la hora de que alguien suelte un viento caliente o una brisa helada, las mujeres fuego no tienen eso su piel no es suave es un poco rugosa porque son expertas en escalar y porque la misma playa de su Reino logro formar esas rugosidades en su piel, son como texturas para un agarre más firme.
En fin, en estos momentos me encuentro en el Centro de Curaciones, pero con la pequeña diferencia de que hoy no solo estuve atendiendo a personas de mi Reino sino que a las del Reino del Fuego también y es una experiencia satisfactoria ya que lo estoy haciendo muy bien
–Señor Lanterne ya puede irse, sus manos están vendadas y no se olvide de tomar un descanso antes de seguir con su herrería.
–Gracias Princesa, los raspones fueron demasiados esta vez, tanto que casi pierdo las manos– me dice y levantando sus manos un poco mientras ve detenidamente las vendas.
Lo más triste de todo esto es que los habitantes del Reino del Fuego nunca tuvieron esto, alguien que los cure, ellos solo morían en agonía. No tenían un Centro de Curaciones o alguien con la capacidad necesaria para ayudar, si tenían una enfermedad o algo tomaban la dolorosa decisión de suicidarse.
No tenían calma solo dolor.
–Agni, ya sabe que no tiene que llegar a estas instancias no tenga miedo de venir a verme a mi o a mi madre para ayudarlo, no quiero que sienta vergüenza o sienta que está abusando de nosotras.
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AETERNUS
FantasySon los próximos herederos. Son una profecía. Son la muerte. Obra Registrada por Safe Creative 2109039157322