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PASADO
Es hermoso lo que una persona que te ama te puede transmitir con un simple toque, un abrazo, un entrelazamiento o un contacto de la forma que sea.
Simplemente es pura magia.
Estar con la persona que te genera un mundo de sensaciones, sentimientos y emociones es la definición perfecta de vulnerabilidad, de ir caminando a ciegas saltándote todo lo que los demás si notan pero tú no. Te saltas cada uno de los detalles que están fuera pero los que giran en torno a esa persona que amas no.
El deleite de ver su sonrisa, escuchar su risa y ver sus ojos es algo que me llena el corazón por completo y algo que amo más que eso es poder darme cuenta que soy feliz y que mis sonrisas son demasiadas porque son causadas por él.
En su caos pude encontrar una ternura inigualable, pasión que le brota con solo respirar, protección y por sobre todas las cosas mucha alegría.
La magia si existe. Existe en las estrellas y constelaciones, en los labios de Eagan cuando me besa cada parte de mi ser, en ver a Alma siendo cada día más fuerte, en los abrazos de mamá y papá, en Vittorio, en el enorme cariño de mis habitantes de ambos Reinos y por sobre todas las cosas en mí. La magia está en mí y me lo demuestro todos los días amándome, eligiéndome y cuidándome.
Hoy toca un día demasiado difícil para todos pero en especial para nosotros. Hoy es él el comienzo de esta aventura que nos planteamos hacer, y nunca sentí esto que me hace doler el pecho, un sentimiento cargado de tristeza, de nostalgia y de algo mucho más que no sé cómo definir con palabras ya que desconozco todas estas emociones, y lo único que mi cabeza está asimilando es que los copos de nieve que me acompañan en este día tan pesado están mucho más intensos de lo normal porque caen de manera violenta.
Me di cuenta que la vida es igual de corta como el recorrido que hace un copo de nieve hasta estrellarse contra el suelo. Esa vida en la que tienes que tomar decisiones que a veces te pueden dar muchos beneficios a largo plazo pero que igual duele.
Una vez mamá me hablo cuando papá se fue a la guerra y me conto que por primera vez en la vida lloro con tanto dolor y en realidad no era el hecho de pensar que él podía morir o de que algo saliera mal, lo que hace que te quiebres es que todos los recuerdos vienen a tu mente y tu cuerpo tiembla por la preocupación.
Es la sensación de pérdida y desespero el que te hace llorar de esa manera, es el extrañar vivir todo eso que te hacia bien, es pensar que no podrás tener todo eso en un largo tiempo. Eso es lo que siente uno en una despedida.
Me dijeron que no tengo que llorar en una despedida jamás porque eso trae mala suerte, mal augurio.
Lo único que pude hacer es rezar a los Dioses y pedirle al universo que todo nos salga bien.
–No puedo...– digo haciendo hasta lo imposible para no soltar lágrimas.
Siento mi garganta entumecida y mi cuerpo entrando en constante rechazo por todo lo que estoy sintiendo porque mi cuerpo quiere soltar el mar de lágrimas que tengo dentro pero mi cabeza no me lo permite y es tan irónico de mi parte ya que no dejo de pensar en todas esas veces que tenía a Eagan todos los días conmigo.
