PASADO
–Móntame preciosa.
No le veo el rostro estoy arriba de él moviéndome como una desquiciada pero mi espalda y mi trasero es lo que ve, él esta acostado mientras que sus manos me toman de las caderas sin dejar que me detenga.
–Eres jodidamente perfecta, te detienes Skade y voy hacer que te corras tantas veces hasta que llores. Así que no pares.
Soy nieve derritiéndose, así es como me siento y no dejo de rebotar en este falo enorme que solo me hace enloquecer.
Delicioso.
Un grito agudo sale de mi garganta sin poder aguantar como mis paredes se contraen por el orgasmo que me golpea haciendo que me desplome hacia adelante. No suelta mis caderas, al contrario las mueve más rápido y sé que me dejo marcas por la presión de sus manos.
Exquisito fuego que me envuelve y me hace arder en él.
Aroma a caramelo que me doblega, su riquísimo olor a hombre, a poder.
–Muy bien preciosa, estuviste gloriosa.
Dice levantándome y posicionándome de costado en donde mi cabeza queda recostada en su pecho con una de sus manos levanta mi pierna izquierda y vuelve a llenarme.
–Eagan...
Un jadeo se me escapa mientras que el gruñe detrás de mí, su otra mano se encarga de tocar mi clítoris y a mí me dan ganas de sollozar de tantas cosas que estoy sintiendo. Embiste y embiste. Arremete sin control y yo solo me encuentro perdida en esto, sintiendo como sus bolas rebotan contra mi trasero, y él no deja de lamer mi cuello sumiéndome a este ser que viene de las estrellas solamente para convertirme en una enferma que no se cansa de pedir más.
–Más... Eagan...más.
De nuevo son horas de feromonas peleando por destrozar al otro.
De nuevo somos nosotros olvidándonos de todo y dándonos cuenta que mientras estemos más alejados, más es el desespero y las ansias que nos convierte en dos seres que explotan y colisionan.
Le cuento lo de Holly y lo de Cyra y él me cuenta lo de Félix y Fulvio.
Fayna Fiammetta.
Sé quién es, sé su historia pero no sabía hasta hoy lo que siente por Eagan y por más que los demás y Eagan digan que no siente nada por él más que un simple polvo como me dijo mi infierno explicándome lo que significaba, de lo cual Fulvio fue el encargado de hacérselo saber. Sé que si lo hace y sus sentimientos pueden ser un capricho, puede ser ese deseo descomunal que sienten los seres de fuego y lo entiendo, lo hago porque sé lo que es estar con uno.
No me genera celos, solo me da curiosidad más que nada sus palabras:
"¿Crees que no puedes sentir nada más por otra persona?"
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AETERNUS
FantasySon los próximos herederos. Son una profecía. Son la muerte. Obra Registrada por Safe Creative 2109039157322