Prólogo

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I Parte

En este hogar vive esta descendencia
Hay fiesta y música con ritmo sin igual
Es la familia Madrigal, constelación perfecta
El mundo encantando, con su brillo personal

Está es la familia Madrigal
Hogar de gente Madrigal
En donde todos son fantásticos y mágicos
Es la familia Madrigal

La abuela lleva el show
Los trajo aquí y a todos los cuidó
Y cada año hay más bendición

La Abuela Alma sonreía con alivio por primera vez en años, admirando la devoción con que la gente ayudaba a su familia a reconstruir su amada casita.
Escuchando la adorable canción que Mirabel entonaba, miró con atención como levantaban el retrato de su esposo y lo colocaban en la nueva pared recién construida.

Sin darse cuenta, se acercó a este cuadro de forma lenta hasta quedar lo suficientemente cerca para admirar los ojos de Pedro.
"¿Sabias que tu ojo izquierdo mira al pasado y el derecho predice tu futuro?", el recuerdo de aquella conversación y la voz gentil de su esposo casi la hace soltar un sollozo.
"¿En serio?", habia respondido ella. "No te creo, tu siempre estás bromeando"
"Te digo la verdad ", recordó aquella hermosa risa. "Acércate y compruébalo "
Su yo joven hizo lo que le indicó, grabando ese color café tan lleno de vida en su memoria para siempre.

Toda historia debe tener un inicio, así como toda familia un lider; y en este caso, Alma Madrigal, era la Matriarca.
Ella se encargó de criar y aún de guiar los pasos de aquellos que ocupen su apellido.

Eran su orgullo y su más grande posición, es por ello que prometió cuidarlos a toda costa.

Desde ese día.

Alma era una chica alegre que encontró el amor en un joven amable y amoroso. La vida se encargó de darle una felicidad inmensa, misma que se encargó de arrebatarle ese día junto a gran parte de su pueblo y su alma gemela.

Con 3 niños que cuidar y un pueblo indefenso que acompañar, se le fue concedido un Milagro para que pudieran estar bien.

La preocupación de no aprovechar bien el Encanto que se le concedió, el miedo de perder en algún momento la poca esperanza que les dió, la llevó a ponerse firme y priorizar el bienestar de los demás sobre el suyo.

No hubo tiempo para llorar.
No hubo tiempo para sanar.
Solo un actuar para proteger a sus 3 pequeñas mariposas.
Siempre suplicándole a su esposo su compañía y preguntándose que hubiera pasado si él aún estuviese ahí.

A veces las circunstancias nos llevan a tomar ciertas decisiones que creemos las correctas, más con el tiempo nos damos cuenta que por no querer dañar a nadie, lo terminamos haciendo.

Cuando Mirabel le hizo ver su error, el sentimiento de culpa nunca abandonó su pecho hasta que su nieta la estrujó entre sus brazos.

Una cosa era el exigirse ella, y otra muy diferente exigirle a su familia. Se perdió tanto en el sentido del deber que, se le olvidó la verdad finalidad que debian transmitir sus dones.
Para quien verdaderamente era ese Milagro.

Ahora estaba decidida a enmendar todo, permitiéndoles a sus hijos y nietos el tomarse el tiempo para ellos mismos y ayudarlos en el resto del camino.

Agradecida con el pueblo, quienes devolviéndoles el favor de años atrás, pondrían de su parte para ahora ellos proteger a la familia Madrigal.

O talvez, protegerse mutuamente, como debió haber sido desde un inicio.

Let's talk about the Madrigal's 🦋🌱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora