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Camilo iba a paso lento hacia la casa de Thiago, aun era temprano y todo en casa era un caos por los preparativos de la cena, así que no habia prisa.
Ya había avisado a Mariano, Diego y por último a Gabriel sobre la invitación.
Mariano le respondió como era normal en el Guzmán, cortés y ansioso por estar en cualquier actividad que involucrara a Dolores.

Diego habia aceptado gustoso y con un poco de pena, puesto que no habia pisado tantas veces la casa de los Madrigal como le gustaría. Además, sintió bastante repentino que solo él fuese invitado y no su padre.
"Una última cosa", habia alcanzado a decirle al rizado. "Perdona la intromisión pero, ¿Sabes por qué Luisa no vino hoy?"
Camilo habia pasado su mano por sus cabellos y respondió, "Hoy tuvo mucho trabajo en el pueblo. Paredes que mover, casas que reparar y así".
Diego habia asentido, demostrando que comprendía la ausencia de su prima; pero, Camilo sospechaba que el Osorio pensaba que Luisa lo estaba evitando.
No lo estaba evitando, bueno...quizá no del todo.

—Ay Luisa, ¿Por qué no le das una oportunidad al chico?— se cuestionó, mientras continuaba su camino y saludaba un par de personas.

Por otro lado, Gabriel mostró un gesto de cariño y agradecimiento. El Herrera apreciaba mucho los actos bondadosos que los Madrigal les habían otorgado desde que llegaron; y por consiguiente, no podían rechazar una invitación tan especial como esa.

Él no había querido ser el mensajero en esa ocasión, talvez tendría mejores cosas que hacer...pero no, andaba dando vueltas por el valle desde temprano.
Recordó como las plantas de Isabela y los animales de su hermano menor lo habían sacado casi a patadas de casita para que cumpliera con su parte.
Gracias a eso, habia tenido que sacar un par de plumas y hojas de su perfecto peinado.

El chico rascó su espalda, sintiendo una pequeña incomodidad por sus hombros. Sin embargo, ignoró esto al ver la casa de su objetivo frente suyo.
Analizó las opciones que tenía para acceder a ella, llamándole la atención la ventana que daba justo al cuarto del muchacho. Así que, no lo pensó más y subió por el balcón como si hubiera hecho eso ya veces atrás.

El joven músico yacía recostado en su cama, con su libreta de apuntes en mano.
"Addicted to You", título la canción que habia compuesto pensando en cierto Colombiano que no abandonaba sus pensamientos.
Santiago percibió una mirada sobre él justo al terminar sus anotaciones; por ello, volvió su vista a ese punto al instante en que Camilo le sonreía, sentado como si nada en su ventana.

—¡¿Por qué siempre tienes que asustarme?!— Gritó, escondiendo su cuaderno bajo una de sus almohadas.

—¿Tan feo soy?— dijo, tomando asiento junto al Rodriguez.

—No, al contrario — suspiró, tratando de ver a su emisor a los ojos. —Pero, ¿Qué haces aquí? ¿Y por qué entras por mi ventana?—

Camilo sonrió ante el cumplido que el menor le dió, inconscientemente. —Mi familia los espera ahora para cenar en casita— se acomodó mejor en el colchón, haciendo que sus rizos rebotaran sobre su rostro. —Y, la ventana estaba abierta —

—La puerta también — mencionó en un tono de confusión.

El Madrigal levantó sus hombros, sin darle importancia, volviendo a sentir ese pesor sobre su espalda.

—Tu oferta es muy linda, pero eso debes mencionárselo a mi abuela o a Gabriel —

—Ya lo hice y Gabe accedió — rascó su espalda nuevamente.
Santiago iba a cuestionar, pero Camilo no le permitió articular palabra. —Sé que no era necesario que viniera a decirte en ese caso, pero quería invitarte personalmente—

Thiago tragó en seco, nervioso ante tan sincera y hermosa declaración.
El rubio formó otro gesto de incertidumbre ante la incomodidad de su invitado al rascarse su espalda y hombros.
—¿Qué tienes?—

Let's talk about the Madrigal's 🦋🌱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora