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Carolina daba golpecitos con su tenedor en el plato, debatiéndose entre si preguntar o no.
Ella y Mirabel habían notado comportamientos extraños durante las últimas semanas por parte de ciertos miembros conocidos después de aquella noche lluviosa. La mayoría ya sabia lo que se traían entre manos, pues no eran muy buenos despistando; aun así, quería escucharlo de ellos mismos.

Sacar a la luz un secreto como ese era un gran paso, para ellos de admitir y ver que sus familiares lo aceptaran. Así que, la de apellido Garcia aguantó solo unos segundos más antes de bajar el cubierto y hablar lo más tranquila posible. Solo unas indirectas y bastaría para revelar la verdad.

—Entonces, ¿Vamos a hablar sobre los Madrigal?—
Nada mejor que una indirecta bien directa en el lugar exacto.

Y más les valía no decir "No hay nada de que hablar", pues se podia empezar por el hecho de que han estado más apegados con dicha familia, y no por compromiso, sino porque amaban su compañía.
Los visitaban más seguido y se quedaban conversando por horas.

—¿Hablar de qué?—
Gabriel sonrio nervioso, intentando sonar convincente sobre no saber nada del tema.

—Exacto, no hay nada que decir— Santiago daba pedazos de fruta a su camaleón, sin desviar su mirada a la chica.

—¿En serio?— cuestionó, levantando una ceja y suspirando. No quería llegar a decir esto, pero si no habia de otra. —Santi, escucho cuando tu novio te rapta por la ventana en las noches —

—¿Cuál ventana?, ¿Por qué hablas de Camilo?— hablo veloz, viendo a Caro con inquietud.

—Yo no dije nombres— Carolina se cruzó de brazos y sonrio victoriosa. Siempre funcionaba.

"Mierda", susurró el rubio.

—Ya ven que si hay mucho se que hablar — Sostuvo su mirada ahora en Gabe, quien asentía ya rendido. —¿Qué es lo que está pasando exactamente?—

Sabia que en algún momento debía dar explicación de su actual relación, pero no se imaginó que sería ahí y ahora.

"¿Y bien?", pensó la castaña, mostrando un gesto con su mano que indicó a los contrarios que hablaran.

Sara se mantenía al tanto de lo que dirían, aunque ella ya habia visto venir el desenlace y en lo personal, estaba muy contenta por ellos.

"1...2...3", contó en su mente en lo que ambos se atrevían a hablar y ella atendía al bebé.

—Estoy saliendo con... "Bruno", "Camilo"
Dijeron al mismo tiempo, causando un eco en la habitación.

La de trenza cubrió su boca por la emoción. Tenia ganas de correr justo ahora donde la rizada para contarle que sus plan dio resultado y sus sospechas eran ciertas.
—¡Felicidades, eso es estupendo!—

—¿Que significa "salir"?—
La suave e inesperada voz de Luz los hizo voltear hacia ella.
Esa tan sola pregunta, resonó en la mente de su padre y lo hizo recordar que tenia mucho que explicar a su hija. No sabia como se tomaría lo siguiente.

–Es cuando dos personas se aman y se juntan para conocerse mejor— respondió Sara, pues Gabriel se habia tardado un poco y la chiquilla se estaba preocupando de haber dicho algo malo.

—Entonces, ¿Papá ama a Bruno?—
Luz era muy lista y el pelinegro estaba muy orgulloso de eso.

—Si, mi amor— afirmó, rogando al valle que su hija lo comprendiera. Talvez era mucho pedir, puesto que era apenas una niña, pero Gabriel anhelaba el apoyo de su persona más querida, en esta situación nueva que estaba viviendo.

Let's talk about the Madrigal's 🦋🌱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora