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Luisa depositó todos los burros cerca del corral, donde aun no habían rastros del joven.
La mayor acarició sus brazos, pensando en que quizá había tardado mucho, cuando vio al joven Osorio aparecer.

Mirabel vio al chico que tenia la misma edad que su hermana. Se veía lindo y dulce de cierto modo, ya comenzaba a ver el motivo de que su hermana tuviera la cabeza en las nubes.

—Luisa, lamento llegar tarde— "Hasta su voz es tierna", pensó Mirabel.
Vaya que su hermana había escogido bien.
—Es que esas gallinas me van a volver loco uno de estos días— rio antes de fijar sus ojos en la rizada. —¿Ella es tu hermana?—

Luisa jugó con sus manos, rogando al cielo que su nerviosismo no fuera notorio. —Si, es Mirabel— presentó.

—Un gusto, soy Diego— sonrió.

—Un placer igualmente — le devolvió el gesto con la energía que solo ella podía transmitir.

—¿Y cómo va Petunia?— cuestionó, acariciando al asno, mientras el resto entraba al corral.

—Ya casi llega el dia— mencionó en un murmullo.

Un silencio se plantó entre ellos. Ambos querían hablar pero no encontraban por donde comenzar, hasta que: —Oye Lu-luisa...¿Te gus- te gustaría ir por un café más tarde?—

La castaña sonrió alegre, para de repente cambiar dicha sonrisa por una mueca de tristeza.
—Gracias, pero no me será posible. Tengo muchas tareas, ya sabes—

—Si, quizá otro día — mencionó con resignación, viendo a las chicas irse.

Mirabel no aguantó más el silencio, solo se aseguró de que estuvieran lo más lejos posible de Diego y se plantó frente a Luisa.
—¿Qué fue eso?—

—¿Qué fue qué?— Si conocía bien a la morena, esta sería una larga conversación.

—Lo rechazaste— Obvio, elevando sus brazos en exageración.

—No, claro que no—

—Vamos Luisa, él es un joven bastante adorable. Y seguro es el motivo de tu ensoñación —

—No se de qué me hablas— decidió redearla para huir de ahí.

Pero Mirabel la seguía, poniéndose frente a ella cada que podía. —Se nota que a él también le gustas—

—¿Cómo crees Mira?, él solo intenta ser amable — habló en un tono tranquilo hacia la menor. —Chicos como él quieren a chicas delicadas. No como yo—

—Pero tu eres bella y fuerte, eso supera lo anterior por mucho— enumeraba, cambiando su exaltación por un tono más comprensivo. — Solo inténtalo —

Sin embargo, la mayor no negó y caminó de regreso al pueblo. —¡No escapes del amor hermana!—

—Cállate o Dolores oirá — gritó irónicamente.

"Probablemente ya lo hizo o quizá no, por estar en su cita"
Conocía bien las cosas que ocupaban la completa atención de su prima, y Mariano era una de ellas. Así que, habia un 50/50 entre si aún era un secreto o ya era de conocimiento de Dolores.

●....•°......○

Pepa extendía sus manos hacia el frente, las miradas de los Señores y la de su sobrina no ayudaban mucho, se sentía nerviosa.
Pero, ese sentimiento ayudó a aflorar la pequeña nube que aumentaba de tamaño sobre su cabeza.
Con sus manos ya alzadas, la rizada trató de mover la llovizna antes de que esta cayera y la empapace.

Let's talk about the Madrigal's 🦋🌱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora