Día 10: Parche
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Después de que lo marcase, le pidió a Sherlock que alcanzara su bolso. Estaba sobre el suelo, a los pies de la cama, pero se sentía desfallecer por la debilidad y temía caerse de bruces si intentaba ponerse de pie. No estaba seguro de si atribuírselo del todo a la mordedura o a que había reducido las dosis de medicamentos de forma repentina.
Luego de entregárselo, Sherlock le rodeó la espalda para ayudarle a mantenerse erguido mientras hurgaba en uno de los compartimentos interiores. Encontró la caja de parches que había comprado en una farmacia de camino al apartamento y se la tendió.
―Debí saber que también pensarías en esto ―dijo mientras la abría―. Aunque de habérmelo dicho antes los hubiese conseguido por ti.
―Fue idea mía, Sherly. Es suficiente con que me ayudes a ponerlo en su lugar.
―Primero la limpiaré, y ni pienses en negarte ―le advirtió al tiempo en que se incorporaba. Dejó el cuarto antes de que William pudiese responder.
La parte baja del cuello continuaba palpitándole y notaba que su temperatura era algo más alta de lo habitual; sin embargo, no iba a desencadenarse su celo aún. Podía permanecer a su lado un poco más, y pensarlo le insufló un gran alivio.
―Esto te arderá un momento ―lo oyó decirle tras regresar, y enseguida le indicó que se volteara. El contacto de la gasa con desinfectante lo hizo estremecerse, y en efecto, un dolor agudo lamió el lugar en que Sherlock había enterrado sus dientes. El solo recuerdo causaría que sus feromonas se alborotaran, así que luchó por controlar sus pensamientos hasta que le sintió colocar la banda con forma de rectángulo.
Se volteó hacia él y recibió un beso en la frente. Cerró los ojos y suspiró feliz, rodeado por su fresco aroma.
―¿Por qué de repente quisiste que lo hiciera? ―inquirió Sherlock después, mientras se acomodaban de nuevo en la cama y quedaban frente a frente― Creí que te oponías a las costumbres relacionadas con nuestras clases.
―Quería tener algo de ti, y al mismo tiempo darte otra cosa a cambio ―admitió, entornando los ojos. Durante mucho tiempo había olvidado sus propios deseos en pos de sobrevivir junto a su hermano, e incluso en ese momento temía estar siendo egoísta al haber atado a Sherlock con el vínculo―. Aunque si hubieras dicho que no, lo habría comprendido. Es probable que necesitaras más tiempo para pensarlo y...
―No hacía falta, ¿cómo iba a disgustarme la idea de estar conectado a ti? ―espetó, algo frustrado―. Estos seis meses no han sido en vano, Liam.
Su determinación le hizo sonreír y negar con la cabeza.
―Eres sorprendentemente sincero y decidido algunas veces.
―Si no lo fuera, no te habría conquistado ―repuso, y no perdió la oportunidad de robarle un beso.
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Deseo sin fragancia
FanfictionWilliam James Moriarty procura esconder la clase a la que pertenece para evitar la discriminación y llevar una vida normal. Cuando Sherlock, un alfa, lo conoce, no logra identificar qué es lo que tanto le atrae de él. Omegaverse. Universo alterno...