-celos-

3.4K 343 19
                                    

Ekko miró con atención aun costado suyo y rió al ver aun notablemente celoso y a punto de atacar alfa. Se acercó un poco más a su nuevo mentor, Viktor. Hace unos mese atrás había pasado un altercado entre Piltover y Zaun, algo referente a tráfico de material Hextech y su mal uso, habían abierto convocatorias para cualquier joven con algún proyecto científico o social provenientes de Zaun, no preguntaban de dónde habían sacado el material y podrías ganar una beca para hacer realidad ese sueño. Él había ideado una nueva forma para purificar las aguas zaunitas, había pensado en eso toda su vida, sus padres habían muerto por esas aguas contaminadas cuando aún era muy chico y había visto a muchos de sus amigos fallecer por el mismo. Vi se enojó mucho porque nunca le dijo de su idea, él podía ahorrarse todo ese protocolo siendo ella la pareja de la heredera de una de las familias que pertenecían al concejo. Pero él era mejor que eso...

—...entonces así podrás unir las dos corrientes para que hagan su función, el resultado: agua limpia de nuevo.

—¿Usted nunca pensó en regresar a Zaun?

—Supongo, de visita, pero tampoco es mi tierra, nunca lo fue. Yo vivía en las fisuras, solo soñaba por algo mejor para ellas, y el único lugar en donde podía hacerlo era aquí. —digo el soñador mientras guardaba los viales con pruebas de agua. — ¿Y tú? ¿Qué piensas de Piltover muchacho?

—No lo sé, hay... cosas interesantes.—dijo sonriendo de lado y tocando su nuca de forma coqueta.

Viktor lo miró un momento seriamente y luego soltó una risa que hizo sonrojar al menor. Jayce tras la puerta entreabierta solo atino a apretar los dientes.

—Hay muchas mentes brillantes en Zaun, todos los chicos tienen algo que ofrecer. Heimerdinger me dijo que estás usando tu parte de la beca para mantener en pie un lugar para víctimas de la corrupción.

—See, pues yo digo que el profesor es muy pequeño para mantener un secreto.—contestó dándose la vuelta en la silla giratoria por la mirada de orgullo de Viktor.

—No te preocupes, es tu dinero, puedes hacer lo que quieras con él... harás cosas grandes joven Ekko.

—Espero algún día ser como usted. Es increíble que sea omega... sin ofender. Pero ya sabe, no hay peor impedimento que la sociedad cuando eres omega, mujer, pobre o de color, ¿no?

—Gran observación, pero trabajé duro y mucha gente vio lo que podía hacer... a pesar de ser omega. —Viktor guardó con cuidado las herramientas que habían estado utilizando.

—Y... usted.—Ekko tosió al sentir seca su boca.—Ya sabe, no tiene marca, ¿Tiene pareja?

—Bueno...

—¡Cariño! ¿Terminaste por hoy? quería que fuéramos a cenar esta noche, ¿Qué te parece ir a ese restaurante nuevo que tanto te gustó la otra vez?

—Jayce...— suspiró con una sonrisa Viktor. —Ekko, este es el concejal Jayce, Jayce este es Ekko, es uno de los muchachos que ganó el concurso zauinita de proyectos hextech.

—Un gusto conocerlo, señor.

Jayce sonrió muy apenas y estrechó su mano, de tal forma que Ekko pensó que nunca la soltaría.

—Mucho gusto Ekko, MI PAREJA me contó mucho sobre ti, sobresaliente eh, haciendo todo eso con MI invención hextech.

Viktor solo atino a sonreír por lo tonto de la situacion.

—Bueno Ekko, nos veremos mañana a la misma hora, estamos progresando más rápido de lo que pensaba. Seguiremos así, ¿Está bien? Hasta mañana.—Con cansancio arrastró a su novio de ahí.

Lo último que vio el omega fue a un confundido Ekko despidiéndose con su mano levantada.

—¿Por qué no le dijiste que soy tu pareja a ese niño?

—Primero, ¿estás celoso de ese niño?

—¿Debería? Yo creo que no, digo: soy guapo, rico, inteligente, te amo con locura y soy buen proveedor en todos los sentidos, sobre todo sexual.—Se detuvo a explicar. —, no hay nada...

—Exacto, por favor Talis, no confundas las cosas, el niño tiene 16 años, solo siente admiración, como la siente por el profesor Haimerdingger, además, le iba a decir quien era mi maravilloso novio, pero ese maravilloso novio entró sin dejarme hablar.

Jayce se sonrojo notablemente, odiaba esa parte narcisista de él, que salía en los peores momentos. Siempre le metía en problemas, ya se lo decía su mamá.

—Bien, ahora que todo está claro, llévame a ese restaurante, oh gran proveedor. —Le sonrió coqueto su compañero antes de tomar su mano de nuevo y arrástralo fuera de la academia.

*Imagen por sundaycat3 

-OMEGACEMBER- Jayce/ViktorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora