-gruñido-

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Al principio, a Jayce no le gustaba visitar Zaun, y pensaba que su socio pensaba igual. Es cierto que sabía de su sueño por mejorar aquella parte oscura de la región, pero nunca pensó que tenía que "estar, estar" en el lugar. Aunque después de que Caitlyn y Vi fueran compañeras de equipo en la academia de cadetes, había ido al bar de los padres de esta última, por propia invitación, pero nunca bajaba solo, y ahora sabia porque.

Todos le miraban extraño en la calle. Tratando de robarle algo, venderle algo u ofrecer algo. Aunque pensándolo bien, era su culpa por bajar así vestido. Hasta Viktor se cambiaba diferente para pasear por sus viejas calles. Él había bajado con su uniforme pulcro de la academia. Se dijo como mantra que solo estaba ahí por su novio, que tenía que caminar unas calles más y llegaría al bar. El omega había ido para hablar con Silco, algo a un nuevo proyecto que estaba por comenzar, referente a traer a las mentes brillantes; el quería invitar a Powder, pagar parte de su beca para cubrir sus medicamentos de su esquizofrenia. El consejo rehusaba dar algo de dinero para eso, porque no querían tener a un científico loco deambulando por sus calles, al principio también pensó lo mismo. Pero como siempre, su pareja llegaba a conclusiones e ideas fuera de lo convencional, y eso le encantaba, veía lo mejor de las personas; parecía que a Vander le encantaba la idea, igual a Vi, pero Silco parecía reacio a dejar ir a su bebe, pero estaba seguro que lo convencería.

Por fin llegó a su destino, había un grupo de gente que no le dejaba entrar, parecía que les iba bien en el negocio, pero cuando vio que la barra estaba vacía, salvo por Silco, Viktor y otro sujeto alto con una moha y varios tatuajes en el rostro, pensó que tal vez era otra cosa.

—¿No te parece extraño? ¿Qué estos piltillos vengan y se lleven lo mejor de Zaun? Ya se llevaron a la Vander Jr, ahora quieren a la loca genio de tu niña, no se conforman con nada esos estirados.

La cara de Viktor era de enojo total.

—Finn, eres la muestra perfecta de lo que estos vapores tóxicos le hacen a la gente, te voy a pedir que salgas de aquí sin hacer escándalo. Mi marido no tarda en llegar y odiaría que se encontrara con tu hedor putrefacto de alfa de quinta. — dijo Silco con la voz más filosa que había escuchado.

Se maldijo internamente, por esa razón quería que Viktor le ayudará a estabilizar el martillo hextech que le había mostrado. Todos estos idiotas podrían salir volando de una sola descarga, aunque usar sus puños no le parecía mala idea...

—Bueno, déjalos que se las lleven, podríamos intercambiarlo por esta hermosura de aquí...— dijo ese tal Finn mientras acariciaba la barbilla de Viktor.

Si, sus puños eran buena idea. Con un gruñido que dejó a todos pasmados, pasó por todos los cuerpos ahí presentes y se abalanzó al delgaducho hombre. Todos estaban un poco en shock pues nadie se esperaba a uno de ahí arriba peleando a puño limpio con un varón químico, en el suelo de un bar de Zaun.

—¡Jayce, espera!

Ni siquiera el llamado de Viktor hizo que parara sus golpes, el otro ya había dejado de luchar. Realmente usar la voz de alfa o el gruñido, era algo que podría descolocar a alfas más débiles y parecía ser el caso. Pero después de unos segundo todos volvieron en sí y estaban a punto de brincar para alejar al alfa piltillo de su jefe pero el sonido de una voz y gruñido más fuerte y experimentada de un alfa le llegó a los oídos a los presentes.

—¿Se puede saber qué hacen ustedes en mi bar, escorias?

—Alfa...— susurro Silco.

Vander, Vi y Sevika llegaban, los tres habían salido para mostrarle a la pelirosa un nuevo lugar, donde Sevika y ella entrenaron a las personas mas vulnerables para escapar y defenderse de esa misma gente que llegó a su preciado bar, con su preciado omega. Vander sabía perfectamente que su esposo y su hija más pequeña podían defenderse, pero odiaría ver a su pareja con manchas en sus preciadas manos.

Jayce por fin se compuso y se levantó apenado, ese no era su lugar y claramente no había tenido control.

—Yo.. ellos...—Finn vio con horror como su séquito se retiraba del lugar, tras la llegada de los tres alfas en la puerta.

—Si, eso pensé, fuera de aquí.— le dijo en un gruñido Vander.

Vi corrió a ver a su papá Silco cuando Finn salió del bar cojeando y con la cara molida a golpes.

—¡Papá! ¿Estás bien?—le pregunto Vi mientras lo revisaba concienzudamente.

—Si, estoy bien, linda. Pero parece que tu amigo no tanto.— le dijo mientras paraba las manos inquietas de su hija mayor. —Llegan tarde los dos, estaba a punto de usar el truco secreto, sabes lo que le cuesta a Jinx volver a armarlo, la próxima vez uno de los dos se queda, ya no soy tan joven como antes...— regaño a los dos adultos que acababan de llegar.

—¿Qué dices? Si estás tan fuerte y bello como la primera vez que te vi...— le dijo Vander con amor a su marido.

—No...tientes tu suerte Vander.— amenazó sonrojado Silco mientras volvía atrás de la barra.

Viktor se acercó a Jayce mientras la tensión desaparecía del ambiente. Vi hablaba con sus tía sobre si era buena idea hacer algún cateo a la zona de Finn, solo para mostrarle su lugar en el distrito, el decidió limpiar la herida de su novio con el botiquín del bar.

—¿No hablaras conmigo Viktor?

—Eres un tonto, ¿Cómo se te ocurre brincar así contra un barón químico con todos sus monos presentes?

Jayce río un poco antes de interrumpirse por el ardor en su labio, no había salido tan lastimado pero uno de los anillos de metal de aquel animal se había estrellado contra su boca y mentón.

—Gran gruñido por cierto, casi logras que caiga.

—No quería que nadie cayera, quería que ese cerdo te quitara las manos de encima.

Antes de que Viktor pudiera responderle, Vander llegó a su lado.

—Bueno muchacho, todo salió bien, muchas gracias por llegar justo en el momento.

—Eso debería decir yo señor.

—Serás un buen alfa cachorro, trata de no meterte en problemas.

Viktor negó con la cabeza pensando que era imposible que su novio no se metiera en problemas en el futuro, pero también sabía que siempre era por las razones correctas, tal vez debería ayudarlo con su martillo después de todo.

*Imagen por scritch scritch.

-OMEGACEMBER- Jayce/ViktorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora