-OMEGACEMBER- Jayce/Viktor

-dominación asertiva-

Después del incidente en el bar de los padres de Vi, Jayce se había sentido un poco frustrado. Sabía que le habían dado una buena educación como alfa, pero al ver cómo Vander llegaba y su sola presencia hizo que todos se detuvieran. Había escuchado historia... viejas historias La Ira Descontrolada de Zaun, Vander. Nunca pensó realmente que quisiera usar su voz de alfa para dominar a las personas, como científico le parecía desagradable. Pero muchos problemas se habían desencadenado tras la salida de Hextech, y ahora tenía un omega al que proteger. No podía quedarse con las manos cruzadas si es que acaso podía sacar partida de sus dones naturales.

—¿Piensas quedarte todo el día parado en la entrada del bar?

Una voz conocida le sacó de su ensoñación.

—Señor Silco, ¿Cómo está?

—Bien, ábreme la puerta, ¿Quieres?— Silco traía consigo algunas bolsas, suponía del mercado.

—Oh sí, claro, claro.

Abrió la puerta para que el omega pasará, dentro se encontraba Vander hablando animadamente con Powder, esta llevaba el uniforme de la academia y sonrió por eso. Que entrara había sido ayuda de Viktor y pensó que el también tenia que esforzarse por sus sueños, de los dos.

—¡Jayce, muchacho! ¿Qué te trae por aquí? Vi no se encuentra, está en turno doble. — la mirada cambió y miró a su hija de cabello azul.—Si es por algo que hizo Powder arriba...

—No señor, no es por eso, en realidad...— trató de aclarar el recién llegado.

—¡Oye! Me he portado más que bien en la academia.— dijo indignada. —Merezco un premio.

Silco llegó justo a un lado de su marido y sacó de una de las bolsas que traía una caja.

—Nadie te cree eso preciosa. Pero te mereces un premio por esconder bien tus travesuras de nosotros. Se buena y tráele a papá las llaves de su despacho ¿Si?

Jinx gritó feliz por la caja de sus pastelitos favoritos y salió volando del lugar a las escaleras del piso de abajo.

—Ya habíamos hablado de esto cariño. Hace unas semanas trajo un nuevo animal, que claramente le dije que no trajera, si la consentimos más...

—Oh vamos alfa...— le ronroneo Silco más cerca en su oreja.

Jayce comenzaba a sentirse incómodo por la conversación y las risas de las personas mayores ahí. Su mirada se fue al techo del establecimiento contando las luces rotas del lugar y los tablones sueltos y se preguntó si alguno podría caerle encima.

—Disculpa Jayce, ¿me decías que venías por...?

—Yo quería pedir su consejo señor. La vez del... incidente con el químio barón, Finn, usted me dijo algo sobre ser un gran alfa y... el gruñido.

Jayce paró un momento al ver que Jinx regresaba y le pasaba las llaves que había pedido Silco. A su vez, el omega se las paso a su alfa.

—No muevas nada mientras estés ahí, tengo unos...

—Te preocupas mucho, ya regreso...— Vander beso el entrecejo fruncido de su pareja mientras salía de la barra.

El alfa mayor le dio señales al otro para que los siguiera arriba. Entraron al despacho en cuestión. Estaba muy lúgubre por dentro pero tenía una gran vista a las calles, tenía una pequeña salilla que es donde Vander se sentó.

—Cuéntame entonces, ¿Qué pasa con tu gruñido?

—Más bien mi pregunta señor es... ¿Cómo usted, ya sabe, utiliza el suyo?

Vander miró sorprendido al joven alfa avergonzado frente a él y soltó una carcajada que hizo sonrojar más a Jayce.

—Lo siento, no pienses que me estoy burlando. Solo olvido que allá arriba son más... diferentes.

Jayce pensó brevemente que tenía razón. Eran muy diferentes con las castas y lo socialmente esperado de alfas y omegas. En Zaun parecía una constante lucha entre el poder, no importaba si eras alfa, podrías ser controlado por alguien mas fuerte que tu, había que tener cuidado...

—Aquí mi padre me enseñó de formas duras el sometimiento. Yo era muy diferente antes de unirme a Silco. Éramos amigos de la infancia y varias cosas pasaron después de descubrir nuestras castas. Mi padre vio o quiso ver en mí un poderoso alfa, para someter a otros, para someter omegas a mi antojo. Es un arma de doble filo niño, aprender a sobrellevar este lado de la naturaleza puede cegarte, varias veces estuve a punto de perder a mi pareja por eso. Enseñé a Vi cuando era lo suficiente mayor, pero ella creció aquí, aprendió a sobrevivir, y estoy muy orgullosa de ella, porque se que le costó adaptarse arriba con tu gente.— le dijo mientras preparaba y prendía su pipa. — Nunca fui partidario de utilizar mi gruñido, pero después de la guerra civil... supe que tenía que hacerlo, usar mi casta para proteger a mi familia, para cuidar a los que no podían protegerse. Dime muchacho, ¿Para qué quieres desarrollar tu lado alfa?

Jayce cerró los ojos con el ceño fruncido. Las palabras de Vander le quemaron la mente por un momento: ¿Proteger o arriesgarse a perder a su omega? El era diferente, él podía controlarlo; protegería a su omega, cuando lo necesitara, e igual que el alfa frente a él lo usaría para proteger a los débiles, por su sueño hextech.

—Para protegerlos a todos señor.—contestó al fin, con un tono seguro y una mirada comprometida.

—Respuesta correcta muchacho.— le sonrió Vander mientras soltaba el humo al aire. 

*Imagen por callfrye