-ronroneo omega-

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Hace unas semanas que Adrien había llegado al mundo y era el mismo tiempo que Viktor no dormía. Se preguntaba porque era más sencillo quedarse días despierto para sus proyectos que atendiendo un bebe, pero cuando escucho llorar al niño supo porque... los proyectos nunca le le despertarían cada 3 horas por comida.

—Aquí estoy contigo mi amor, espera un momento...—susurro en medio de la noche.

Jayce estaba fuera en ese momento, no era un mal padre y lo ayudaba constantemente para que pudiera tomar siestas, pero Jayce no podía amamantar al niño; Adrien había nacido pesando muy poco y le recomendaron amamantarlo por los primeros meses, sin fórmula, para estabilizarlo. Su cabeza palpitaba mientras pensaba con un poco de coraje irracional a su pareja, realmente no tenía porqué culparlo, él le había dejado claro que el proyecto que tenían ahora era de suma importancia, si perdían tiempo, todo se iría a la basura, y todo eso se lo había exigido el mismo, Jayce había objetado que no había nada más importante de el bebe y el, pero Viktor no daría su brazo a torcer.

—Estoy tan cansado...— dijo mientras veía como el bebe se prensaba en su pecho.

Eso era muy incómodo, el niño succionaba con mucho ahínco, aunque hace unos días había comenzado a sentir dolor en el pecho, como si la leche no pudiera salir y su pecho dolía de lo hinchado e irritado que estaba. Se notaba demasiado pues era casi puro hueso. El bebe devoraba cualquier nutriente que le llegaba en la comida. Suerte que su suegra, Silco y el Doctor le proporcionaban comida (asquerosa pero sana) con altos niveles nutricionales y reservas de vitaminas ilimitadas, le habían aconsejado también unos masajes suaves, hace unos días, pero eran tan vergonzosos y sus manos eran muy frías para poder sentir algún alivio

—No puedo hacer esto, yo... no se...

Se dijo tristemente mientras acariciaba la carita de Adrien. Algo dentro de él se comenzaba a desarrollar después del nacimiento de su primogénito. Todas las conjeturas eran para la dichosa depresión post parto, y tal vez una gran parte a su dolor de pecho. Estaba feliz, claro que lo estaba, pero una parte de él se sentía agobiado por la idea de ser padre. Él no tenía mucho de donde tomar dada su situación, huérfano a temprana edad, cobijado solamente por la academia por suerte ilógica. A Jayce parecía caerle muy bien la paternidad, todo le salía tan natural a él. Pero no poder darle pecho con tranquilidad a su hijo era frustrante.

—No tienes que preocuparte Adrien, estamos haciendo todo lo posible para que el mundo que vean tus ojos sea mejor, para todos...—le dijo a su bebe, aun con lagrimas en los ojos.—Tu padre es un tonto a veces pero es un buen hombre, muy inteligente. No más que yo, obviamente...— rió quedito por lo último, el niño comenzó a verlo con ojos curiosos. — Pero los dos nos esforzamos, tal vez yo no sea el mejor padre, pero te amo y siempre voy a querer lo mejor para ti...

—Nosotros también te amamos.

La voz de Jayce asustó a Viktor, haciéndolo que brincara en la cama, cosa que también espanto al bebe, haciéndolo llorar. El omega miró enojado a su pareja que entraba para ayudarlo a cargar a Adrien, para calmarlo y sacarle el aire después de comer. Cuando se acercó a Viktor, vio como este escondía su pecho de él. Adrien paró de llorar rápidamente, y lo acomodo en su hombro para hacerlo repetir.

—Caitlyn me dijo que tenías problemas con... eh, tu pecho.

—No te preocupes por eso, me las puedo arreglar. Además el proye...

—El proyecto está acabado y en la mesa esperando ser aprobado para la acción. Todas las pruebas fueron un éxito y se siguió al pie de la letra lo que acordamos. Ahora, estoy preocupado por mi hermoso esposo y el dolor en su pecho.

Viktor lo miró sonriendo y con los ojos brillosos por la noticia de su proyecto, un peso menos se sentía sobre sus hombros. Justo en ese momento Adrien soltó el aire y Jayce lo pudo depositar en su cuna al lado de la cama matrimonial. Con cuidado se quitó su saco y lo puso en la mecedora cercana.

—Ella me dio un folleto hoy justamente, donde explican como poder aliviar el dolor y relajar un poco la hinchazón, ven...— le dijo el alfa mientras calentaba sus manos frotándolas.

Viktor con cuidado se movió más cerca de su marido y dejó que este deslizara su bata para dejar expuesto su pecho, no pudo evitar gemir de dolor cuando el otro tocó uno de los más afectados pechos, haciendo movimientos alrededor de su pezón. Poco a poco, el dolor se fue dejando solo algunos suspiros queditos, dejando ver que le estaba ayudando bastante. Entonces sintió algo cálido deslizarse por su pálido pecho hasta su ombligo; la leche comenzaba a salir de sus pezones, la sensación lo hizo ronronear gustoso.

—Parece que eso era lo que necesitabas cariño, ¿Por qué no me dijiste antes? ¿Te apenaba un poco?

—Solo... un poco.—Le contestó el omega entre suspiros.

Jayce terminó su trabajo con ese pecho y pasó al otro; para cuando terminó, todo el cuarto estaba lleno del olor de Viktor y su leche; ¿era enfermo de parte del heredero Talis estar tan excitado por esos dos olores? Realmente no le importo pensar mucho en eso cuando comenzó a besar a su pareja; en el beso podía sentir vibrar la boca de su omega por el ronroneo que le regalaba, dejando ver que estaba feliz por las atenciones de su alfa. Jayce bajo por todo aquel pecho cubierto de leche, que su hijo lo perdonara por robarle a su padre en ese momento, pero llenaría a otro de atenciones por un tiempo. Ahora podía darse el lujo de atenderlos como prioridad máxima después de cumplir con el dichoso proyecto, en su cabeza solo estaba el satisfacer a su omega y no había nada que lo detuviera por la próxima hora. 

*Imagen por iam_creamatorium

-OMEGACEMBER- Jayce/ViktorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora