Viktor miro con detenimiento el lugar. El mercado de Jonia estaba lleno de delicias culinarias, frutas y verduras frescas. Respiro la tranquilidad del ambiente. Cierto que era un hombre de ciencia, pero también podía disfrutar de la naturaleza; de ahí venía la inspiración, la creación misma de la materia.
Su alfa había decidido pasar allí su luna de miel atrasada. Sabía que también quería averiguar algunas cosas sobre runas y magia, que estuvieran en vacaciones no quería decir que la curiosidad al conocimiento se muriera. Eso estaba bien, mientras se tomaban una bebida preparada joniana, en el balcón de su habitación, en las aguas termales o en el bosque, leía o compartían algo nuevo que vieron en el lugar, de verdad eran una pareja perfecta, la una para la otra.
Miro con detenimiento unas frutas del lugar y decidió comprar dos, Jayce se encontraba en un templo cercano preguntando por unos pergaminos así que le guardaría una, la persona atendiendo le dio una sonrisa y le ofreció un poco un juego de la región gratis. Lo aceptó con una sonrisa y se dio la vuelta para retirarse, pero una jovencita pasó corriendo frente a él, la esquivó magistralmente, pero no al papá de esta que corría a la misma velocidad. Chocaron y la bebida se derramó entre los dos.
-¡Lo siento! ¡Lo siento tanto!- Se disculpaba Viktor, no había sido su culpa pero lo hizo por inercia.
-¡Papá!- La muchacha regresó con el otro hombre y lo ayudó a levantarse.
-No tienes porque disculparte.- le dijo el extraño con una sonrisa dolorida. - Taliyah, te dije que te detuvieras. Tu padre no tarda en salir; no importa qué tan rápido llegues a la entrada, él no saldrá antes. - dijo mientras se levantaba del suelo.
Viktor sacó una servilleta de su bolsillo y se la entregó al hombre frente a él. El otro hombre no dejó de sonreír y le dio las gracias mientras se volteaba y se limpiaba su camisa. Miro interesado la espada que llevaba cargando a un lado, tenía unas argollas verdes, no el verde vómito zaunita, sino un verde limpio, como el que traía la primavera.
-¿No eres de por aquí verdad? Tu acento te delata...
-No, vengo de Piltover, de vacaciones.
Después de eso hablaron y se presentaron un momento mientras se secaban; le contó que venía con su alfa, que estaban recién casados. No sabía porque le decía todos esos datos personales, pero el hombre se veía como... como una persona muy simpática. Antes de que el otro hombre pudiera agradecerle por el pañuelo e irse de ahí, escucharon un revuelo en el templo cercano. La chica salió corriendo y los dos adultos le siguieron.
-¡Cómo osas decir que es TU omega, Alfa de pacotilla!
-Aquí el único alfa de pacotilla eres tú, forastero. Nunca tendrás a ese omega de primera, ni aunque volvieras a nacer.
Viktor miró con horror a su marido, peleando a mano limpia, con bastante dificultad, a un alfa jonio de dudosa higiene. Los dos daban vueltas mientras decían cosas sin sentido, la gente se reunió alrededor de ellos y no sabia que hacer, ¿Qué tal si Jayce rompió alguna regla de la provincia en la que estaban?
-¡Yasuo!- grito la persona que había mojado con su jugo.
-¡Yi!
-¡Papá!
La pelea se detuvo, con su alfa abajo del joniano. Seguro Jayce se hubiera reído si no estuvieran aún enojados y debajo del nombrado Yasuo. Suspiro mientras golpeaba su pie en la tierra. Todos comenzaron a marcharse cuando vieron que la pelea se había detenido.
-¿Qué pasó? ¿Por qué estás peleando con este extranjero? No me digas que volviste a tomar con tu hermano, ya te he dicho que...
-¡No es nada de eso!- paro rápidamente el alfa.- Estaba hablando con él y me dijo que estaba esperando a su omega, te apunto a ti, y yo...
Yi miro extrañado al hombre frente a él, pensando de dónde había sacado esas ideas. Y volteo luego a ver a Viktor quién iba a levantar al otro hombre del suelo. Se escuchó una carcajada de parte de Yi, quien se detuvo de su hija para no caer de la risa.
-Tonto alfa. - Paro de reír.- Viktor y yo estábamos juntos, estaba apuntando a él, no a mi. - le dijo mientras acariciaba su hinchado cachete.- ¿Así que él es tu alfa? Disculpa por mi esposo, a veces es muy impulsivo. - le comento al otro omega.
Después de aclarar las cosas, Yi le invito a un pequeño recorrido por su tribu, que quedaba montañas arriba, para compensar el mal rato. Para el enojo de Jayce, su socio aceptó por los dos. Los omegas se despidieron felices y con el reencuentro en mente.
-No quiero volver a hablar con ese salvaje. - Le dijo Jayce mientras se dejaba curar en su cuarto del hostal por su pareja.- ¿Cómo se le ocurre siquiera posar sus ojos en ti?
-Jayce, fue un malentendido. En-ti- en-de. Ellos dos están unidos, deja de ser tan celoso y piensa bien las cosas antes de actuar.
Escuchó un resoplido del alfa y sintió como este lo abrazaba por la cintura. Le dio un beso en la cabeza y sonrió tranquilo. Su alfa siempre le protegería, aunque fuera por un malentendido.
*Imagen por 2feetcat
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Me mame con Yasuo, perdón, perdón.
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-OMEGACEMBER- Jayce/Viktor
Roman d'amourDesafío de diciembre de omegaverse con mi pareja favorita de League of Legends. Pasen a disfrutar los 31 oneshots que tengo preparados para ustedes.