-autocontrol-

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—¿Qué diablos están haciendo con mi novio?

Jayce hizo la pregunta al entrar a la oficina de Caitlyn. En ella se encontraba la dueña, su inseparable compañera Vi, y una muy entretenida Jinx. Aún se preguntaba porque la pelirrosa llevaba a su escandalosa y problemática hermana al trabajo.

—Jinx quemó por "accidente", la mitad de la tienda de madame Charlotte. Estaré vetada de por vida del lugar.— contestó cansada su amiga.

—Eso no responde mi pregunta.— soltó con un gruñido.

No podía ver con claridad a su socio y novio en el biombo que lo escondía la ahora sheriff de Piltover, solo se podía ver la cara de Caitlyn moviendo telas tras de él. Por el cuello sonrojado de Viktor podía adivinar que estaba muy avergonzado y sonrió instintivamente.

—Que ahora tendrá que hacer su vestido aquí mismo, la cena con los altos mandos es en unas semanas.

La que contestó aquello fue Vi, que se reclinaba en una silla y lanzaba una de sus pelotas para el estrés.

—Y como tu noviecito es el único con la altura y complexión de Caitlyn, lo están usando como conejo de indias. ¿No es adorable?— Jinx habló, mientras traía una corona de flores en la cabeza y lanzaba listones por todo el lugar.

Noto como a Caitlyn le salía humo por la cabeza por el desastre que hacía su... cuñadita.

—¿Está listo el prototipo Jayce?— le preguntó el científico modelo, doblando ese hermoso cuello suyo para mirarlo.

La sheriff le había acomodado un listón ancho que mostraba con descaro sus hombros. Jayce carraspeo antes de contestar y se movió incómodo en su lugar, causando una risita de Vi.

—S...si, el prototipo está listo. Pero antes de iniciarlo quería preguntarte unas cosas. Pero creo que es mejor que las veas tú mismo.

Caitlyn paro su trabajo y lo volteo a ver con atención, le dio una mirada con la ceja levantaba de arriba hacia abajo, poniendolo más nervioso.

—Espera un momento, voy a hacer unos últimos ajustes por hoy y será...todo tuyo.— una sonrisa de lado adorno el rostro de la ahora costurera. —Vamos Viktor, necesito ver el vestido con una mejor luz.

Viktor camino fuera del biombo. El alfa perdió la respiración un momento y se le secó la garganta. Su omega lucia un vestido vestido negro sencillo, abierto por un lado de las piernas casi llegando a sus muslos, por suerte traía su pantalón entallado abajo, si no fuera así... quién sabe qué hubiera pasado con Jayce. Su corazón palpitó rápido y pensó si acaso era posible que a sus jóvenes años podría llegarle su primer infarto. En la parte de los hombros lucía un encaje dorado que hacía ver su cuello más largo y estilizado, abierto solo un poco en medio del pecho, dejando ver mucha carne para su gusto (carne que no quería que otros mirarán, pero a él le encantaba ver). Viktor se volteo grácilmente dándole la espalda para que Caitlyn tuviera la mejor visión a la luz del ventanal de la oficina, dándole una muestra exquisita a Jayce de su espalda, llena de esos treinta y ocho lunares (si, los había contado y besado a cada uno), su piel se veía cremosa y aterciopelada que le costó pasar saliva.

—Hey, respira guapetón.—le dijo Jinx mientras le tronaba los dedos en su cara.— No queremos una escenita por aquí, ya tengo suficiente con ver a Manototas y su novia besuqueandose delante de mí toda la...

Un proyectil golpeó la cabeza de la peliazul, interrumpiendo cualquier queja que tuviera.

—Cállate Powder, sabes que si sigues molestando tu trabajo para reparar aquel desastre de la sastrería va a ser peor. A la mamá de Caitlyn le encantaría un mono para educar.

Jinx bufó y dio una risilla, moviéndose a la pequeña salita que tenía todas aquellas telas para el vestido de Caitlyn.

Cuando su mirada regresó a Viktor, todo su autocontrol se estaba drenando como agua a las alcantarillas. Viktor ya se había quitado aquel vestido, y lucia su corset de omega en todo su esplendor, esta vez era una pieza de color rosado que volvía mas adorable su figura. Apretó levemente sus puños y mordió su mejilla interna, necesitaba salir ahora.

—Ugh ¡Por favor Jayce! Largo, estas apestando el lugar con tus feromonas.—dijo Vi mientras se tapaba la nariz y aleteaba el aire para desaparecer, obviamente sin éxito, el olor del otro alfa.—Jinx, abre la ventana ¡el hedor!

Caitlyn se rio de su pareja y le agradeció a Viktor que la ayudara mientras le pasaba su camisa blanca. El científico omega le dio una mirada a su socio, una mirada que Jayce solo pudo entender a su sucia manera, y salió del lugar de manera inmediata.

Esa mirada era la misma que seguro tenía él, la de que pronto perdería el control. A paso apresurado fue en marcha al lugar más cercano donde podía tener sin restricciones a su pareja. Cuando Viktor entrara a aquella habitación en su laboratorio, el autocontrol podía irse al carajo.

*Imagen por punbun_4fun 

-OMEGACEMBER- Jayce/ViktorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora