-ofrenda-

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Viktor tomó una gran bocanada de aire antes de dejar salir su frustración en un gruñido largo y pesado. Una parte de él quería ronronear sobre todas las flores que adornaban su nuevo laboratorio personal.

Después de la vergonzosa caída de su celo con Jayce en el día del progreso, no había podido volver a ver su cara correctamente, no podía creer que cayera tan bajo. Ese día agradeció el sueño pesado del alfa, pues le dio la oportunidad de envolverse en unas claras ropas unas tallas más grandes que él y correr a su habitación en la academia. Había evitado cualquier contacto directo con su socio, siempre acompañado de una beta llamada Sky, nueva becaria para su proyecto. Después de unos días sin poder estar a solas, Jayce decidió mandarle flores, de todas formas, colores y tamaños. No mentiría que le habían encantado, pero las miradas de todos ya le estaban comenzando a molestar, era raro que recibiera esa especie de atenciones, tenía miedo de que sospecharan que era un omega, pero también tenía terror de lo que le diría Jayce.

Su cabeza científica se fue a dos vertientes:

Jayce solo estaba jugando con él, le serviría un buen omega que ya le había entregado su cuerpo una vez, tendrían unos cuantos celos juntos y lo descarta. Las flores solo era una forma galante para ganárselo.

Jayce quería disculparse con él por "aprovecharse" de su situación, le enviaba las flores con arrepentimiento pues nunca se metería con un omega tan malo y de poco rango como el.

Se puso alerta por el sonido de la puerta de la entrada.

—Oh Viktor, que bueno que te encuentro... ¿Pero qué es todo esto muchacho? ¿Admiradores?

El profesor Heimerdingger entró con sus pequeños pasos seguido de su adorable poro, Profesor. Su mentor miraba por todos lados los grandes y pequeños arreglos florales, algunos muy exóticos y que había escondido muy bien en la parte de atrás, se detuvo en su última adquisición, unas flores grandes azules y brillantes, con unos pistilos amarillos que los hacían ver elegantes.

—No... no de un admirador, todos son de del joven Talis, el... creo que confundió mi cumpleaños o algo así.— respondió mientras movía sus manos de forma errática con un lápiz en sus manos.

El yordl lo miró con una media sonrisa oculta en su bigote.

—Bueno, estas flores llevan muchos días aquí, algunas ya se están marchitando. Vaya, ni siquiera están abiertos estos sobres.—observó con atención.—Interesante, muy interesante.—susurró al final.

Viktor se sonrojaba poco a poco por lo que su mentor comentaba. Si, no había abierto esas notas, tenía... no tenía miedo, él no diría miedo. Pero no quería saber qué era lo que el otro quería decir, en su mente solo estaban aquellas dos vertientes de lo que podía significar todo este teatro, y las dos le hacían sentir un hueco en el estómago.

—No será de mi incumbencia, pero creo que no es un comportamiento muy científico dejar todo a la imaginación y nada a la realidad, comprobación es la clave que ha movido al mundo desde sus inicios, no pierdas tu chispa por la incertidumbre muchacho.—Le habló mientras lo miraba con unos ojos brillantes.—Bueno, voy a pasar un momento a comentarle algo a los jóvenes del laboratorio de al lado, ¿podrías cuidar un momento al Profesor? El proyecto que están haciendo no es apto para pequeños poros, será solo un por unos minutos.

El omega movió la cabeza en señal de aceptación y regresó a lo que estaba haciendo mientras su antiguo tutor salía agradeciendo con alegría. Pasaron unos minutos mientras seguía en su investigación pero sus pensamientos estaban en otro sitio. Escucho la puerta abrirse y suspiro resignado.

—Tiene razón profesor, no debería dejar las cosas a la deriva, fue muy poco razonable de mi parte. Teorizar las cosas me impidió ver lo que realmente estaba en mis manos. Pero todas las probabilidades son... muy dolorosas. Yo no puedo imaginar ese futuro con... el. Hay tantas cosas que nos impedirían esta locura si es acaso una de sus opciones, pero estoy siendo muy positivo al respecto. Pero si quiero moverle a la contraparte, no sé si resistiría seguir el juego de Jayce.

Todo esto lo dijo con un aire melancólico, sin darse cuenta que el que había entrado no era Heimerdinger, sino de la persona que compró salvajemente todas esas flores.

—Me sorprende que tengas tan pocas expectativas en mí, Viktor.

El nombrado volteo alarmado por la voz de su nuevo socio. Quería que la tierra se lo tragarse ahora, que una brecha lo separará de la situación que estaba pasando.

—Yo no busco jugar contigo y tampoco creo que sea una locura pensar en... esto, en nosotros.—el alfa tomo una de esas flores azules con pistilo amarillo que le habían encantado y la acaricio.—Esto es solo el comienzo, estas son mis ofrendas de cortejo para ti, quiero que entiendas eso. No busco que seas lo que no quieres ser, solo necesitas ser tú mismo. Quiero hacer las cosas bien y creo que tuve que esforzarme más para hablar contigo.

Viktor en ese momento se levantó de su asiento y se recargó en el escritorio cuando vio como el otro se acercaba a él.

—Lo único que necesito es que me rechaces o me aceptes. No haré nada que no quieras, y sé que eres lo bastante inteligente para saber si estoy tramando algo y yo muy tonto para tomarte a la ligera.—el más alto sonrió mientras tomaba una de sus manos para darle la flor.—¿Qué dices? ¿Me darías una oportunidad?—se arrodillo frente a él, sin dejarlo de mirar.

Viktor estaba muy sonrojado y el habla se le había ido, esto era muy surreal y pensó si acaso estaba soñando. El olor de las flores se mezcló con el olor cercano de Jayce y flaqueó un poco, pero nunca caería, pues el otro aún le sostenía la mano firmemente.

—Yo... está bien. Acepto tus ofrendas.

Jayce se levantó y estaba a punto de dar un grito de felicidad.

—Pero, si crees que con unas flores me vas a tener en tus manos, estás equivocado.

—Te daría el mundo entero y sé que aun así no sería suficiente.— contestó Jayce mientras juntaba su frente con la del más bajo. —No hay ofrenda suficiente que te merezca.

Viktor sonrió airado mientras veía aquellas flores que solo serían el comienzo de varias ofrendas de cortejo más.

*Imagen por psinasytylaia

-OMEGACEMBER- Jayce/ViktorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora