-colmillos-

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Viktor dejo que Jayce tomará su último suspiro en el beso mientras sentía como el nudo presionaba alrededor de su entrada de forma caliente y desesperada. Cuando finalmente entró la respiración se le fue un momento, siempre era muy intenso y se preguntó si algún día se acostumbraría a esa sensación. El se entregó a su orgasmo mientras Jayce seguía bombeando sin parar, no pasó mucho tiempo para que lo llenara por dentro y sintiera los dientes clavarse en su cuello. Jadeo, exasperado, amaba a Jayce pero le ofendía un poco que le siguiera mordiendo como si no bastara la marca que le adornaba ahora.

Cuando Jayce rodó hacia a un lado, cerró los ojos sintiendo como el semen salía de su entrada. Tocó suavemente la herida de los colmillos de su pareja; pensó que era algo alfa de su parte morderlo de forma constante en estos pocos meses, pero preguntando y haciendo investigación, supo que no. Al principio no le molestaba, pero en su mente se pregunto porque nunca le había cuestionado la razón.

—¿Jayce?

— Hmmm

— ¿Estás bien?

— Eh, ¿por qué la pregunta?

— Dudaste. ¿Pasa algo?

Jayce sonrió de medio lado, nervioso, decidió darle la espalda un momento a su novio. Claro que pasaba algo, estaba constantemente nervioso. Algunos sueños le invadían de forma preocupante desde el incidente del breve secuestro de Viktor y su reciente unión apresurada. Pero no quería agobiar a Viktor con su preocupación sin sentido, había doblado la seguridad en su casa, en el laboratorio, en la academia... en cualquier parte que Viktor pisara. Pero a veces no era suficiente, su mente le engañaba con esa presión en el pecho, tocando con ansiedad la unión que ahora compartía con su pareja.

— Creo que si... te lo explicare, ¿Podrías cambiarte?— le preguntó Jayce mientras se levantaba y se cambiaba rápidamente. — Vendré por ti en un momento...

— Pero Jayce, son las diez de la noche.

— Te juro que te lo explicaré.— Jayce beso la frente de su amado mientras se acomodaba el saco.

Viktor no alcanzó a decir nada cuando vio salir a Jayce del cuarto. Suspiro mientras se levantaba para limpiarse y ponerse algo de ropa. Esperaba que no fuera nada grave, siempre tenía presentimientos extraños cuando Jayce tenía esos ataques imprevistos. No pasó más de una hora y Jayce ya estaba de regreso, él estaba sentado en la sala cuando escuchó la puerta abrirse.

— Ven, vamos a dar un paseo.

Rodó los ojos mientras tomaba la mano de su novio y salían a la calle. Todo estaba solo, salvo algunos guardias, y se preguntó si Vi o Caitlyn estaban en servicio. Tenía muchas ganas de preguntarle a Jayce que pasaba y a donde lo llevaba. Pero algo que aprendió fue ser paciente con el alfa, al final siempre le explicaba. Después de unos minutos caminando se dio cuenta a donde se dirigían, al lugar donde le gustaba ir a pensar, donde siempre le encontraba Jayce cuando sabía que algo le comía la mente; la gran espalda de su pareja no le dejó espacio para ver la, seguramente, bella vista hacia el cielo, contrastando con la vista de las fisuras.

— ¿Por qué estamos... aquí?

Su mirada se iluminó por la vista que le regalaba ahora que Jayce se había hecho a un lado. El lugar estaba repleto por velas, una botella de vino y unas copas medio llenas adornaban el lugar.

— He estado teniendo algunos pensamientos...— Comenzó Jayce nervioso. — Siempre hubo algo que me orillaba a ti, de una u otra forma; nunca presté atención a mi naturaleza alfa hasta que te conocí. Nunca me di cuenta de este lado posesivo y noble, hasta que fuiste parte de mi vida. — le dijo mientras le tomaba las manos y lo acercaba a sí mismo.— Cuando te vi ahí, en peligro en las manos de ese quimio barón yo, me volví loco, la sola idea de que te alejaran para siempre de mi... pero luego nos unimos, tu dolor se hizo mío, junto con tu pasión y tu amor. Me di cuenta que quería tenerte de todas las maneras posibles.— Jayce se arrodilló y sacó una cajita de su saco. —¿Quieres estar conmigo de todas las maneras posibles Viktor?

El omega, soltó las manos de su amado y se tapó el rostro, no quería llorar, realmente no. Ahora entendía porque le mordía de esa forma tan posesiva, y sintió un poco de coraje por no prestar tanta atención a lo que su unión le decía de las preocupaciones de su alfa. Otra pequeña parte de su cabeza que respondía a sus sueños de infancia estaba feliz. Alguien lo quería, de verdad lo quería y lo sentía tan valioso como para compartir toda la vida con él. Sentía todo ese cariño desbordante en la unión, ese amor sincero que le quemaba muchas veces.

—Claro que quiero. Por siempre.—respondió limpiándose las lágrimas mientras veía como Jayce le ponía un lindo anillo con una astilla de una piedra hextech.

—Entonces por siempre será.—le dijo Jayce mientras se levantaba y le acercaba para un pequeño beso.

*Imagen por StupidTemplar 

-OMEGACEMBER- Jayce/ViktorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora