capitulo 1

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Salte al escuchar mi alarma sonar por quinta vez, sin poder soltar mi almohada y sin ganas de hacerlo aunque un pequeño rayo de sol me lo impidió, haciendo que reaccione para darme cuenta que era hoy, era hoy el maravilloso día en el cual me reencontraría con mi bella amiga. Así que apague la tonta alarma que seguía sonando. 

Me levante de mi cama, poniéndome las pantuflas que se encontraban del lado derecho de mi cama para mirar al espejo y encontrarme con mi rostro recién despertado y con mi pelo que parecía que había tenido una batalla contra mi misma, aunque lo digo como ejemplo a nadie le sorprendería si así fuera, siempre estoy en una batalla conmigo misma.

Baje a la cocina encontrándome con la cálida mirada de mi madre.

- Hola ma - dije dedicándole una sonrisa que expresaba mi emoción. Realmente había esperado este día muchísimo tiempo, aunque aquí en nueva york tenia amigos, nunca logre volver a tener una amistad como la que tuve con ella, con Veronica lodge.

- Hola hija, como dormiste?- Recito mi madre con la pregunta que cada mañana hacia.

- Muy bien pero tengo miedo- dije mientras desvanecía mi sonrisa.

- Miedo? se supone que deberías estar feliz - Responde mi madre con algo de tristeza, ella siempre buscaba lo mejor para mi después de la muerte de mi padre, solo se preocupa en que yo este bien.

- Si es que estoy feliz pero tengo miedo, de que Veronica ya haya conseguido una amistad mejor que la mía- Exprese con miedo.

- Hija, sabes que quiero lo mejor para vos y estoy segura que Veronica sigue ahí esperándote para que vuelvan a hacer esas amiga inseparables - 

[...]

Me encontraba con una mano apoyada en la manija de mi valija mientras esperaba que mi mama cierre la puerta de la casa, esa casa la cual viví momentos inolvidables junto a Veronica, junto a mi madre y principalmente junto a mi padre que por mas que siempre me generaba inseguridades y me hizo muchísimas veces pensar en realmente dejar este estúpido mundo, aun así, aun con todas esas cosas lo extrañaba por que al fin y al cabo era mi padre. Pero tal vez este cambio era lo mejor.

- Stella, vámonos llegaremos tarde - dijo mi madre mientras entraba al auto.

- Si ma - Recite mientras me sacaba de mis pensamientos para entrar al asiento del copiloto.

Durante el viaje solo miraba hacia fuera los autos pasar de un lado a otro, mientras sonaban algunas canciones que me hacían imaginarme escenarios en mi cabeza que probablemente nunca sucedan como si de una película se tratase. Luego del viaje tan largo, llegamos al aeropuerto para tomar el avión que me llevaría a ese lugar que sanaría mis heridas o me las abriría, riverdale.







The life in riverdale - Jughead JonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora