Capítulo 13

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Intento que Jas se calme, pero nada funciona. Sinceramente no sé cómo me sentiría si estuviera en su lugar, no quisiera ser ella.

La acompaño a todas partes porque creo que va a caerse en cualquier momento, está tan nerviosa que ni siquiera ve por dónde camina o si va a estamparse en alguna puerta.

—Necesitas hacerte la prueba, Jas —susurro, ella sorbe por la nariz. Sus hombros están caídos y luce pálida—. ¿Greg ya lo sabe?

Sus ojos vuelven a empañarse, no hace falta que niegue pues sé la respuesta.

—Tengo demasiado miedo, no sé cómo decírselo. Quizá no lo estoy, debería hacer la prueba primero, hasta que esté segura podré contárselo, ¿tú qué crees?

—Tienes razón —contesto soltando un suspiro.

Soy fatal para consolar a mi mejor amiga cuando cree que está embarazada y no sabe cómo decirle a su novio.

No la dejo sola ni un instante, y sé que también estoy haciendo esto para no tener que pasar más tiempo del necesario con Ohm. Toda la noche se la pasó mandándome mensajes que no pude responder, vi que me estaba esperando en la entrada principal por la mañana, así que entré por la puerta trasera.

Las cosas ayer fueron lindas cuando llegó y me besó, pero mientras estaba acostado en mi almohada nada se sentía correcto. Él solo repite que le gusto y que se siente cómodo conmigo, pero mis sentimientos son más grandes que eso, y tal vez no quiera salir lastimado.

Así que mientras acomodo a mis neuronas saltarinas, lo mejor es no tenerlo cerca.

A la hora de la salida Jas deja sus cosas en el casillero y respira profundo un par de veces, aprieto su hombro pues no tengo idea de qué otra cosa hacer para reanimarla y decirle que todo estará bien, no puedo asegurar nada.

—Greg no me ha saludado el día de hoy, ni siquiera me ha dado los buenos días en el puto WhatsApp, no creo que se acuerde de mí. Estoy cansada de siempre tener que ser yo la que lo busca para solo pasar unos cuantos minutos en el descanso de su entrenamiento.

—¿Jas? Jas, ¿qué sucede? —Giro la cabeza y veo frente a ella a Harold, no viene solo desafortunadamente, pero evito el contacto visual con su amigo sexy. Har mira fijamente el rostro de Jasmine y agarra sus mejillas para que lo mire a los ojos. Se ve preocupado, muchísimo—. ¿Estás bien? ¿Te hicieron algo?

Siento la mirada de Ohm clavada en mi cara, hago como si no lo tuviera cerca, como si mi corazón no estuviera todo tembloroso. Sé que lo besé antes de que papá nos descubriera y, entonces, sentí que todo iba bien. Quizá soy bipolar, sin embargo, sigo molesto con él. No puedo hablarle como si nada después de que me lastimó al dejarme ese día por irse con Hannah.

Si lo miro a los ojos me voy a convertir en mantequilla y me derretiré en todo el suelo, la idea de arrastrarme para caminar no luce bien en mi mente.

—No, no pasa nada, solo malestar estomacal, Fluke va a acompañarme al doctor. Hablamos luego. —Ella toma mi mano y me jala para que la siga, gracias al cielo porque empezaba a sentirme encerrado—. Uff, ese chico Ohm te mira muy intensamente.

Después de eso no vuelve a abrir la boca, paramos en una farmacia y deambulamos por los pasillos hasta que Jas se arma de valor y se acerca al mostrador. Una señorita con un moño en la cabeza nos mira y alza una ceja.

—¿Me podría dar una prueba de embarazo? —Los ojos de la chica se abren, puedo ver cómo juzga a mi amiga con sus pensamientos, ¿por qué no solo le da la prueba en vez de creerse la crítica divina?

Miradas Azucaradas - OhmFlukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora