Capítulo 14

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Mi cabeza está flotando en una nube, en serio siento que voy a evaporarme. Fluke sabe a chicle de cereza —como siempre— y huele demasiado bien. Mi corazón late de prisa, estoy eufórico, lo abrazo con firmeza rodeando su cintura, con la otra mano agarro su nuca y lo echo hacia atrás.

Suelta una exclamación de sorpresa cuando meto mi lengua, creo que va a empujarme y a darme una bofetada, sin embargo, se relaja en mis brazos y me deja presionarlo más contra la puerta.

Siento cómo la adrenalina corre por mi cuerpo y calienta mi pecho, empiezo a sentir ese placentero dolor contra mis pantalones.

Sus manos en mi pecho se hacen puños, entretanto intenta regresarme el beso que acelera el ritmo y se hace más profundo. Nunca lo he besado así, y casi temo estropear las cosas, pero sus palabras llegaron a lo más escondido de mi ser, eso y sus hermosas piernas largas, blancas y perfectas.

Lo suelto para que respire, él aprovecha para girar la cabeza y respirar, tembloroso. Lo observo fijamente, me gustaría saber en qué está pensando. ¿Le agrada que lo bese? ¿Preferiría golpearme las bolas? No sé.

Hundo mi nariz en su cuello, Fluke se estremece.

—Deja de hacer eso porque no puedo pensar —susurra a lo que sonrío.

—De eso se trata, precioso, de que no pienses —digo frente a la base de su oreja antes de besar la zona.

Me hago un poco hacia atrás ya que al parecer hay algo que lo está molestando. Tomo su mano y entrecruzo nuestros dedos para luego caminar hacia el sillón de la sala. Es un lingo lugar, espacioso. Hay una fotografía de Fluke y sus hermanos cuando eran chicos en un estante donde hay libros y una vela. Me encantaría caminar hasta ahí e inspeccionar la foto, pero no lo hago.

Me dejo caer en el asiento y veo que va a sentarse a mi lado, así que soy más rápido y le doy un jalón para que caiga en mi regazo.

—¿Qué demonios, Ohm? —pregunta, confundido, y hace el amago de levantarse, por lo que lo agarro con fuerza por las caderas, lo abrazo y recargo mi mentón en la curvatura de su hombro—. Ohm, basta, si mi papá entra me va a regañar.

—Si tu papá entra va a meter la llave en la cerradura y podré poner distancia, así que busca un mejor pretexto.

Sus labios se fruncen en una mueca que me parece adorable y divertida, cruza los brazos y resopla como si estuviera en medio de un berrinche.

—Dime qué es lo que sucede. —Sus facciones se vuelven serias otra vez.

—Prométeme que no dirás nada, ni siquiera a Harol, nadie puede saberlo, Ohm. —¿Qué demonios está ocurriendo y por qué parece un secreto de vida o muerte?

—Te lo prometo, cariño, esto no saldrá de aquí —le digo porque es cierto, jamás traicionaría su confianza. Suspira con pesadez y agarra un botón de mi camisa para jugar con el.

—Al parecer Jasmine está embarazada. —Mis párpados se abren con asombro, automáticamente mi mente piensa en mi mejor amigo, sé que esta noticia lo va a devastar, él nunca pierde las esperanzas con esa chica, está muy colado por ella, desde que llegamos a la escuela hace casi tres años y la vio tocando una guitarra—. Estuve con ella toda la tarde porque se hizo una de esas pruebas que venden en las farmacias, salió positivo y le llamó a Greg para contarle.

—¿Supongo que él se quedó con ella? —pregunto, y me sorprendo todavía más cuando sacude su cabeza, negando.

—Él llegó todo amable y generoso diciendo que estaría a su lado siempre, pero en cuanto Jas le dijo lo que ocurría, se puso a despotricar y a decir que no entendía por qué se había embarazado si se habían cuidado y que no estaba listo para tener un bebé.

Miradas Azucaradas - OhmFlukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora