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Tuve que pedirle... No, más bien rogarle a Ohm que se fuera a su casa a descansar; le agradecí un montón que se hubiera quedado conmigo toda la noche, no quería que su madre lo regañara, a pesar de que la señora no le había dicho nada malo por teléfono.
Voy hacia la cafetería del hospital pues no he probado bocado.
La señorita detrás del mostrador me regala una sonrisa apenas me acerco, le pido tres emparedados de jamón y queso, espero unos minutos, después pago y hago mi camino de regreso a la sala de espera.
La doctora fue muy temprano por la mañana a decirnos que papá había salido bien en los últimos estudios, que ambos estaban descansando y que podríamos verlos en un rato. Le llamamos a nuestras abuelas para avisarles, las dos aseguraron que vendrían pronto.
Más tarde mamá sale por las puertas dobles, los tres nos ponemos de pie para recibirla, lleva un collarín en el cuello, no duda en acercarse. Frank corre y envuelve las piernas de mi madre con sus bracitos y comienza a llorar, ella se agacha con esfuerzo para quedar a su altura, le sonríe, limpia las lágrimas con sus dedos y le da un beso en la mejilla.
—Tranquilo, cariño, ya todo está bien, ahorita iremos a ver a papá, ¿de acuerdo? —Él asiente.
Entonces Cecile y yo nos acercamos para cerrar las distancias, mamá se endereza y abre los brazos, no dudamos en abrazarla. Me siento afortunado porque no les pasó nada malo, tuve mucho miedo de perderlos, amo a mis padres con todo mi corazón, a pesar de los pleitos y las discusiones que pueda haber, son uno de los tesoros más valiosos que tengo.
Ella nos cuenta que un camión se les atravesó, papá frenó, si no hubiera frenado a tiempo, quizá ellos no estarían aquí. Mamá nunca perdió la consciencia, mi padre se desmayó debido al susto y al dolor de cabeza.
Minutos después pasamos a ver a papá, cuando la enfermera nos dice que está por darlo de alta, nos da instrucciones para llegar a su habitación. Una vez en el cuarto, lo ubico sentado en el borde de la cama con una gasa ocultando una herida en su frente y un collarín en su cuello.
Me adelanto, necesito abrazarlo. Él me recibe con una risita que me confirma que realmente está aquí. Estuve tanto tiempo enojado con él, guardándole rencor sin sentido, ahora siento que perdí mucho tiempo.
—Creo que alguien me extrañó, ¿uh? —dice con diversión al tiempo que me regresa el abrazo.
—No vuelvas a estamparte en los camiones —susurro.
—Te lo prometo. —susurro. Una de sus manos cepilla mi cabello.
—Perdóname por lo de antes, papá, no quiero que te pase nada malo, tal vez no soy el mejor hijo del mundo ni el más inteligente, cometo muchos errores, pero te amo muchísimo, eso nada lo cambiará —susurro.
—Estoy muy orgulloso de ti, Fluke, la inteligencia más importante es la del corazón, no lo olvides, cariño. No importa qué tan inteligente sea alguien si está podrido por dentro, será una basura porque no podrá usar lo que sabe para algo bueno. No quiero a los mejores hijos ni a los más inteligentes, quiero hijos que se equivoquen y aprendan a levantarse, que admitan sus errores y vean sus defectos, así como sus habilidades, quiero hijos que sean felices haciendo las cosas que les gustan, no busco que se conviertan en unos adultos amargados y rectos, quiero hijos que conserven a ese niño en su interior y vean algo positivo en lo negativo. Estoy muy orgulloso de ti a pesar de tus notas, de que escapas de los problemas, de que crees que no eres bueno haciendo cálculos, de que todavía te gustan los unicornios y hablas como un niño pequeño; estoy orgulloso porque das todo de ti para mejorar en la escuela, después de que te escondes para tomar aire sales a la superficie y enfrentas tus problemas, porque las cosas que te gustan las haces con el alma, y porque siempre te diviertes, no importa si la lluvia te empapa, eres el tipo de persona que salta en los charcos... No deseo tener otros hijos, amo a los que tengo.
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Miradas Azucaradas - OhmFluke
FanfictionA lo largo del día pasan muchas cosas en la vida de Fluke: pelea con esos odiosos trolls a los que llama hermanos pues lo molestan porque le gustan los unicornios, se quiebra la cabeza en la clase de matemáticas, hace como si no le importara el divo...