Capítulo 8

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Jared agarró la pistola que tenía en la cinturilla de su pantalón y se giró en un rápido movimiento y apuntó a Luis Fernando, sus hombres también hicieron lo mismo, lo tenían rodeado.

—Yo creo que el que no vivirá para contarlo eres tú. —Soltó Jared con arrogancia.

Luis Fernando sonrió.

—Tú me entregarás a la chicha —Dijo en un tono peligrosamente tranquilo, miró su reloj —ya uno de mis hombres, el que siempre me sigue a la distancia debe estar llegando a El Morichal informando la situación —miró a su alrededor —Los Sauces cuenta con 15 peones fuertemente armados, dado que aquí hay 10, queda reducida la seguridad de Doña Micaela a solo 5 imbéciles, que no aguantarán el asedio de al menos 30 hombres que estarán saliendo de El Morichal en 15 minutos si yo llego antes con la joven… Entonces Jared Montenegro la decisión está en tus manos.

El hombre se quedó pensativo por un par de minutos luego tomó a María Victoria con fuerza, ella se quejó de dolor, pero a él no le importó, más bien la empujó hacia Luis Fernando.

La muchacha tropezó y él la agarró por la cintura.

—¿Estás bien? —Le preguntó.

Ella asintió, aunque estaba muy asustada.

—Hoy te has metido en mi camino foráneo, eso yo lo cobro muy caro. —Jared seguía apuntándolo.

—Sabes dónde encontrarme. —Luis Fernando bajó el arma.

—¡Vámonos! —gritó Jared a sus hombres, se montaron en sus vehículos y se marcharon del lugar.

—¡Oh Dios mío! ¿Qué fue todo eso? ¿A dónde ese hombre me quería llevar? —sollozó Vicky nerviosa.

Luis Fernando guardó su pistola y la agarró por un brazo y ella se quejó de dolor, él retiró con sutileza la tela que lo cubría y vio las marcas de los dedos de Jared.

Él maldijo por lo bajo.

—Tranquila señorita ya todo pasó… Tenemos que irnos.

—¿Quién era ese hombre? ¿Por qué quería llevarme con él? —Preguntó Vicky mientras caminaba hacia el vehículo.

—Prima ese hombre era Jared Montenegro el hijo de la mujer que ha destrozado a nuestra familia, ella es la responsable de la muerte de mi padre y si quería llevarte no era para nada bueno.

—¿Y quién es esa mujer?

—Ella es Micaela Montenegro la dueña de Los Sauces, es despiadada y malvada, no pierde tiempo para robarnos el ganado, quitarnos las tierras y de matar a muchos de los hombres que han trabajado para nosotros y es también la responsable de la muerte de mi tío Ulises, todos por aquí le tienen miedo porque no le tiembla el pulso a la hora de hacer sus maldades y ahora al parecer va por ti.

—¿Y yo que tengo que ver, si ni siquiera me conoce?

—Eres la hija de su peor enemigo.

—Señoritas debemos regresar de inmediato. —Intervino Luis Fernando.

—Sí, regresemos ya no deseo estar aquí —contestó María Victoria y no solo se refería al paseo al pueblo, sino que ahora tenía un nuevo motivo para irse de ese lugar que tanto detestaba, su integridad corría peligro, ella miró a las personas que seguían viéndolos y los fulminó con la mirada luego se montó en la camioneta.

Su prima estaba tan asustada como ella por lo que no habló ni una sola palabra en el camino de regreso.

Al llegar ya se encontraba un poco más calmada.

Entre el Amor y el OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora