—Chama te estoy hablando, no te pareces en nada a la Vicky alborotada y habladora que estaba en Caracas.
Y es que Vicky no dejaba de pensar en su esposo y en lo que habían estado a punto de hacer la noche anterior. Por un lado, agradecía la interrupción y se recriminaba lo débil que era ante él, aunque sabía perfectamente que Luis Fernando no estaba enamorado y que tal vez todo aquello era un ardid para usarlo en su contra, no encontraba la manera de hacerle entender a su cuerpo que él era su enemigo, su verdugo. Por el otro lado se moría por recibir todo lo que le ofrecía, ese deseo, ese anhelo, lo quería, lo necesitaba. Se hallaba en una difícil encrucijada.
En el momento en que los interrumpieron, los dos estaban renuentes a separarse, pero la algarabía de Pamela y de las otras mujeres, no dejó que ellos terminaran con lo que tanto deseaban.
Él se separó solo un poco de ella.
—¿Qué hiciste esta vez María Victoria? —le preguntó con el ceño fruncido.
Ella lo empujo un poco para poder escapar de la tentación, se cubrió con la sabana mientras se levantaba rápidamente de la cama.
—Invité a mis amigas a nuestra casa.
Él la escudriñó con la mirada.
—¿A cuántos invitaste? Yo escucho un infierno allá afuera.
—Tengo muchas amistades.
Luis Fernando también se levantó de la cama y se comenzó a vestir, Vicky sintió un desasosiego, porque le vio las intenciones de marcharse y ella no quería.
—Yo intento hacer las cosas bien contigo —le dijo él en un tono serio —te doy el puesto que te mereces en esta casa, he tenido discusiones con mi madre por ti y tú que haces, sabotear todos mis intentos. —Había elevado la voz haciendo que Vicky se alterara también.
—Ya sabes lo que tienes que hacer, ese era tu objetivo desde el principio, de que te quejas ahora.
—¿Eso es lo que quieres María Victoria? —Le preguntó con frustración — ¿La anulación? ¿Deseas que llame al abogado para salir mañana de todo esto?
Él clavó los ojos en ella, esperando su respuesta.
Era tan fácil decir que sí, era su meta, acabar con aquello, una firma y se iría de esa casa y todo volvería a la normalidad, una firma y ella sería libre al igual que Luis Fernando. Pero no pudo responder.
—Tengo que recibir a mis amigos — cogió una ropa del armario. —Esta discusión la terminamos otro día.
Él se le acercó y le dijo:
—Arregla ese desastre que tienes allá afuera, porque si yo intervengo lo vas a lamentar.
Dicho eso salió y tiró la puerta haciendo un fuerte ruido.
—La tierra llamando a Vicky. —Le dijo Pamela para llamar su atención,
María Victoria se despabiló y se concentró en su amiga.
—Disculpa es que anoche no dormí bien y hoy he tenido que levantarme muy temprano para coordinar todo, tu llegada y de las chicas me tomó por sorpresa.
—Mira que eres loca, si tú misma me invitaste y yo traje a la patota, y eso que soy prudente y solo he traído aquí a las mujeres, los chamos se quedaron en un hotel horroroso, por cierto, ¿a quién se le ocurre ponerle un nombre tan grotesco? Imagínate “el resbaladero”
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Entre el Amor y el Odio
RomanceUn amor... Una tragedia... Una venganza... Y una tierra indómita. Luis Fernando arrastra un doloroso pasado, haciendo que se convierta en un hombre duro en implacable, regresa a su tierra a cumplir con aquello que lleva años esquivando. Maria Victo...