Agosto de 1994
15 de agosto: El terrorista venezolano Ilich Ramírez, alias "Carlos El Chacal", es capturado en Jartum mientras dormía luego de una operación. El gobierno de Sudán lo entrega a agentes de la DST, quienes lo extraditan a Francia.
Antonio y Alejandro se encerraron en su despacho, el patriarca de la familia se encontraba destrozado, de solo pensar que su niña estaba en manos de esa mujer no le daba reposo a su alma contrariada. Cometió un maldito error en su juventud y ahora le había pasado factura a toda su familia y ahora a su hija a la niña de sus ojos.
—Tenemos que sacar a Vicky de esa casa, su vida corre peligro. —Masculló Antonio.
—No creo que se atrevan a hacerle daño —respondió Alejandro con seguridad.
—¿Qué no se atreverán? — Le preguntó el hombre con incredulidad —esa mujer es el demonio, ella mató a tus dos tíos de una manera terrible, juró vengarse de mí y que más venganza que matar a María Victoria y quedarse con la hacienda.
—¿Micaela mató a Ulises y a Víctor? —preguntó Alejandro contrariado — ¿Por qué nunca me lo dijiste?
—Porque era el maldito pasado.
—¿Pasado? ¿Cuál pasado? Si ella está muy presente —dijo Alejandro enojado tanto con su padre como con Micaela, se quedó meditando por unos minutos y llegó a la conclusión que esa mujer también se había burlado de él, haciéndole creer que sentía amor por él cuando todo se trataba de una venganza. Antonio años atrás le había comentado que la enemistad con los Montenegro era algo sin importancia, que aquello comenzó en el momento que la doña de Los Sauces una vez estuvo enamorada de él y su despreció había marcado a la amargada mujer.
Por eso cuando Alejandro regresó a San José y la conoció y probó a esa hembra se olvidó rencores inútiles, hasta que ella arremetió abiertamente en la invasión de la hacienda a manos de Jared y ahora se entera de que no eran solo rencores sino algo más oscuro y turbulento, de que él y Vicky únicamente eran peones usados para causar dolor a su padre.
—Fue mi error menospreciarla —lo admito en tono derrotado Antonio.
—Tu error fue haber hecho esa infamia con ella y su marido y callar... ahora todos estamos pagando por algo que ni siquiera conocíamos —Se pellizcó el puente de la nariz —Hay que sacar a la enana de ese lugar de inmediato, y una vez que esté en nuestro poder, la sacaremos de aquí, donde la mano de Micaela y Luis Fernando no la alcance y si perdemos la hacienda, no importa, ya nos reinventaremos. —Afirmó con contundencia el joven.
—La hacienda es lo que menos me importa.
—Yo iré a Los Sauces. —Dijo Alejandro.
—No, tú no irás, no me arriesgaré a que te pase algo. —Respondió Antonio alterado.
—Confía en mí —habló con decisión —entraré en Los Sauces y la sacaré, nadie espera que yo vaya, deben estar seguros de que han triunfado... hoy es el día padre.
Antonio agarró una botella de ron y se sirvió un generoso trago.
—Te acompañaré.
—No, si estás en sus tierras no durarán en volarte la tapa de los sesos, yo iré y la sacaré de ahí.
Antonio meditó por unos minutos, buscando otra solución al no encontrarla no le quedó más remedio que aceptar.
—De acuerdo ve, regresa sano y salvo y con María Victoria.
****
Llegaron a la hacienda de Los Sauces, María Victoria iba en la parte trasera del vehículo del rústico con Luis Fernando quien no la miraba mas estaba pendiente de cualquiera de sus movimientos. Jared conducía y Micaela se encontraba a su lado. Mientras iban por el camino nadie dijo una sola palabra por lo que el silencio era abrumador, la tensión se podía respirar en el ambiente.
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Entre el Amor y el Odio
RomanceUn amor... Una tragedia... Una venganza... Y una tierra indómita. Luis Fernando arrastra un doloroso pasado, haciendo que se convierta en un hombre duro en implacable, regresa a su tierra a cumplir con aquello que lleva años esquivando. Maria Victo...