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Horacio

-Tú no te preocupes, él es así de frío con todos siempre, luego te acostumbras - me dijo Athenea con una sonrisa mientras veíamos como el ruso se alejaba de nuestro lugar de trabajo - y bueno Horacio, ya que vamos a trabajar juntos cuentame un poco sobre ti, hay que conocernos.

El día pasó muy rápido para Horacio entre conversación con Athenea y ayudándola a perfeccionar el diseño del vestido en el que ha estado trabajando, se dió cuenta que Athenea es muy buena diseñando, su estilo es muy moderno y libre lo que hace que ambos jóvenes encajen a la perfección.

Ya había pasado al menos media hora desde que su turno terminó y aún se encontraba en la entrada de la boutique esperando a que su hermano pasara a recogerlo pero ya llevaba mucho retraso y no contestaba ni mensajes ni llamadas.
Unos minutos después de su último mensaje por fin recibe una respuesta así que toma su móvil y revisa, efectivamente es Gustabo.

"Con el viejo" cómo le gustaría a él también pasar tiempo con su padre, su relación solo se deterioró más con los años, Jack Conway no debe querer verlo ni en pintura y Horacio lo que más desea en este momento es poder compartir con él sus logros ...

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"Con el viejo" cómo le gustaría a él también pasar tiempo con su padre, su relación solo se deterioró más con los años, Jack Conway no debe querer verlo ni en pintura y Horacio lo que más desea en este momento es poder compartir con él sus logros y expresarle sus sueño, extraña tener un padre.

-Mierda! - exclamó un poco molesto al sentir las lágrimas resbalar por sus ojos, pero no se había percatado que alguien estaba detrás suyo.

-Horacio, qué hace aquí a esta hora? Su turno terminó hace casi una hora. - preguntó Viktor al acercarse a él.

-Oh, señor Volkov, buenas noches, si solo que estaba esperando a alguien pero ya no va a venir, estaba a punto de llamar un taxi. - disimuló todo lo que pudo sus ganas de llorar.

-Es bastante tarde ya, lo llevo a su casa, tengo mi coche justo en frente. - dijo señalando un deportivo negro.

-No se preocupe señor, puedo tomar un taxi, no quiero ser una molestia.

-No es molestia Horacio, vamos. - sin esperar respuesta comenzó a caminar hacia el auto que había señalado antes.

Horacio se debatió un par de segundos si era correcto o no subir a ese auto, pero teniendo en cuenta que estaba bastante cansado y con frío termino decidiendo que se iría con Viktor.

Viktor

Apenas al llegar a su auto se percató de lo que acababa de hacer, "¿Por qué si quiera me interesa que no tenga en dónde irse?" Pensó Viktor reflexionando sus acciones, nunca le había importado si alguno de los trabajadores de la boutique se quedaba hasta más tarde de lo debido; pero al ver al joven de mirada bicolor allí solo le invadió una extraña necesidad de protegerlo.

Al principio el camino en coche se hizo un poco incómodo puesto que apenas habían cruzado palabras para marcar la casa de Horacio en el GPS, el silencio estaba desesperando demasiado a Viktor ya que muy pocas veces se había encontrado en situaciones así aunque era la primera vez que lo hacía por iniciativa propia. Cómo si el joven pudiera leer sus pensamientos rompió el silencio con la primera pregunta que se le vino a la cabeza.

-Y... Señor Volkov, cómo estuvo su día? - su voz aún sonaba un poco rota cosa que no pasó desapercibida por Viktor.

-Muy bien, y llámeme Viktor, eso de señor no me queda - dijo con un toque de gracia para aligerar el ambiente, pero a la vez se sorprendió de su actitud con el chico puesto que claramente Viktor no permite la confianza con cualquiera de llamarlo por su nombre. - y bueno, que tal su primer día?

-Bastante bien la verdad, Athenea es una persona increíble, me agrada mucho asistirla a ella, tenemos estilos bastante parecidos. - hablar de esto alegro un poco a Horacio e hizo que mostrará una hermosa sonrisa que Viktor pudo ver por unos segundos en los que volteo a ver al joven.

-No tuvo ningún problema? Le ví un poco decaído cuando lo ví fuera de la boutique.- Volkov ya no aguantaba más la intriga por saber que tenía triste al chico - no quiero verme como un entrometido, solo me interesa para saber si el ambiente laboral es el adecuado. - en parte esto era verdad aunque el interés por el chico fue la verdadera razón de preguntar.

-Bueno, no tiene nada que ver con el trabajo para que esté tranquilo, es un tema más personal. - otra vez se sentía la voz rota.

Volkov ya no supo que más decir ante tales palabras y por suerte ya estaban llegando a la dirección marcada en el GPS por lo que la conversación quedó cortada ahí.

-Muchas gracias por traerme Viktor - Horacio le regaló una gran sonrisa mientras se liberaba del cinturón de seguridad - espero no haber Sido una molestia.

-No lo es Horacio, no podía dejarlo allí tirado.

-Gracias de nuevo, nos vemos mañana supongo. - salió del coche sin esperar una respuesta del ruso y se empezó a dirigir a la puerta de su casa.

-Horacio! - escucho su nombre y se giró hacia el hombre que aún estaba mirándolo desde el interior del auto - quería decirle que si vuelve a necesitar ayuda con algo no dude en decírmelo. - le extendió una pequeña tarjeta que fue recibida de inmediato. - ahí puede encontrar mi número de teléfono, ahora sí, que tenga linda noche.

Volkov se puso nervioso, ni siquiera sabía por qué estaba tomando tantas molestias con el chico, pero algo estaba claro le interesaba y mucho, a partir de esa noche se dispuso a intentar acercarse más al llamativo joven de cresta y conocer su personalidad.

El pasante de moda. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora