16

221 37 16
                                    

Un mes para la boda...

Ya se había hecho costumbre que el ruso pasara la noche en casa de Horacio, a pesar de que ambos dormían juntos en estás ocasiones y los últimos meses los han dedicado a pasar bastante tiempo juntos ninguno ha cedido a la tentación de volver a juntar sus labios y ha sido una tortura para ambos.

Ahora se encuentran en la cama del moreno, se despertaron hace unos minutos pero ninguno de los dos pretende levantarse aún; ahora acostumbran a dormir abrazados por lo que Horacio se encuentra con su cabeza sobre el pecho de Volkov mientras esté rodea sus hombros con su brazo izquierdo.

-Horacio levanta, vas a llegar tarde al trabajo! - el grito de Gustabo los hizo salir de aquella burbuja en la que se habían sumergido sobresaltando al ruso que aún no se acostumbra a los gritos del rubio.

Ninguno contestó pero automáticamente se levantaron y se empezaron a preparar para iniciar sus días; es viernes y Volkov lo tiene libre de trabajo por lo que solo irá a la boutique a llevar a Horacio y luego pasará todo el día en su apartamento.

-Buenos días mi niño, te dejé unos panecillos para que comas con el ruso antes que se vayan - dice Gustavo desde la sala cuando ve a su hermano llegar a la cocina y se acerca para despedirse - te quiero, nos vemos en la noche - luego de un beso en la mejilla sale apurado de la casa sin esperar respuesta del menor.

Horacio y Volkov se sientan en la mesa de la cocina para juntos comer el desayuno mencionado por Gustabo, el moreno habla sobre lo emocionado que está ya que en dos meses termina con sus prácticas en la boutique lo que significa que está cada vez más cerca de obtener su título de diseñador.

El desayuno continúa tranquilo, con ambos tomándose su tiempo y compartiendo algunas anécdotas que se les iba ocurriendo; Viktor deja a Horacio en la entrada de la boutique justo cinco minutos antes de que inicie su turno.

-Gracias vik, nos vemos en la noche? - pregunta el menor antes de bajarse del auto.

-Claro, vendré a recogerte así que espérame - luego de esas palabras se despidieron y cada uno tomo su rumbo iniciando su día; por un lado Horacio trabajaba con Athenea en un nuevo diseño para el próximo desfile de la línea de los Volkov, y Viktor decidió que es un buen día para quedarse en cama viendo películas y reflexionando sobre la vida.

Respecto a la convivencia con Carla ha mejorado bastante, se puede decir que este tiempo les ha servido a ambos para conocerse y ahora tienen una relación de amigos, su confianza casa vez crece más hasta el punto de que Carla hace unos dos meses le confesó a Volkov que es lesbiana y como su padre no lo acepta optó por aceptar el trato que Alexey le propuso uniendo ambas familias. Y claro que Carla se ha dado cuenta de las miradas cargadas de amor que comparten Horacio y Volkov lo que la hace sentir un poco de pena por los chicos ya que su matrimonio está cada vez más cerca.

Horacio

Ha Sido imposible para mí evitar enamorarme de Viktor en todos estos meses que llevamos compartiendo cada minuto que podemos, él se porta de una manera que nadie se puede imaginar, a mí me ha mostrado su versión más libre, me ha brindado su cariño y ha hecho que sea inevitable para mí quererlo, debo admitir que es muy complicado tenerlo cerca y no besarlo, en más de una ocasión me he sorprendido reparando en sus labios deseando volver a juntarlos con los míos pero debo respetar los límites que yo mismo impuse o esto podría terminal muy mal para mí; su boda es en un mes y aunque hemos hablado varias veces de que enfrente a su padre y haga lo que realmente le hace feliz creo que aún no está listo para hacerlo y empiezo a dudar si algún día lo este.

-Yo no me puedo creer que incluso duerman juntos y no hayan vuelto a besarse en todo este tiempo - habla Atenea en un tono indignado mientras traza en su libro de diseños algo que no logro entender aún.

-Él se va a casar Athenea, como pretendes que pase algo.

-Pues porque ustedes están enamorados! Es que no entiendo cómo es que Viktor no ha hecho algo para cancelar esa boda y poder ser feliz contigo.

Abrí la boca para responder pero inmediatamente la cerré al ver cómo el señor Alexey Volkov se acerca a nuestro puesto de trabajo.

-Horacio, necesito hablar con usted, sígame.

Entramos a su oficina y me indico con un movimiento de mano que me sentará frente a su escritorio, cuando lo hice comenzó a hablar.

-Tengo entendido que su pasantía termina en dos meses - asentí con la cabeza - su trabajo junto con la señorita Athenea ha sido impecable y sus diseños han sido elegidos en más de una ocasión para las pasarelas más importantes de esta boutique; por lo tanto, estoy considerando contratarlo como uno de los diseñadores de la boutique en cuanto reciba su título.

-Muchas gracias por la confianza señor Volkov, para mí eso sería una oportunidad maravillosa - le contesté con una sonrisa, no puedo creer que me este ofreciendo esto.

-Bueno, eso sería todo, siga así durante estos dos meses.

Me despedí y salí de su oficina con una enorme sonrisa en la cara.

-Athenea, a qué no sabes lo que me dijo el señor Volkov! - le dije llegando a nuestro lugar de trabajo, ya era nuestra hora de salir así que se encuentra ordenando algunas cosas.

-Que te dijo mi padre? - escuchar esa voz detrás de mí me asustó y pegue un pequeño grito, cuando me gire me di cuenta que Viktor había estado detrás de mi desde que entré al área de trabajo.

-No lo espantes así - dice Athenea en tono divertido fijándose en nosotros - qué te dijo corazón?

-Propuso que trabaje aquí como diseñador cuando termine mi pasantía y reciba mi título - ambos me miraron con una enorme sonrisa en sus rostros y Athenea corrió a abrazarme.

-Eso es bastante bueno Horacio, me alegro mucho por ti, es que eres muy bueno en lo que haces te lo mereces. - se separó del abrazo y me dió un beso en la mejilla, se le ve más emocionada a ella que a mí. - y bueno yo los dejo que seguro quieren celebrar; nos vemos el lunes. - ambos nos despedimos de ella  y la vemos salir de la boutique.

-Estoy muy feliz por ti Horacio, tu talento es increíble y me alegra mucho que mi padre lo reconozca - me dedica una sonrisa y yo no podría sentirme más feliz - vamos, te llevo a casa.

-Te quedas hoy también? Hay que celebrar con películas y pizza! - Viktor asiente y comenzamos a caminar a la salida.

Llegamos a casa y allí ya se encontraba Gus así que le conté la buena noticia y se alegro mucho por mi, así que como le dije a Viktor pedimos unas pizzas y los tres nos sentamos en el sillón de la sala a ver películas hasta que él sueño nos ganó.

El pasante de moda. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora