El pasante de moda.

20

Horacio

Le escribí a Carla tres días después de su visita, acordamos vernos en un café el cual suelo frecuentar con Athenea cuando "nuestro lugar" se encuentra bastante lleno o no nos queremos mover muy lejos de nuestros hogares.

Con Athenea llegamos al lugar cinco minutos antes, me siento demasiado nervioso, mi corazón no deja de latir tan acelerado como si hubiera corrido hasta aquí, mis manos sudan demasiado y no paran de temblar al igual que mi pierna izquierda que se mueve de arriba a abajo todo el tiempo; estamos sentados en una de las mesas del fondo junto a la ventana por lo que logré ver el momento en el que Carla llegaba al café junto a Viktor, intente detener mis claros signos de nerviosismo fallando en el intento de hacer que mi corazón pare de latir tan desenfrenado.

Ellos al pasar por la puerta hicieron contacto con el lugar donde nos encontramos así que inmediatamente comienzan a caminar hacia nosotros, sentí esto como una eternidad, como si ambos se movieran bastante lento y no pude evitar reparar en el aspecto de Viktor; su cabello está un poco más largo de lo que recuerdo aunque aún sigue teniendo ese peinado impecable y aburrido, viene vestido con un pantalón negro ajustado y una camisa manga larga blanca, puedo notar que sus músculos de los brazos son más grandes, sus ojos conectaron con los míos por un momento, tienen un hermoso brillo y su mirada se ve más segura que antes pero su rostro sigue siendo tan serio como lo recuerdo.

-Hola chicos, me alegra mucho verlos - dice Carla con una enorme sonrisa mientras ambos se sentaban frente a nosotros.

-Horacio, Athenea que bueno verlos de nuevo - dice Viktor sin cambiar su expresión seria.

-Viktor. - decimos Athenea y yo con los brazos cruzados.

Estuvimos en silencio un momento hasta que se nos acercó un mesero para tomar nuestra orden, cuando los cuatro decidimos que queríamos comer el mesero se fue dejándonos sumergidos en un silencio bastante incómodo el cual fue interrumpido por el ruso segundos después.

-Antes que todo, me gustaría felicitarlos, a ambos por el éxito que han tenido en los últimos años. - su voz salió un poco insegura como si no supiera que debería decir.

-Gracias Volkov, pero no estamos aquí para discutir como hemos manejado la vida en estos años, así que podrías por favor ir directo al punto.

En ese momento llegó nuestro pedido y nos quedamos en silencio mientras el mesero servía sobre la mesa cada una de las cosas que pedimos; luego de un "gracias" de parte de los cuatro el se fue dejándonos continuar con la conversación.

-Bueno, yo quiero disculparme por lo que pasó hace cinco años, y por no haber venido hasta ahora - se quedó en silencio por un momento analizando lo que diría a continuación - yo tuve miedo, tuve bastante miedo y no por lo que seguramente piensas Horacio, yo... Ese día realmente quería mandar todo lo del arreglo a la mierda y ser yo mismo junto a tí - se tomó su tiempo para pensar y yo solo me quedé en silencio esperando a que continúe con todo lo que debe decir -  ví a mi padre, tuvimos una charla bastante larga sobre lo que debía ser después del matrimonio y bueno en un punto yo le comenté que no pensaba seguir con el compromiso y que no me importaba no heredar ninguna de sus propiedades, obviamente me preguntó qué me había hecho cambiar de parecer y bueno le hablé sobre ti y lo feliz que era a tu lado en ese entonces. - justo en ese momento pude notar como la primera lágrima escapó de su ojo derecho - su enojo fue evidente desde el momento en que te nombré y tuvimos una discusión fuerte, él decía que el trato que tiene con la familia de Carla es bastante importante y que yo no podía mandar todo a la mierda solo por un capricho y yo estaba decidido a qué no iba a dejarte por seguir con una farsa; pero justo cuando estuve a punto de irme de ese lugar para volver a tu casa mi padre me detuvo y me amenazó con algo que no podía manejar en ese momento, me dijo "si te atreves a atravesar esa puerta, cancelar el matrimonio y con ello deshacer el trato que yo tengo con estás personas me voy a encargar de arruinar la carrera de Horacio como diseñador, tu sabes que tengo el poder de hacerlo y ese niño nunca podrá vender ni un solo diseño" - sus ojos estaban fijos en los míos, más lágrimas silenciosas habían caído por sus mejillas mientras hablaba y creo sentir mis propias mejillas húmedas - Horacio yo sé que te lastime demasiado y en serio lo siento pero no podía permitir que mi padre arruinara tú sueño, estabas iniciando en esto, ni siquiera habías recibido tu título aún y yo no podía hacerte eso por más que deseara estar a tu lado, no me pareció justo y tal vez mi forma de actuar no fue la mejor pero en ese entonces sentí que no podía hacer nada más.

Los cuatro nos quedamos en silencio por un largo tiempo, había bastante tensión en el aire y sé que Athenea y Carla se sentían como fuera de lugar, yo me sumergí en mis pensamientos, preguntándome ¿si todo había sido para evitar un problema en mi vida, no era más fácil hablarlo conmigo e intentar solucionarlo juntos? Una parte de mi entiende a Viktor y de alguna extraña manera se siente bien saber que le importe tanto en ese entonces como para renunciar a ser libre para protegerme; sin embargo, otra parte de mi quiere gritarle y tal vez golpearlo por haber sido tan imbécil y no tenerme en cuenta y simplemente tomar la primera decisión que se le cruzó por la cabeza; al final la parte que estaba enojada se terminó por apoderar de mis pensamientos y entonces hablé.

-Pasaron cinco años Viktor, esto debiste haberlo dicho ese mismo día no después de tanto tiempo, por qué no pensaste en tenerme en cuenta para tomar una decisión así? Tú eres consciente de que yo pasé todo este tiempo sintiendo que solo jugaste conmigo por casi un año? Y ahora resulta que todo era para protegerme de tú padre. - pare un momento para respirar porque había hablado bastante rápido - solo dime, por qué esperaste tantos años para buscarme y hablar sobre esto? - él ya no me dirigía su mirada, ahora estaba concentrado mirando un punto fijo en sus piernas mientras más lágrimas caían.

-Eso te lo puedo explicar yo - hablo Carla luego de un momento en el que Viktor no se atrevió a contestar mi pregunta - cuando Viktor y yo nos casamos, nuestros padres nos hicieron firmar un contrato, algo sobre apariencias y mantener en alto los nombres de nuestras familias; el contrato decía que no se nos iba a entregar ninguna propiedad hasta después de cinco años ya que era como que necesitaban una garantía de que podríamos hacerlo y que cerrar ese trato sería adecuado para ambas familias, hemos estado como en un periodo de prueba durante todo este tiempo, en el contrato se especifica que Viktor no debería tener ningún contacto contigo durante este tiempo o todo se iba a cancelar; este tiempo que especifica el contrato termina dentro de seis meses así que Viktor esperó todo este tiempo para contarte todo esto por el contrato ese de mierda. Y no deberíamos estar aquí porque aún quedan seis meses pero aprovechamos que debíamos venir aquí a un evento de mi familia y te buscamos.

-Sé cumplen esos seis meses y que pasa después? - pregunté sin entender muy bien.

-Cuando se cumplan esos seis meses por fin se nos entregarían las propiedades y marcas de nuestros padres, quedando nosotros como dueños de todo ya seríamos "libres" para hacer lo que queramos, podemos decidir seguir con esta farsa o tramitar un divorcio y quedar como socios que es obvio lo haremos así.

-Sus padres están tan mal de la cabeza - eso salió de mi boca sin pensarlo - no puedo creer que los hayan obligado a casarse y encima deban firmar un contrato así, espero que pasen esos seis meses rápido para ustedes y puedan por fin ser libres; respecto a nosotros Viktor - dije volteando a verlo y esta vez nuestras miradas volvieron a conectar - sigo enojado porque creo que no fue la forma de hacer las cosas y no sé si quiero volver a relacionarme contigo.

Háblamos poco más de unos minutos luego de eso, Viktor intento convencerme de volver si quiera a ser amigos diciendo que extraña lo que fuimos pero yo le pedí que me diera un poco de tiempo para pensarlo igual aún no debería relacionarse conmigo así que creo que seis meses para pensar qué haré me parece bien.

Después de la charla en el café, Athenea se quedó conmigo porque no me sentía capaz de enfrentar una noche solo después de volver a ver a Viktor, no dormí nada y estuve toda la noche pensando en qué debería hacer a partir de ahora.