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Horacio

El segundo día de trabajo llegué un poco antes de la hora que debería, no había llegado aún ni la mitad de los diseñadores y claramente Athenea aún no llega, me decidí a sentarme en la mesa de trabajo que compartimos y saque mi book de diseños para terminar el boseto de un vestido que llevo varios días dibujando.

-Hola Horacio! Ay pero que tienes ahí? - dice una alegre Athenea desde mi espalda haciendo que me sobresalte.

-Athenea! No hagas eso, que me espantas! - le acerco el book para que pueda observar mejor el diseño - he estado trabajando en esto hace unos días, solo lo quise terminar para pasar el tiempo.

-Oye pero es muy bonito, tiene mucho estilo, deberías presentarlo al señor Volkov, tal vez y termina siendo parte de la colección de otoño.

La mañana paso rápida para el par de diseñadores, Athenea le ayudó a Horacio a perfeccionar el diseño que le había enseñado al llegar al trabajo, ambos llevaron un maniquí al lado de su mesa de trabajo y empezaron a llevar el vestido del papel a la tela.

Fue un trabajo que les llevo varias horas y estaban tan concentrados en ello que ninguno se percató que ya había pasado la hora del almuerzo y ninguno de los dos había comido nada.

La boutique tiene una regla muy estricta con las horas de descanso, solo se le da a los trabajadores una hora al medio día para que consuman su almuerzo y su próximo tiempo libre es en la media tarde solo que ahí les dan 30 minutos para que se relajen o temen un refrigerio.

-Bueno pero lo importante es que logramos terminar el vestido y mira que está precioso, eres muy talentoso Horacio.

-Gracias Athenea, pero eso es gracias a tu ayuda porque si debía arreglar varias cosas.

La colección de otoño de la compañía de los Volkov estaba a solo tres semanas, y dentro de tres días, el viernes, cada diseñados debe presentar tres diseños con el fin de que entre Alexey y Viktor decidan qué prendas se presentarán en la pasarela.

Athenea ya tenía decididos sus diseños desde antes que llegara Horacio, sin embargo, al ver el vestido que acaban de crear decidió sacar uno de sus diseños que no le terminaba de convencer y cambiarlo por el del menor, ahora solo faltaba llevar a cabo las otras dos prendas que tenían seleccionadas.

Horacio y Athenea estuvieron distraídos el resto de tarde dándole unos toques finales a los diseños que la chica tenía seleccionados anteriormente, agregaban algún detalle, quitaban otro, en algún momento discutieron por una opinión en la que diferían pero al final supieron solucionar la diferencia y hacer algo que aprobaran ambos; para el final del día ya tenían listos los diseños y así los próximos tres días se dedicaran a plasmarlos en sus respectivos maniquíes.

Volkov

Los días en los que debo asistir a una sesión de fotos siempre son demasiado agotadores, los fotógrafos son cada vez más exigentes y perfeccionistas haciendome repetir poses un montón de veces hasta que sale perfecto ante sus ojos; a mí me encanta ser modelo, la verdad nunca me arrepiento de haber seguido este camino, sin embargo, me encantaría que las sesiones de fotos fueran menos pesadas.

Hoy tuve que asistir a una sesión de fotos que según lo pactado inicialmente debería tardar unas horas de la mañana pero ya son las ocho de la noche y aún no salgo de aquí, por suerte hoy no tenía más compromisos porque si no hubiera mandado a tomar por culo al fotógrafo después de la segunda hora.

-Sube un poco la barbilla por favor. - sin decir palabra le hago caso al fotógrafo que se encuentra frente mío - muy bien Viktor, esa sería la última por hoy, disculpa que te hayamos hecho mantener aquí durante más tiempo del estipulado pero esta sesión debía quedar perfecta.

-No se preocupe, lo entiendo. - dije recogiendo mis cosas y sin más que hacer ahí me dirigí ai coche para ir a mi casa y descansar.

A mitad de camino me invade una inexplicable necesidad de pasar primero por la boutique, esperaba que él me llamase pero no lo ha hecho, cambio la dirección de mi destino y decido pasar por allí para ver si logro encontrarme con él y hablarle un poco, me gusta su compañía.

Al llegar a la boutique pude ver cómo varios de los trabajadores ya se encontraban saliendo de sus turnos, al acercarme a la entrada algunos de ellos me saludaba con una sonrisa y seguían su camino, mi padre no se encontraba allí hoy por lo que no me preocupa el tener que darle explicaciones si me encuentra aquí afuera.

Viktor decidido entro al establecimiento y se dirigió al lugar de trabajo del moreno, allí se encontró con que él aún estaba allí hablando relajado con Athenea; suspiro y se acercó a ambos para saludar.

-Buenos noches, como se encuentran? - saludo amablemente cuando estuvo cerca de los jóvenes.

-Señor Volkov buenas noches. - saludo Athenea con su típico tono alegre - muy bien, como se encuentra usted esta noche?

-Hola señor Volkov, que bueno verlo por aquí. - saludo el moreno.

-Me encuentro muy bien, ya van de salida?

-De echo si, a mi ya me están esperando fuera - habló Athenea recogiendo sus cosas - nos vemos mañana cariño - dijo acercándose a Horacio y dándole un beso en su mejilla - hasta mañana señor Volkov. - la chica salió rápidamente dejando solos a ambos hombres.

-Y señor Volkov, que lo trae por aquí? Pensé que hoy no lo vería - dice Horacio con una sonrisa.

-Bueno, me pasaba por aquí y pensé en entrar y ver si usted aún se encontraba por aquí. - no sé de dónde salió el valor para confesarle aquello al moreno frente a mi.

-Quería verme? Ocurrió algo?

-No es nada, solo me preguntaba si le apetecía ir a cenar conmigo - los nervios empezaban a atacar pero logré disimularlos lo mejor posible - claro si no está ocupado esta noche.

-Bueno, mi hermano iba a venir a recogerme pero si me espera puedo llamarlo a avisarle para que no venga.

Esa noche Viktor no supo de dónde saco tanto coraje para invitar a Horacio a cenar pero estaba seguro de que no se arrepentiría nunca de hacerlo.


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