Las notas, flores y en algunos casos un detalle extra habían continuado por un mes más en el que Horacio permitió que Viktor entrara un poco en su vida, no sé sentía listo para dejarlo entrar completamente en ella pero si fue dejando pequeños espacios para el ruso, esto se ve reflejado en el intercambio diario de mensajes de parte de ambos donde siempre se cuentan cómo estuvieron sus días y una que otra noche compartían una llamada antes de irse a dormir.
Horacio hace apenas dos semanas le comento a su hermano sobre el acercamiento que ha estado teniendo nuevamente con el ruso, obviamente Gustabo al principio no estuvo de acuerdo ya que él más que nadie sabe lo mucho que Horacio sufrió por culpa de aquel hombre hace cinco años pero después de una larga charla por parte de Gustabo sobre no permitir que aquel ruso vuelva a romper su corazón e ir con cuidado y despacio esta vez Gustabo termino diciendo "sabes que siempre te voy a apoyar en lo que quieras y si ese ruso idiota te hace feliz voy a estar contigo pero que sepas que si vuelve a hacerte daño no se va a volver a salvar de los puñetazos que quise darle todo este tiempo".
Por otro lado, Viktor cada vez se siente más feliz por el progreso que ha tenido con el moreno dueño de sus pensamientos, se ha vuelto más sonriente en el trabajo y más abierto a las personas que lo rodean, todo este tiempo a tenido el apoyo tanto de Carla como de su amigo Greco para cada vez mejorar en sus detalles con Horacio.
Teniendo a solo dos meses su libertad Carla y Viktor han estado arreglando todo lo necesario en sus empresas para no generar algún inconveniente a la hora de firmar el divorcio, ambos son buenos amigos y juntos trabajan de una manera excelente por lo que decidieron que con el divorcio no se hará división de sus bienes con respecto a sus empresas si no que seguirán siendo socios trabajando codo a codo; también están a punto de abrir una nueva boutique en París la cual estará a cargo de Volkov teniendo la excusa perfecta para estar cerca a Horacio.
La relación de Viktor con su padre en los últimos años se deterioró tanto que el único contacto que tienen es por trabajo y Viktor puede asegurar que después de tener en sus manos todas las empresas Volkov no quiere volver a tener ningún tipo de contacto con aquel hombre.
-Estas seguro que es buena idea? No sabemos si él quiera tenerte cerca - hablo Greco quien estaba en la oficina del ruso mientras esté le comentaba su plan para este fin de semana.
-Es una posibilidad Greco, pero también creo que ya es hora que deje de reprimir lo que quiero por miedo a hacer algo arriesgado, no puedo volver a perderlo y de verdad necesito demostrarle que está vez no le voy a fallar. - el tono de Viktor tenía una pizca de esperanza pero a la vez se sentía bastante ansioso.
-Hombre tienes razón pero no sé si sea bueno caerle de sorpresa un fin de semana, no será mejor preguntarle antes?
-No Greco, ya te dije que debe ser sorpresa, si no me quiere cerca y me pide que me vaya busco algún hotel para pasar la noche y ya está. - la negatividad de su amigo comenzaba a irritarlo y se pudo notar en el tono de su voz.
-Esta bien, hazlo así y si algo sale mal no dudes en llamarme, vale? Que aquí estoy para ti.
Un rato después Greco abandonó su oficina y el ruso se dedicó a adelantar un par de trámites para así poder tener libre el fin de semana y llevar a cabo el plan que lleva dándole vueltas en la cabeza hace un tiempo.
Horacio...
Cómo cada viernes llegué muy emocionado a la oficina con una gran sonrisa en mi rostro, saludo a cada uno de los que se cruzan frente a mi y me dispongo a trabajar hasta que a las diez llegue mi asistente con una hermosa flor en su mano mientras en la otra sostiene una pequeña nota; no quisiera admitirlo pero los detalles de Viktor han hecho que sienta tanta alegría con ese gesto que me pongo muy ansioso cada viernes.
Un rato después escucho el tono de llamada de mi celular lo que logra distraerme de mis actividades laborales, tomo el aparato entre mis manos y en el momento en que notó el nombre de mi amiga en él contesto de inmediato.
-Buenos días Athenea, sucede algo? - pregunté un poco preocupado ya que Athenea no suele llamarme tan temprano.
-Hola H, nada no te preocupes, solo tenía intriga por saber sobre la nota de hoy, esperaba que enviaras un mensaje contándome como siempre pero no llegó así que decidí llamarte.
Tan concentrado estuve en mi trabajo que no me había percatado que las horas ya habían pasado y ahora son las 11:45, me extrañó mucho no recibir una nota hoy.
-Acabo de notar que es tan tarde, hoy no ha llegado nada... - trate que mi voz saliera lo más normal posible pero sé que Athenea se percató de la decepción en mi voz.
-Oh... - pensó por un momento sus palabras - bueno tal vez solo se retrasó hoy, es raro que deje de hacerlo tan de repente.
-Si, tal vez sea eso, ya que estamos hablando, salimos a almorzar juntos? - cambie de tema para evitar que mis pensamientos viajen a diferentes posibilidades.
Una hora más tarde llegó Athenea a mi oficina y juntos salimos a almorzar al restaurante que se encuentra cerca de la boutique; para el resto de la tarde prefirí adelantar trabajo manteniéndome ocupado intentando no pensar en el echo de que este viernes ninguna nota fue recibida.
Ya en casa me permití relajarme un poco tomando una ducha de agua tibia para posteriormente dedicarme a ver alguna película que estuviera de moda mientras comía una pizza que pedí minutos después de salir de la ducha; a mitad de la película unos golpes en la puerta de mi casa me interrumpen sorprendiendome un poco ya que no suelo recibir visitas y Athenea tiene la llave para que pueda entrar libremente.
A paso lento me acerque a la puerta principal mientras pensaba quien podría ser, cuando por fin abrí la puerta no pude evitar quedar embobado por unos segundos con la imagen frente a mí, inesperadamente allí estaba el ruso que estuvo ocupando mis pensamientos durante los últimos meses, estaba vestido de una forma casual pero aún así su porte lo hace ver bastante elegante, lleva un pantalón negro un poco ajustado con una camisa color vino manga larga con sus primeros botones sueltos dejando a la vista sus clavículas y una pequeña parte de su cuello, lo que más me sorprendió fue ver qué en sus manos carga un hermoso ramo de tulipanes rojos y en su rostro hay una pequeña sonrisa.
-Viktor... - dije en un susurro cuando logré salir del trance. - que haces aquí?
-Bueno vine a verte - dijo un poco nervioso - toma, son para tí - me extendió los hermosos tulipanes y yo los recibí con una enorme sonrisa - la última vez que hablamos dijimos que ambos extrañamos los momentos que pasábamos juntos haciendo cualquier cosa en el pasado, así que quise venir a darte una sorpresa y pasar un poco de tiempo contigo.
-Wow... Viktor... Emmm... Gracias - dije por fin haciéndome a un lado para que él pueda pasar. - pasa, ya comiste? Justo estaba viendo una película y aún queda un poco de pizza, te quedarás conmigo verdad? - lo último salió de mi boca con un pequeño tono a suplica que por el momento preferí ignorar.
-Pizza y películas suena bastante bien, como en los viejos tiempos - hablábamos mientras nos dirigimos a la cocina donde tome un jarrón y lo llene de agua para mis tulipanes los cuales deje sobre el mesón. - y si no te molesta si quisiera quedarme aquí contigo, me gustaría pasar tiempo juntos, cómo antes... Claro, si no te incómoda.
Al principio fue un poco incómodo estar los dos en un mismo lugar solos después de tanto tiempo haciendo las cosas que hacíamos hace tantos años; pero luego de unos minutos el ambiente se suaviso y pudimos recuperar la conexión y alegría que siempre nos caracterizó.
El fin de semana pasó bastante rápido, más rápido de lo que me gustaría haciendo que el lunes en la mañana Viktor tomara un vuelo de vuelta a su ciudad; todo el fin de semana estuvimos en casa disfrutando de la compañía del otro, fue como volver a aquellos viejos tiempos haciendo que nuestros gestos alegres aumentaran notoriamente sintiendo que por fin nos encontramos en casa.
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Solo queda un capítulo más para ahora sí terminar con esta historia 🤗
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El pasante de moda.
FanfictionHoracio siempre ha tenido el sueño de ser un gran diseñador de modas y con la ayuda de su hermano está cada vez más cerca de lograrlo. Aunque debe aprender que no todo es color de rosa...