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Horacio

La verdad no supe cómo decirle que no, o sea es uno de los jefes sería muy incómodo y mal educado si lo rechazo; lo peor es que note su nerviosismo, no quiero verme muy convencido pero se está comportando como si yo le gustase. Pero definitivamente eso no puede ser, según escuché hace unas semanas él está comprometido.

Me confunde un poco su actuar conmigo y lo que los demás dicen de él, Athenea dice que jamás ha entablado una conversación profunda con él y que la mayor parte del tiempo se le puede ver serio y con los ojos oscuros como si no tuviera sentimientos; conmigo ha Sido lo contrario y apenas nos conocimos ayer.

-Horacio? Ya hemos llegado - oí la voz de Viktor que me saco de mis pensamientos y voltee a mirar al costado derecho, había un edificio muy elegante de unos cuatro pisos, definitivamente un restaurante al que nunca habría venido, se ve bastante costoso.

-Oh, lo siento me había perdido en mis pensamientos - contesté regalandole una sonrisa sincera y nos bajamos del auto.

Al parecer a Volkov ya lo conocían en aquel restaurante porque la persona que se encontraba en la entrada le sonrió de inmediato y le preguntó "¿La mesa de siempre?" antes de encaminarse hacia el ascensor, yo solo los seguí en silencio por todo el camino.

Cuando llegamos la chica nos llevó a la única mesa que se encontraba ubicada en la terraza de aquel gran edificio, debo admitir que el espacio es muy acogedor y hermoso, desde aquí hay una vista hermosa de la ciudad con todas las luces nocturnas.

La chica se fue después de recoger nuestra orden, quiero saber por qué Viktor hace este tipo de cosas conmigo pero me da miedo preguntar y romper la línea de la confianza, además cuando me mira se puede ver una pequeña pizca de ilusión en sus ojos y por alguna razón no quiero dañar eso.

-Es un lugar bastante lindo - me atrevo a decir luego de un largo silencio en el que ninguno de los dos sabíamos que decir.

-Si, mi familia siempre venía a comer aquí, se perdió un poco la costumbre pero igual yo seguí viniendo solo.

-Viktor, me gusta mucho este lugar y agradezco que me hayas traído pero, puedo preguntar por qué quisiste venir justo aquí conmigo? - tomé una bocanada de aire esperando no hacer enojar a Volkov.

Él me miró y sonrió, creo que se quedó pensando que palabras utilizar para responder mi pregunta, por un momento ví como su semblante serio cambio a uno un poco decaído iba a empezar a hablar pero justo en ese momento llegó un mesero con nuestra comida, el chico sirvió nuestros platos en silencio y lleno nuestras copas con un poco de vino, le agradecí con una sonrisa para luego volver a dejarnos solos en un silencio que se prolongó un poco más de lo normal.

Volkov

Me esperaba esa pregunta desde el momento en el que salimos de la boutique, sin embargo, no sé cómo responderle eso, me gusta estar con él y tengo un sentimiento extraño que me hace querer conocerle y pasar el mayor tiempo posible con él pero no sé si sea adecuado decir aquello debido a que apenas ayer tuvimos nuestro primer encuentro además de que tengo un compromiso con Carla y aunque no sea lo que yo deseé debo cumplirlo para tener bien a mi padre, entonces, ¿por qué me molestó en conocer a Horacio si nunca me ha interesado entablar una relación de cualquier tipo con alguien? Ni siquiera yo sé la respuesta, ni sé por qué justo él.

-Bueno, me agradó hablar con usted ayer y me pareció que podríamos entablar una buena relación, ya sabe nos vamos a estar viendo seguido por la boutique. - terminé por decirle lo primero que se me vino a la cabeza y eso ni sentido tiene porque ni siquiera sé los nombres de quienes trabajan ahí.

-Oh, entiendo, pues muchas gracias por tomarse tantas molestias para acercarse a sus trabajadores - Horacio me dedico una sonrisa y jamás me había emocionado tanto por provocar una sonrisa.

Por un momento me lo quedé mirando mientras me hablaba de cómo decidió volverse diseñador y lo mucho que le ha gustado siempre la moda y lo extravagante; sus ojos se iluminaban cada vez que tenía algún recuerdo bueno de sus vivencias en la escuela de moda, su sonrisa se ve hermosa mientras habla de lo que ama y no pude evitar perderme en sus peculiares ojos bicolores que solo aumentaban un sentimiento extraño que crecía dentro mío, es increíble como parece que el brilla más que todo el paisaje que tenemos a nuestro al rededor, es realmente lindo.

La velada pasó tranquila, hablamos un poco sobre lo que nos apasiona y Horacio me saco más de una risa con sus ocurrencias; me habló del buen trato que Athenea le está brindando y me comentó que vive con su hermano aunque no abordamos mucho el tema de la familia debido a que es algo muy personal y no quería que se pusiera incómoda la noche.

Fue sin duda la mejor noche que he tenido en mucho tiempo.






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Hola! Feliz navidad 😆

Tal vez haya otra actualización más tarde, todo depende de qué tan aburrida sea la cena navideña xd

El pasante de moda. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora