EFÍMEROS DIAMANTES { #2 Triología Diamantes }

36: "Estás aquí"

No puedo creerme que realmente, yo, Chloe, esté viendo unos dibujos animados mientras oigo la risa de Adam de fondo. El pequeño está disfrutando muchísimo de los animales que van saliendo en el televisor, en ese canal que siempre me salto, por que no me ha interesado nunca.

-¿Has visto como ha saltado?- me pregunta sin despegar la vista de la imagen de colorines que tiene delante.

-Si, no veas.

Finjo que estoy enterándome de todo, pero la realidad es que estoy atacada de los nervios al verme en mi casa con un niño pequeño, cuidándolo. No puedo ni hacerme cargo de mi misma, menos de una criatura tan pequeña.

Roxy y María están en un sofá cerca del nuestro, las dos centradas en los dibujos como si realmente fuera algo que les interesara. Alucino la verdad, es como estar con tres niños, en vez de con uno.

-Me encanta esta serie- sigue hablando el pequeño- la veo siempre antes de ir a dormir, papá me la pone.

Sonrío cuando menciona a Julián, por que es el mejor padre que la vida ha podido darle a Adam, a pesar de todo lo que los demás puedan llegar a pensar. Es un padrazo, que siempre está pendiente de su hijo, de sus necesidades y de lo que quiere.

Si eso no es ser buen padre, que me digan que es serlo, porque no lo entiendo.

-Está muy divertida- habla María, siguiéndole el rollo- a mi también me gusta mucho.

-A mi papi y a mí nos encanta- asegura sonriendo- tengo una mochila súper chula con los dibujos, ya te la enseñaré.

No me imagino a mi hombre fuerte viendo este tipo de series o películas, pero después de ver como lo mima, no me extraña nada que se trague hasta el último segundo de este infernal dibujo animado.

-¿A ti te gusta Chloe?

Quiero matar a Roxy por preguntar eso, por que como soy tan sincera, hay una parte de mi que quiere decir que es una puta mierda, que no me gusta nada, y que quiero quitarlo, pero no voy hacerlo, voy a mentir un poco.

-Me está entreteniendo mucho, no la había visto nunca, pero me gusta.

-¡Qué bien! ¡Así cuando vengas a casa, la podremos ver los tres!- grita entusiasmado ante la idea que acaba de tener.

En este momento no sé si eso sucederá, por que su padre no me dirige ni la palabra, mucho menos querrá invitarme a su casa, a sentarme en su sofá a ver dibujos animados.

-Me encantaría- confieso medio sonriéndole.

Dirijo la mirada a la televisión, sintiendo como las dos presentes en la sala, tienen toda su atención puesta en mí. Es mejor fingir que no sé que me están analizando, y centrar la vista en los dibujos que van dando.

El rato va pasando, y cuando las letras finales de la serie se anuncian ante nuestros ojos, noto un peso sobre mi lado derecho del cuerpo, giro la cabeza, y me encuentro a Adam completamente dormido, apoyado en mi brazo, de forma vulnerable.

Suspiro al ver que está tranquilo a mi alrededor, tanto que se ha quedado incluso dormido.

-Que bonita estampa- susurra Roxy mirándonos- es monísimo.

Simplemente asiendo con la cabeza, por que no soy capaz de decir nada más, este niño va a volverme loca de todos estos sentimientos que estoy teniendo por primera vez en la vida.

-Me voy a dormir chicas, estoy agotada- María bosteza, se despide y sale del comedor para dirigirse a su habitación.

-¿Y ahora qué hacemos?- señalo al pequeño.