EFÍMEROS DIAMANTES { #2 Triología Diamantes }

50: "Final"

Imagino que en otra ocasión así, estaría mandando a la mierda a todo el mundo. No voy hacerlo por una simple razón: soy la jefa, y a mí nadie me va a sacar de mis casillas.

Que les puto jodan a todos, que quien manda soy yo, quien genera las normas, soy yo, y quien decide que hacer, soy yo.

Que en verdad, no sé qué coño tiene que ver ser la jefa con este tema, porque es el cumpleaños número veintiséis de mi zanahoria, y están todos nerviosos porque no saben como organizarle una fiesta sorpresa.

Cosa, que no hubiera puesto tan nervioso a todo el mundo, si hubiéramos tenido tiempo para pensarlo, pero no, la fiesta es para esta misma noche, y son las once de la mañana.

Jodidos, estamos muy jodidos, razón por la que voy a acabar dándole un puto puñetazo a alguno de ellos como sigan gritando, hablando uno por encima del otro y todo lo que están liando.

-¡Callaros de una puta vez!- grito por encima de todas las voces, creando un silencio al segundo- coño, que no paráis.

Observo sus caras de sorpresa, pero lo único que quiero es un silencio para poder expresar la idea que acaba de cruzar por mi mente. Es algo divertido y sencillo, pero que puede crear un buen ambiente y encima, sé que va a encantarle a la cumpleañera.

-No veas con la jefa- susurra Mía a su querido novio moreno de ojos azules.

-Te he escuchado rubia.

-Ups.

Ruedo los ojos, pero me centro de nuevo en todos para poder decir por fin, lo que podemos hacer, y de esta forma acabar con este estrés que se ha creado en unos segundos, desde que la rubia ha dicho que podríamos hacerle una fiesta sorpresa a nuestra amiga.

-Escucharme, he tenido una idea- los veo mirarme, realmente prestando atención a lo que voy a decir- Roxy ama las películas Disney, entonces podríamos hacer una fiesta de disfraces, con esa temática.

Los veo sorprenderse gratamente, abrir sus bocas, asentir con la cabeza y empezar hablar de nuevo como locos, organizando todo en sus cabezas.

>>Por dios, dejarme acabar y ahora os puto ponéis a organizar lo que queráis.

-Que carácter se gasta tu piva, jefe- dice Mía bufando.

-Calla rubia de bote.

-Cállate tú ojos azules por lentillas.

Me ofendo al momento, y llevo una mano a mi pecho. No llevo lentillas, y todos lo saben, de la misma forma que sabemos que ella es rubia natural. Solo que me gusta molestarle mucho, sin más.

-Son reales envidiosa.

-Y mi pelo también lo es morena.

-¿Podemos por favor volver al tema del cumpleaños? Gracias- la voz de mi hombre interrumpe nuestro intercambio de palabras, así que guiño un ojo derecho en dirección a mi amiga del alma, y vuelvo al tema verdaderamente importante.

-Tienes razón- afirmo- Roxy es una chica sencilla, amable y dulce, eso significa que la fiesta no debe ser gran cosa, si no más bien con los elementos importantes.

-¿Y esos cuáles son?- María está mucho más integrada desde hace unos días, y me siento feliz por ello.

-Disfraces, música variada, no solo reggaetón, solo nosotros, pizza carbonara, decoración de Disney y un pastel de nata con fresas.

Veo a Mía sonreír al notar que he descrito totalmente la fiesta ideal de nuestra pelirroja. La conozco muy bien, mucho más de lo que ella se piense.

El hecho de que oculte cosas, no significa que la parte que nos ha enseñado no sea ella misma.