40: "Contigo, nunca es suficiente"

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Ayer pasé uno de los mejores días de mi vida junto a esos maravillosos hombres. El enano y el hombretón buenorro, dos personas que han cambiado mi mundo, y lo han puesto patas arriba.

Pero hoy toca entrenar con mi equipo, aquel equipo que Julián me cedió y que me permitirá darle una hostia de realidad al imbécil de Rodri.

Deseo con tantas fuerzas que se trague sus palabras, que valore a las personas por sus habilidades y no por su sexo. Soy mujer, y eso no hace que sea menos eficiente en un deporte de contacto, que es verdad que a muchas no les interesa, pero no es por que no sean válidas, si no, por que no les gusta, así de simple.

-Quiero el golpe seco, si lo haces tan a la defensiva, no contraatacas lo suficiente- le aclaro a uno de los chicos.

-De acuerdo.

Repite el movimiento y no pierdo ojo de cada centímetro de su cuerpo, para ver todos los fallos, pero no, esta vez es casi perfecto.

-Exacto, así.

Sigo corrigiendo al resto de compañeros antes de ver entrar a mi gran estrella. Jota está aquí, y es sin duda el hombre que me hará ganar, por que entre los dos, formamos un buen equipo, capaz de ganar cada batalla que se nos ponga delante.

Camino hacia él, pero no nos damos ningún beso, durante el entreno, somos entrenadora y peón, dos piezas que no deben mezclarse.

-Buenos días, llegas tardes- le digo cruzándome de brazos, marcando el poder que tengo sobre él.

-Lo sé, pero tenía que llevar a Adam al colegio.

Es ahí cuando ya no contesto, por que sin duda su excusa tiene todo el valor para ser real, por lo que simplemente le indico que entre al ring para poder empezar el entreno en cuanto antes.

Lo veo saludar a sus compañeros, cambiarse de camiseta y caminar de nuevo en mi dirección. Es la primera vez que voy a entrenarlo, porque no habíamos coincidido ninguna vez, pero como sabía que hoy sería el primer día, me he tirado todo el rato observando la puerta, deseando que entrase por ella en cuanto antes.

-¿Preparado?- pregunto mientras me pongo los guantes de protección y cojo el saco para sujetarlo y que él pueda desarrollar los movimientos y golpes de forma adecuada.

-Por supuesto jefa.

-Quiero que empecemos por croché, luego practicaremos uppercut y finalmente swing.

-Perfecto.

No hace falta que le diga nada más, poco a poco vamos practicando, le corrijo los errores, y me hace caso, cosa que me hace sentir poderosa.

***

Nos sentamos en el césped disfrutando de la compañía. Las Diamante siempre estamos juntas cuando podemos, y este es uno de esos momentos, en los que descansas la mente, disfrutas de la compañía y te desahogas sobre temas que no puedes hablar con otras personas.

-No me puedo creer que estés apuntada en la universidad ya- dice Roxy mirando al cielo, igual que lo hacemos las otras dos.

-Pues es real, soy estudiante de medicina.

La miro un segundo y veo que está sonriendo, orgullosa de sus logros, de todo aquello que ha conseguido después de sufrir tanto. No se merece todo lo que le ha pasado, pero por suerte, tiene la oportunidad de vivir, de disfrutar, y de ser feliz.

-Yo no sacaría la nota para entrar a esa carrera ni aunque me presentara diez veces.

-Chloe solo es constancia, créeme.

EFÍMEROS DIAMANTES { #2 Triología Diamantes }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora