Lo primero que se pregunta es el signo

Capítulo 15

Emma

Yo sé, yo sé... 

Cuando caminé como un zombi hasta la puerta principal de mi casa ya Amber había desaparecido.

Me siento abandonada, por momentos todo fue mágico; me prestaba atención, me contestaba los mensajes, y le interesaba... o eso pensé. Cuando estoy algo deprimida no pienso muy bien las cosas y pasan situaciones como la que está por pasar ahora.

Ring... Ring... Ring...

- ¿Aló? - Al escuchar su voz de nuevo todo se me revuelve.

- Amber, escucha. – Vacilo pero decido continuar. – No daré tantas vueltas... Me gustas y nada lo puede negar. – Un silencio de unos pocos segundos parecieron años.

- Mira, la verdad llevo muchos años trabajando en mi futuro, y te he sido demasiado sincera para que reconozcas que nunca dejo que mis sentimientos me afecten. Me he enamorado más de una vez y de igual forma no me he dejado afectar por esto. Eres una mujer muy bella, con una personalidad enorme que sé que me hace falta mucho por conocer de ella... pero, sabes que no quiero algo serio y estoy dispuesta a intentarlo contigo pero sin compromisos. – Sus palabras suenan sinceras y en realidad lastiman, pero no dejaré que alguien como ella me derrumbe.

No es para tanto, yo puedo sola, no necesito ayuda de nadie, soy independiente –. Intento convencerme a mi misma...

- ¿Sabes? Ya no, ya lo arruinaste. Con tus actos me lo has demostrado todo. Sé que te crees muy fuerte pero sabes que en realidad le tienes miedo a tus sentimientos y no estaré con alguien que no logra asimilar lo que siente.

- Perdón – Me dice esto y me cuelga repentinamente la llamada.

¡Que descaro!

Unos segundos después capto la imagen de mi mejor amiga a mi lado -no se cuando llegó hasta ahí- la veo abrazándome y yo ahí a su costado, todavía con mi móvil en las manos y mi cara aún expresando lo indignada que me siento.