7.2 Dando lo que se pide

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No puede respirar bien. La computadora yace en el piso, de milagro sin haberse dañado; fue al baño a esconderse sin razón ninguna. Golpear su cabeza contra la pared de forma continua para... ¿Qué? No sabe por que hizo todo eso. Siente que los ruidos lo atormentan, que hay demasiada gente hablando al mismo tiempo en su cabeza. Todos le dicen cosas desagradables, no puede respirar, se ahoga y siente atrapado sin razón.

La historia es reemplazada por el pánico y el dolor. Quejidos continuos y asustados por ver lo que se hizo a sí mismo. Es tomado de la muñeca.

— ¿Te duele? Que conejo tan tonto eres.

Sangwoo sisea y lame la sangre que mana de las heridas abiertas de Jimin. El conejo solloza, encogido de hombros. Su rostro enrojecido y cuerpo tembloroso dando una imagen lastimera.

—Si vas a intentar matarte, hazlo bien. I-nú-til.

Da un sollozo quebrado y agonizante.

~ * * * ~

— ¿Uh? Ah, ese es el salón de baile contemporáneo.

Jungkook a veces va a ayudar a Hoseok con los equipos de sonido. Ser bailarines no asegura que no se vuelvan un desastre con poner un simple altavoz inalámbrico. También ayudó con algún que otro detalle en términos de ubicación, organizar cables y comprobar qué tanto estorba la pared para la recepción de la señal. En fin, de salida, acabando de ser servicio técnico, se da cuenta de que Jimin estudia aquí.

Y está bailando como si su vida dependiera de ello. Hoseok se ríe de ver la cola moviéndose sin parar de un lado a otro. Los ojos de Jungkook dilatados y el ligero babeo que escapa por la comisura de su labio.

Tiene ropa holgada a diferencia de la que suele usar. Bailando descalzo y expresando angustia total. Nota que nadie lo mira. Ni siquiera le prestan atención de forma continua.

— ¿Ese es tu conejo? —Jungkook asiente—. Tiene el mismo tiempo que la academia como tal. No lo he visto hablar con nadie y honestamente... No sé por qué todos son tan malos con él. Lo ignoran demasiado.

—Creo que no suelen dejar a los conejos bailar...

— ¿Por qué no lo harían? ¡Si no hay nada más divertido y bonito!

Jungkook se queda ahí a mirar.

. . .

Se siente mareado. Quisiera haber bailado mejor, pero su propio cansancio se lo impidió, por no mencionar la inseguridad a hacerlo mal. Quizá deje de venir... No ha podido dormir mucho. Entre escribir para vaciar la mente y su incapacidad de levantarse de la cama, es imposible hacer nada bien. Lo asusta el toque en el hombro y más aún encontrar a Jungkook.

—Hola~ No sabía que estudiabas aquí. Soy amigo del dueño—Saluda Jungkook—. ¿Te llevo a tu casa? Así no tienes que esperar el autobús.

—A mi casa.

—Sip.

—Sin desvíos.

—De ningún tipo.

Infla los mofletes. Prefiere llegar rápido, gracias.

Jungkook pensó que Jimin no iba a abrazarlo mucho, pero siente que el conejo le corta la circulación, al mismo tiempo que su mejilla no para de frotarse en su espalda. Se detiene un momento en una elevación. Jimin lo mira confundido.

— ¿Puedes ponerte ahí? —Señala el lugar—. Y levantar un poco tu oreja. —cuestiona mientras rebusca en su mochila.

— ¿Para qué?

— ¡Es que el cielo está muy bonito! Tu sombra a contra luz se verá genial.

Jimin se ríe por la nariz. Que tonto llega a ser. Posa como Jungkook le pide, quien toma varias fotos, incluyendo una donde Jimin casi se cae y se ríe demasiado por ello. Luego la editará un poco para que luzca mejor. El conejo mira el cielo naranjo, sin prestar atención a los autos que circulan. Sus orejas, cabello y cola zarandeadas por el viento. Jungkook se pone a su lado.

— ¿Te sientes bien? Luces un poco... triste.

—Quisiera ser lo suficientemente fuerte para no necesitar de nadie—Entrecierra los ojos—. Dejar de ser inútil.

—No eres inútil.

—Si lo soy, si pudiera hacer algo bien, me lanzaría de aquí y dejaría de fastidiar.

Jungkook levanta las orejas y la cola se le eriza. Se va hasta encima de Jimin, abrazándolo con demasiada fuerza. El conejo ronronea con los ojos cerrados, frota su mejilla con el pecho de Jungkook y lo aferra fuertemente. Suspira, tomando un profundo respiro. Jungkook huele tan bien.

—Quiero ir a tu casa. —dice con la barbilla en el pecho de Jungkook. El lobo mueve la cola.

—Está bien.

~ * * * ~

Jimin suelta un sollozo ahogado y angustiado, siente que está lleno por completo y su abdomen explotará en cualquier momento. Las mordidas y tirones leves en sus orejas le sacan más quejidos y se viene por milésima vez.

Jungkook escucha como no deja de ronronear y lo hace feliz saber que lo satisface. Que Jimin no puede contener su propio placer y gusto. Las hormonas disparatadas y seductoras incitándolo a morder y continuar con este encuentro hasta que las energías sean nulas.

Su nudo se deshincha poco a poco y Jimin queda en la cama. Aprieta los ojos y los labios, Jungkook lo besa desde la nuca, haciendo un camino por toda la espalda hasta llegar a la cola felpuda y blanca. Sus manos grandes y algo callosas rozando el pecho, abdomen y ahora los muslos temblorosos.

—Te amo—dice presionando los labios. Jimin solloza—. Te amo, mi conejo lugar. —jadea frotando su mejilla y sin dejar de acariciarlo.

Es tan absurdo.

Jimin no deja de verlo como algo absurdo y hasta cruel.

Solo le dice esto para que lo elija. No porque sea verdad.

Y aun así está tan desesperado que, boca arriba, abre las piernas para recibirlo y abrazarlo con todo lo que puede; Jungkook lo rodea por igual, manteniendo su pecho con el de Jimin, sentir el latir mutuo y en última instancia no dejar de besarse con ansia y hambruna.

. . .

—Creo que lo que escribes es muy bueno—Jimin levanta una de sus orejas—. Muy bueno... todo, es genial—Entorna la cabeza hacia Jungkook acostado a su lado—. Gracias por haber nacido y escrito esas historias.

Jimin para de respirar un instante ¿Cómo se pudo haber enterado? Parece muy seguro al respecto. Jungkook acaricia la oreja de Jimin. Donde tiene el lunar. Igual al conejo del cuento. Le da un beso en la frente y lo abraza. Jimin siente los ojos aguados, permitiendo que lo rodee y no se aparte por largos minutos que quisiera ser eternos.

El lobo mueve la cola y sonríe leve. Así sea un poco, lo hizo feliz e indirectamente es lo que Jimin pide con su sola presencia: alguien que lo haga feliz. Quiere y está seguro de que será esa persona.

Bunny Moon || VMinKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora