Guns and Boys || 5sos.

18

-NOBODY'S PERFECT, I GOTTA WORK IT.-cantábamos mis dos amigas y yo mientras nos preparábamos para ir a un club.
-Callaros ya, por favor.-dijo Kian por decimoséptima vez desde la otra habitación.
Me terminé de peinar y me miré al espejo.
Llevaba una camiseta corta blanca y una falda negra que me iba desde poco más arriba del ombligo hasta el tobillo, unos tacones negros y mi pelo azul cayéndome suelto por los hombros.
María salía del baño con un pantalón negro y una camiseta del mismo color con pedrería, calzaba unos preciosos tacones verdes oscuros que, probablemente, le robaré algún día y Vic estaba calzándose sus preciados tacones dorados y negros sentada en la cama.
-¿Listas?-sonreí.
-Listas.
-Os esperamos fuera.-les dijimos a los chicos bajando hacia la entrada.
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Entré al lado de Connor y seguido de los demás a aquel club. La música resonaba en mis oídos y las luces parapadeantes hacían que me marease y solo acababa de entrar.
-Hola.-saludé a los chicos de 5sos, que nos estaban esperando.
-Hola.-me saludó Calum sonriendo.
Nos sentamos en unos sillones y Luke nos ofreció una bebida, la cual aceptamos.
Dos horas y 5 bebidas más tarde, Ashton y Vic seguían bailando en la pista que estaba a la izquierda de los sillones, al igual que Connor y María, que parecían lapas.
Yo estaba sentada con Michael, Calum, Luke y una chica con la que llevo hablando media hora y no me acuerdo de su nombre. Y con "hablando" me refiero a que solo hablaba ella, ya que cuando empezó a hablar de famosos con los que probablemente se había acostado desconecté.
Empezó a sonar Your Body y Michael me invitó a bailar. No me apetecía nada, y si hubiese estado completamente sobria me hubiese negado, pero prefería eso a escuchar a la chica que se había maquillado con ColaCao. Parecía un conguito.
Antes de ir a la pista cogimos otra bebida cada uno.
Bendito alcohol que me quitaba la vergüenza y hacía que bailase y no pareciese un pato.

-Creo que esto no se nos da bien a ninguno.-reí.
-¿Tu también te has dado cuenta?-me dijo Michael, riendo, en mi oído para poder escucharle a través de la música. Quiero grabar su risa y ponerla de tono para mi movil. Sí.
Puso sus manos en mi cintura y yo puse una en su cuello, y otra en su hombro, agarrando mi bebida a la que di otro trago.
-¿Y si volvemos a los sillones?-dije cuando acabó la canción.
-Pero no al de la chica del ColaCao, por favor, no me interesa si se tiró a Justin Bieber o a Nick Jonas.
Al decir eso una imagen del photoshoot de Nick Jonas en calzoncillos paso por mi mente.
Vuelvo a ser Homer Simpson babeando por una rosquilla.
Nos sentamos en un sillón apartado de la gente y empezamos a hablar de cualquier cosa sin sentido y ha reirnos, hasta que Michael me empezó a acariciar la cintura, su mano seguía ahí.
Sonreí mirando sus labios y me acerqué a él, que hizo lo mismo. Nuestros labios chocaron y empezaron a moverse rítmicamente.
-No creo que este sea el mejor lugar para daros el lote.-dijo un Kian borracho sentándose entre nosotros dos.
Quería raparle el pelo a Kian y luego hacerle tragárselo.
¿Por qué siempre que nos besábamos venía alguien y nos interrumpía?
-Paula, ¿porque no te tiñes como un arcoiris?
-Pues porque no quiero.
-Pero yo si quiero.-dijo él poniendo cara de cachorrito.-Podrías convertirte en Rainbow Dash.
-¿Qué?
-OH DIOS, ¿NO SABES QUIÉN ES?
-¿De que hablais?-dijo María, que tenía más litros de alcohol que de sangre en el cuerpo, sentandose al lado de Kian.
-PAULA NO SABE QUIEN ES RAINBOW DASH.
-NO CREO QUE PODAMOS HABLAR DESPUÉS DE ESTO.
-Pero qu...
-MY LITTLE PONY, MY LITTLE PONY..
-Oye, chic...
-¿SABÍAS QUE RAINBOW DASH ES UN PONI?
-SI, SI LO SABÍA. Espera un momento...¿de qué estabamos hablando, Kian?
-Del por que las berenjenas son moradas, creo.
-¿Y porque los platanos son amarillos?
-María, deja de hacerme preguntas tan dificiles, me va a explotar la cabeza.
-Chicos, ¿qué os parece si os llevo a casa?-dije como si estuviese hablando a dos niños de 6 años. Aunque la verdad, no había mucha diferencia.
-No, a mi me va a llevar Connor.-dijo María arrastrando las palabras.
-¿Quien te crees que eres para irte con mi novio?-dijo Kian indignado.
Osea, que Connor aparte de ponerme los cuernos con María me los ha puesto con Kian. Que fuerte.

-Ya me he cansado de aguantar a dos personas borrachas de 18 años con complejo de 9.-dije levantandome.- Os llevo a casa.
-Te acompaño.-se levantó Michael a mi lado.
-Uuuuh.-dijeron María y Kian a la vez con una sonrisa.
-No hagais lo d...
-PAULA Y MICHAEL SENTADOS EN UN ÁRBOL,DANDOSE BESITOS.
Demasiado tarde.
Es el fín.
Una vez que empiezan ya no paran.
Quiero sellarles la boca con silicona caliente.
-MICHAEL Y ARBOL BESANDO UN PAULA, DANDOSE SENTADOS.

Ké.

Fuimos hacia el coche, y, gracias a Dios, el efecto del alcohol en mi ya había pasado, por lo que pude conducir tranquilamente.
Bueno, tranquilamente...

-MARÍA NO ME DEVUELVE MI GORRO.
-EL ME HA QUITADO MI PULSERA.
-¿FALTA MUCHO?
-NI SI QUIERA HE ARRANCADO EL COCHE, ¿TE QUIERES CALLAR?
-¿PERO FALTA MUCHO O NO?

Y después de jurarles que como no se callen me levantaría, cogería la rueda de repuesto, se la haría tragar y luego vomitarla para volverla a tragar, arranqué el coche.

Un consejo, si alguna vez estais con dos personas borrachas en un cohe, y que además tienen mentalidad de niños de 10 años, no encendais la radio.
EN SERIO.
NUNCA.
NUNCA LO HAGAIS.
-NO, NO, NO, NO, NO, NO PLACE I RATHER BE.
-Michael, haz que se callen, por favor.
Se giró hacia ellos, pero...
-NO, NO, NO, NO, NO, NO PLACE I RATHER BE.
Pero...
-NO, NO, NO...
Espera, que ahora no me dejan ni narrar.
Decidme como puedo tirarlos del coche en marcha.
-Mirad, chicos, ya hemos llegado.-dije con una sonrisa falsa en la cara mirando a los dos críos que tenía en la parte trasera del coche.
-BIEEEEEEEEEN.-gritaron mientras salían corriendo del coche.
Miré hacia Michael.
-¿Son siempre así?
-Solo cuando beb...-volví a pensar bien mi respuesta.-En realidad sí, son siempre así.
Rió.
-¿Te quedas o te llevo al hotel?-sonreí.
-¿Estas segura que quieres dejarlos solos en casa?
Y justo después de eso se escuchó un ruido como de cristal rompiéndose.
Genial.