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Kihyun se dio el tiempo de abrir el correo que llevaba en su bandeja de entrada por más de tres días antes de continuar pateando lo inevitable.

Si no lo leía ahora, pronto comenzarían a llamarlo para obligarlo a quien sabía qué y si había algo que no le gustaba, eso era ser sorprendido.

Lo leyó.

"Estimado Yoo Kihyun.

Como usted se encuentra en la edad propicia para ser emparejado con un alfa, nuestro sistema, según la ley 1.204 del código omega, lo ha mencionado a una serie de candidatos alfas, resultando en cuatro (4) interesados en concertar una entrevista para conocerlo mejor.

Recordar que, desde los quince años que el sistema ha estado funcionando 3.492 parejas han sido conformadas bajo entrevistas concertadas por el Centro Nacional de Omegas. 60% de ellas han terminado con alfas y omegas cuyos lazos responden a un 80 en la escala de compatibilidad y el resto no baja del 50, lo cual es más que satisfactorio.

Aunque el resultado de estas entrevistas solo depende de usted y el alfa en cuestión, concertarlas y asistir es obligatorio si desea continuar recibiendo los beneficios otorgados por el CNO, de no quererlo así y, por favor comuníquese con nuestras oficinas para explicar su situación particular.

Esperamos su favorable respuesta para agendar las entrevistas lo antes posible.

Saludos cordiales

Centro Nacional de Omegas"

Había dos cosas que resaltaban en su mente a la hora de leer aquel extracto.

La primera, era que el CNO era un profundo e irremediable dolor en su trasero.

Nada sonaba menos romántico que una serie de citas a ciegas conformadas por una entidad gubernamental obligatoria y sin posibilidad de escape. Era secuestro indiscriminado de su tiempo y Kihyun lo hubiera rechazado de no ser porque el CNO tenía una serie de beneficios que él todavía disfrutaba bastante bien.

Además de un poco de dinero, ofrecían seguridad social, ayuda a su fondo de pensiones, seguros médicos y hasta descuentos en taco bell. Era casi ridículo.

La segunda y menos importante, era lo que el CNO había mencionado como la "escala de compatibilidad".

La escala de compatibilidad era una prueba de sangre que se hacía a cada alfa y omega antes de emparejarse para medir que tan buena era la "química" entre ellos. Por lo general, sobre 50 de compatibilidad significaba que la pareja sería prospera y saludable, pasados los 80 significaba que serían exitosos y se potenciarían entre ellos, no tenía idea de que significaba estar entre los 90, pero asumía que significaba que la pareja era básicamente hecha en el cielo. Kihyun estaba seguro que en Wikipedia lo habían explicado con otras palabras, pero él lo entendía asi.

Se preguntó si él y alfa Son estarían entre los 80 también.

Había algo sobre la química de esa noche que le hacía creer que aquello era más que fehaciente.

Y de pronto, sentado allí, en su pequeño cubículo frente a su computadora fantaseando sobre la posibilidad de ser el omega de alguien tan increíble como el alfa Son, le pareció un pasatiempo terrorífico.

Él era Yoo Kihyun, por todos los santos, un simple asistente legal en una de las firmas más grandes de toda la ciudad, si no del estado, y alfa Son, era... bueno, él. Él mejor abogado de toda la firma, reconocido en su campo, con aura de rey resplandeciente y con todo el resto del mundo a sus pies.

Súbitamente recordó entonces la primera conversación que habían tenido.

Él era solo un idiota tomando solo porque había logrado el empleo de sus sueños, y alfa Son, era un hombre molesto quien había ido a tomar allí para olvidarse de su temporada de cortejo.

Say my name [sh+kh] [Adaptación] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora