Say my name [sh+kh] [Adaptación]

19.

Cuando Minhyuk llegó al departamento, una hora antes de lo previsto, supo que algo andaba mal.

Lo primero que llamó su atención, aparte del silencio lúgubre y las luces apagadas, fueron unas bolsas sobre el sillón que no se le hicieron familiares para nada.

Dejó las llaves sobre el pequeño recibidor que Kihyun tenía en la entrada y cerró la puerta. El movimiento debió alertar su llegada, porque antes de que pudiera acercarse a las bolsas a curiosear que eran, un hombre salió de la única habitación en el pequeño departamento.

Su rostro debió expresar claramente su confusión, porque rápidamente el hombre comenzó a hablar.

—     Soy Jooheon — dijo buscando algo en su abrigo. Cuando no lo encontró, fue hasta el sillón y Minhyuk notó que entre las bolsas había una cartera de aspecto costoso. De allí saco una pequeña tarjeta.

Minhyuk la leyó.

"Son Jooheon, secretario jurídico.

Lee & Ko"

La sorpresa de enterarse que el secretario del mismísimo alfa Son era su hermano lo dejo callado medio segundo. Luego, se preocupó.

No sabía las razones por las que Jooheon estaba en el pequeño departamento de Kihyun, pero alguien que usara ropa tan bonita no podía estar simplemente de "paso" por esos lados de Seúl, algo lo había llevado allí y su corazón se cayó al piso cuando su cerebro comprendió que aquella razón era su mejor amigo.

Rápidamente fue hasta la habitación, dejando atrás al hombre y encontrándose con Kihyun acostado en la cama. Respiraba tan pesadamente que los pulmones parecían dispuestos a ceder en cualquier momento, su piel brillaba aun cuando la luz de la habitación era básicamente nula y sus mejillas sonrojadas le daban un aspecto febril que lo preocupo enseguida.

El celo no podía haber comenzado hace mucho, pero había hecho suficiente como para noquear a su amigo a la inconciencia aun cuando, la mayoría de las veces, esa parte no llegaba sino que hasta el segundo día.

Minhyuk se mordió el labio preocupado al mismo tiempo que tocaba su frente hirviendo.

Maldición.

El hombre apareció tras de él. Su voz sonando entre los quejidos moribundos de Kihyun.

—  Recibí una llamada del alfa Son — ahora que Minhyuk sabía que ambos eran hermanos, le pareció extraña la formalidad con la que lo trataba, aún asi, escuchó su explicación mientras trataba de limpiar el sudor de la frente de su amigo —... se escuchaba preocupado. Dijo que Kihyun le había escrito, pero que lo había llamado y no respondió el teléfono, algo que nadie se atrevería a hacer en su sano juicio. Sospechó que quizás su celo había comenzado y... me dijo que trajera algunas cosas. Cosas que pensó podrían ayudar.

Eso explicaba las bolsas. Minhyuk asintió mientras se arremangaba las mangas y formaba un plan en su mente.

—     Será mejor que hablemos afuera. No creo que a Kihyun le guste que lo veas asi — dijo con amabilidad mientras indicaba la puerta. Jooheon asintió, entendiendo que el momento era íntimo y que, quizás, en su preocupación, había cruzado un par de líneas.

—     Le pedí al portero que me abriera la puerta — explicó mientras llegaban a la sala de estar — Kihyun no contestaba y me asusté. Le dije que era una emergencia, lo siento, no debí entrar.

Minhyuk le dio una pequeña sonrisa que esperó lo tranquilizara. Claramente Jooheon había estado preocupado y solo trato de ayudar. Era un beta, y los betas no solían entender mucho lo íntimo que era para un omega su celo, pero aún asi, Minhyuk no podía culparlo. Jooheon no parecía tener malas intenciones ni ganas de inmiscuirse en la privacidad de Kihyun, todo lo contrario. Su semblante intranquilo solo indicaba que quería ayudar.