Era una verdad mundialmente reconocida que un alfa soltero, poseedor de una gran fortuna, debía estar en busca de un omega.Por lo que, cuando los periódicos anunciaron que el alfa Son Hyunwoo estaba empezando su temporada de cortejo, la tierra tembló un poco cuando los omegas de todas partes de la ciudad dieron un salto de victoria.
El gran alfa Son, reconocido abogado del mundo corporativo estaba en busca de un omega.
Y Kihyun sabía que tal omega no era él.
El alfa Son Hyunwoo era como un ser de otro mundo. Las personas hablaban de él de la misma manera de la que hablaban de un ser mitológico. Lo describían increíblemente apuesto, de mirada taciturna y aires misteriosos, correcto aunque por alguna razón nadie decía amable, y los rumores que corrían iban desde como había hecho llorar a un omega con un simple gruñido y entrecejo fruncido hasta el día que de una mirada había petrificado a todos los alfas de la corte.
Alfa Son estaba en busca de un omega... ¿y qué?
No era como si alguien como él, un omega huérfano sin dote que entregar tuviera una oportunidad con un alfa de esa calaña. Había reglas en la sociedad que cumplir y conductos regulares que seguir y ningún alfa respetado los saltaría para poner en peligro su reputación y prestigio por alguien con quien se había acostado una vez.
Y si alguien tan intachablemente perfecto como el alfa Son era la mitad de lo que la gente decía que era, entonces Kihyun creía difícil que un prospecto como él le resultara totalmente atractivo.
Esa era la dura realidad, por lo que cuando compro el periódico esa mañana y leyó la noticia, simplemente actuó como si nada pasara.
Suspiró mientras terminaba de leer la última página del caso Mckeller.
Kihyun sabía que en algún punto tendría que encontrar un alfa que lo mordiera y proclamara como suyo, pero había algo extrañamente entrañable en la vida que se había formado en solitud que lo hacía rehusarse a formar tal lazo.
Muchos pensarían que era un solitario omega que a sus veinticuatro años de edad se había establecido, contra todos los indicios, como asistente legal en una de las mejores –si es que no la mejor- firma de abogados de toda la ciudad, casado con su trabajo y solterón empedernido.
Y no estarían equivocados, Kihyun estaba completamente comprometido con su lugar en Lee & Ko y no estaba dispuesto a que un alfa entrara a su vida y exigiera lo contrario.
Quizás por eso era que alfa Son se le había hecho un prospecto tan interesante.
Era su jefe. Parecía satisfecho con su trabajo y no mostraba indicios de quererlo fuera de allí.
Y si por un momento se olvidaba de su estatus y se permitía fantasear en tierra de nadie, entonces Kihyun creería que el alfa Son era casi perfecto para él. Amante de las leyes, bueno en la cama, considerado, atento, una pizca de celoso y se movía con la confianza de un rey, y los ojos de un analista.
A Kihyun le gustaban las personas así. Por mucho que creyera que poseía los ojos más grisáceos del mundo, la sonrisa más endemoniadamente atractiva y la voz ronca que lo hacía excitarse con facilidad, no había nada que le encantará más que alguien inteligente que sabía que era lo que quería del mundo.
Y Alfa Son era asi, era justo y como a él le gust...
No.
¿En qué demonios estaba pensando?
Alfa Son era un ser acostumbrado a un mundo donde exigían demasiado de los omegas y Kihyun con suerte había asistido a un colegio donde le habían explicado que a un alfa se le trataba con respeto y ya. Nunca había recibido la educación que aquel alfa había recibido, ni la que los omegas que hoy se presentarían habían recibido. Ellos sabían cosas que él no, cosas que a él no le interesaba saber, cosas que no quería saber.
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Say my name [sh+kh] [Adaptación]
FanfictionKihyun no es el tipo de omega de tener cosas de una sola noche, hasta que lo tiene. Son Hyunwoo es un alfa iniciando su temporada de cortejo. Ambos se conocen por casualidad. [ADAPTACIÓN] Todos los derechos a Caro Rodd, una grandiosa escritora q...