El celo de Hyunwoo inició en algún punto de la madrugada.Lo habían despertado sus quejidos y su pecho hirviendo pegado a su espalda. Kihyun trató de removerse entre sus brazos, pero el alfa era fuerte y no lo quería ni un centímetro lejos. Trató de llamarlo con suavidad, casi como si sus susurros fueran una pequeña brisa que apenas movía una hoja a punto de caer, pero Hyunwoo seguía demasiado atormentado entre sueños cómo para escucharlo. Trató de quitar sus grandes brazos que lo rodeaban manteniéndolo en su lugar y pasarlos por sobre su cabeza, pero Hyunwoo simplemente lo apretó más a él. Al final, fueron unas pequeñas caricias sobre su antebrazo las que hicieron el truco. El alfa, con pesadez, abrió los ojos y acercó su nariz a su cuello para respirar profundamente.
— Hyunwoo, ¿estás bien?
Su pregunta fue respondida con un pequeño gruñido que imaginó denotaba su impaciencia. En su pequeña investigación había leído que el celo de un alfa era difícil de manejar porque los gobernaba un instinto de procrear y proteger tan grande que sus mentes eran nubladas por cosas que el resto no notaba, cosas básicas y mundanas como un aroma podían llevarlos a la locura, y un simple beso podía mantenerlos encerrados en una alcoba por horas y horas.
Hyunwoo ahora estaba haciendo un esfuerzo para hablar, pero parecía casi distraído con su aroma y la curvatura suave de su hombro. No pasó mucho tiempo para que Kihyun notara la erección que se presiona contra su espalda, y supo que aquello que traía a aquel alfa tan compuesto y certero al borde del delirio era un celo especialmente fuerte.
Se volteó para besarlo y se encontró con un Hyunwoo necesitado que respondió a su caricia con impaciencia y hambre. Tomó su rostro con ambas manos e introdujo su lengua con presura y deseo, haciendo que su piel chispeara a su contacto. Trató de decir algo entre sus besos desprolijos, pero Hyunwoo hizo un movimiento que lo dejó justo encima de él y entendió que el momento para las palabras era luego. Con cuidado se subió sobre él y comenzó a besar su piel expuesta, desde su cuello hasta su pecho, Kihyun trazó besos que hicieron que el alfa apretara las sabanas de la cama entre sus puños, y luego se acomodó un poco más, para comenzar a recorrer con su boca el camino en su vientre que ya se sabía de memoria.
Hyunwoo soltó un gemido mientras buscaba su mano y entrelazaba sus dedos.
Sonrió un poco mientras afianzaba un poco más sus manos unidas, y con la otra, casi como si no le tomara trabajo, bajó sus pantalones y expuso su erección para verla en todo su esplendor.
El alfa soltó un sonido que despertó de todo en él cuando engulló su pene en su boca mojada, sin ningún preámbulo. Hyunwoo ni siquiera podía armar una oración, mucho menos una de sus tantas instrucciones que, a medida pasaban sus encuentros, se hacían más vagas y abiertas a interpretación, pero no le costó entender, mientras la noche avanzaba hasta que el tímido celeste pintó el amanecer, que aquel alfa, ese que podía echarse el mundo entero sobre sus hombros sin siquiera despeinarse, ahora no quería nada más que tener a su omega cerca.
Y él está contento de complacer.
En algún momento de la mañana, se encontró recostado sobre la cama mirando al alfa con amor, con un travieso "te amo" en la punta de la lengua y un Hyunwoo que se adentraba en él mirándolo con sus ojos grisáceos hipnotizados, adornados por ese afectuoso brillo que solo aparecía cuando sus ojos se posaban en el problemático omega que ahora se rehusaba a llamar otra cosa que no fuera suyo.
Y se dio cuenta que su primer celo juntos sería algo que no olvidaría jamás.
*
Un alfa en celo era un desafío al que nadie lo había preparado para enfrentar.
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Say my name [sh+kh] [Adaptación]
FanfictionKihyun no es el tipo de omega de tener cosas de una sola noche, hasta que lo tiene. Son Hyunwoo es un alfa iniciando su temporada de cortejo. Ambos se conocen por casualidad. [ADAPTACIÓN] Todos los derechos a Caro Rodd, una grandiosa escritora q...