Cuando Hyunwoo le dijo "deja tus cosas en el armario" con un tono tan casual que ni siquiera ameritó que se tomara una pausa de su trabajo, Kihyun se dio cuenta que ahora, casi a una semana de pasar su primer celo juntos, estaba pisando terreno desconocido que nunca había cruzado, jamás, en una relación.Era un poco absurdo. ¿Por qué pasar de la cómoda en donde dejaba sus pijamas, jeans y camisetas baratas al gran santuario de Hyunwoo, hogar de sus Tom Ford-s y sus corbatas de seda italiana solo para poder colgar unos cuantos trajes comprados en el mall resultaba ser tamaña epifanía?
¿No debió haberse convencido antes? Quizás en algún momento, en uno de esos interludios en donde Hyunwoo balbuceaba promesas de amor durante su celo, o cuando le regaló el lindo brazalete de plata que ahora calmaba sus nervios, o cuando le prometió anunciarlo al mundo y tomarlo como su omega debió haber sentido esa sensación tan extraña que atravesaba su alma como un flechazo.
Pero no, fue exactamente cuándo Hyunwoo dio vuelta la hoja de un documento, sentado en el sofá de su pent-house continuando el trabajo que cayó sobre su regazo en horas no laborales, y dijo "deja tus cosas en el armario".
¿Por qué algo tan mundano como eso se le hacía tan importante?
No habían hablado del tema. No habían "acordado" vivir juntos, era mera conveniencia para ambos y Kihyun lo había creído así. Traer sus trajes de donde Jo resultaba más fácil que empacar sus cosas, irse y comenzar una nueva rutina en donde Hyunwoo lo iba a buscar por las mañanas para ir al trabajo juntos. Se ahorraban más tiempo saliendo del mismo lugar, que encontrándose en diferentes calles, o al menos eso le había dicho el alfa cuando Kihyun le comentó que necesitaba traer más ropa ahora que se había enterado que no era un omega desempleado después de todo.
Y no lo había cuestionado mucho. Perder esas horas de la mañana en donde desayunaban en comodidad, las horas de la cena en donde afinaban los últimos detalles de algún caso, o los viajes juntos en el BMW manejado por Minho le pesaban casi tanto como la idea de ya no dormir junto a él. Pero de alguna manera todo se sentía gradual, y como se había dado cuenta que era con Hyunwoo, actuaba a puros sentimientos.
De a poco, aquella sensación inequívoca de compromiso mutuo que lo había golpeado unas cuantas veces desde que se habían permitido estar juntos, estaba vislumbrando entre el camino desconocido una meta, y no podía evitar pensar que a cada paso que daba, más fuerte era el descubrimiento de que estaba avanzando por el sendero que lo llevaba a compartir el resto de su vida junto a alguien.
Y lo sentía en sus huesos, con cada mirada que colaba en dirección a su alfa se daba cuenta que ambos eran sus finales. Eran el final de sus historias.
Es quizás por eso que el momento de "Oh mierda, alfa Son es de verdad MI alfa" le llegó casi como con efecto tardío. Era muy humano, después de todo, entender lo que ocurría después de que ya pasaba, pero no dejaba de ser gracioso.
Podía haberlo pensado antes, podía haberlo sentido cuando lo besaba, mientras desayunaban, o mientras se acostaban, pero colgar sus trajes en el amplio armario diseñado para hombres organizados había cementado todo.
¿Era un estúpido?
Quizás.
Pero había algo extrañamente liberador en sentirse cómodo con sus debilidades. Al menos así podría trabajarlas, o en el peor de los casos, aprender a blindarlas.
Colgó el último traje muy consciente de que había pasado más tiempo allí del que quizás era necesario, pero no podía evitar pensar que aquello era una especie de hito. Ya no quedaban cosas suyas en la casa de Jo, todo lo que tenía estaba allí.
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Say my name [sh+kh] [Adaptación]
FanfictionKihyun no es el tipo de omega de tener cosas de una sola noche, hasta que lo tiene. Son Hyunwoo es un alfa iniciando su temporada de cortejo. Ambos se conocen por casualidad. [ADAPTACIÓN] Todos los derechos a Caro Rodd, una grandiosa escritora q...